Concluye una década de grandes avances para la Iglesia, pero también de varios escollos que ha tenido que superar.
Una intensa década para la Iglesia. Desde el fallecimiento de uno de los Papas más destacados en la historia, la revitalización que han traído consigo los nuevos movimientos de apostolado y las fructíferas Jornadas Mundiales de la Juventud hasta capítulos más oscuros, como los casos de abusos sexuales en Estados Unidos o la persecución religiosa en países comunistas e islámicos.
Una década que, a lo largo de sus 468 números, ha cubierto puntualmente FE Y RAZÓN.
El evento que, sin duda, acaparó la atención y el interés de todo el planeta, fue el fallecimiento de Juan Pablo II y la elección de Benedicto XVI. El funeral del Papa polaco se convirtió en el más seguido de la historia.
Atrás quedaban 27 años de una Iglesia que había salido titubeante del Concilio Vaticano II y que, con Juan Pablo II, supo extraer lo mejor de los textos y directrices conciliares.
Los frutos comenzaron a palparse: nuevos movimientos; seminarios que volvían a llenarse; congregaciones religiosas que nacían con fuerza, y las Jornadas Mundiales de la Juventud, que han aglutinado a millones de jóvenes de los cinco continentes.
Comienza una década llena de retos para la Iglesia católica, como la defensa de la vida en una civilización imbuida de «cultura de la muerte»; la descristianización de Europa; el avance de las sectas en Hispanoamérica y la evangelización del continente asiático.
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