sábado, 31 de marzo de 2012

Nace un portal de internet para establecer un ránking de los colegios españoles

Los gestores pretenden facilitar a los padres la tarea de elegir centro para sus hijos con datos externos fiables

Hasta ahora se ha venido examinando a los alumnos, tanto de forma interna, en sus centros, como luego en la selectividad. Incluso hay un prestigioso instrumento de comparativa internacional de los escolares: el informe PISA. A partir de hoy se cuenta con un medio para«aprobar» o «suspender» a los colegios. Se trata de scholarum.es,una página web que se ha puesto en marcha para que los padres sepan la «nota» que saca un determinado centro de enseñanza.

La idea es buena, puesto que facilitará a muchas familias la tarea de seleccionar los mejores centros. Y los establecimientos que peor puntúen, quizá encuentren en los pobres resultados públicos un estímulo para mejorar.

Según explica scholarum.es, «las familias podrán aportar comentarios y puntuar a los centros de tal forma que aporten información a otros usuario». No todas las opiniones valdrán lo mismo: «Los usuario sabrán si la opinión es de un padre del colegio, de un alumno, de un antiguo alumno o de alguien que no tiene nada que ver con el colegio».

El centro podrá utilizar estos contenidos «para conocer su reputaciónon line y su imagen de marca entre la comunidad, y así tomar decisiones que redunden en su mejora».

El éxito de scholarum.es dependerá de cómo se gestionen. Si se ponderan los datos de forma prudente, justa y actualizada, es posible que se transforme en un barómetro prestigioso y fiable. De lo contrario podría caer más bien en el terreno de las indiscreciones de comunidades de vecinos.

jueves, 29 de marzo de 2012

Por qué creo

Una vida para dar razón de la fe.

Recomendación para estas vacaciones de Semana Santa

Dos periodistas frente a frente: Vittorio Messori, el hombre que entrevistó a dos Papas, abre el libro de su vida ante el prestigioso vaticanista Andrea Tornielli. Nunca Messori había contado tantos detalles sobre su conversión al catolicismo, a los 23 años, dejando atrás una educación anticlerical.

Pero hace algo más. Frente a quienes, no creyentes o incluso creyentes, recluyen la religión en el ámbito de la irracionalidad, Messori sostiene que la razón conduce a la Fe, y que los fundamentos históricos que otorgan credibilidad al cristianismo tienen una solidez sin fisuras.

Con una argumentación brillante, sin perder jamás la ironía ni el humor, Messori consigue hacer de estas páginas frescas y atrevidas, polémicas en ocasiones, una lectura obligada para todo católico que quiera, como él, “dar razón” de por qué creer.

Sobre el autor


Vittorio Messori

Nació en Sassuolo di Modena (Italia) en 1941. Se licenció en Ciencias Políticas en la Universidad de Turín. Periodista de profesión, ha trabajado dentro del grupo italiano La Stampa. Ha colaborado también en el diarioCorriere Della Sera, en el Avvenire, y escribe en la revista Jesús, donde, en su sección “El caso Cristo”, publica un artículo mensual sobre la historicidad de los evangelios. Después de Hipótesis sobre Jesús (más de un millón de ejemplares vendidos en Italia y superadas la veinte ediciones en todo el mundo) ha escrito varios libros de enorme éxito internacional: Aportar por la muerte, Informe sobre la fe (junto con el entonces cardenal Ratzinger),¿Padeció bajo Poncio Pilato? y fue el periodista que colaboró con Juan Pablo II en el libro Cruzando el umbral de la esperanza. Su obra traducida al castellano, Leyendas negras de la Iglesia alcanzó un considerable éxito en España.

domingo, 25 de marzo de 2012

En tres años, Cáritas España duplicó asistencia y llegó a 9.000 familias en 2011

El Obispo de Cádiz y Ceuta, Mons. Rafael Zornoza Boy, ha presentado este jueves una campaña de sensibilización de apoyo a Cáritas cuyo objetivo es hacer un llamamiento a todas las gentes de buena voluntad para tratar de ayudar, en lo posible, a las miles de familias que están padeciendo las consecuencias de esta "gravísima crisis económica" como son la pobreza, el desempleo y la exclusión social. Destaca que en 2008, cuando se inició la crisis, Cáritas atendió a 4.000 familias y esa cifra se ha elevado hasta las 9.000 en el año 2011.

En rueda de prensa, el obispo ha reconocido estar "verdaderamente impresionado" por las situaciones de necesidad que están pasando tantas familias, apuntando que "todo lo que hagamos es poco para impulsar una ayuda mayor y mejor".

De ahí esta campaña, que incluye la posibilidad de una domiciliación bancaria de las ayudas de caridad a una cuenta cuyos fondos "se destinan directamente a la asistencia de las necesidades primarias y básicas de las familias".

Así, ha invitado especialmente a quienes actualmente no colaboran con nada, a quienes pide que sean "sensibles", y también a empresas y sociedades que quisieran colaborar y quieran hacerlo de manera institucional.

En el marco de estas "formas estables de participación", el obispo invita a plantearse donar "una cantidad proporcional al sueldo" y ha recordado "la costumbre antiquísima de contribuir con los diezmos y primicias a sostener las necesidades de la iglesia y de la caridad con los pobres".

En cuanto a la actividad de Cáritas, sus responsables han explicado que entre 2008 y 2011 pueden haberse invertido "más de dos millones de euros" en ayudas directas a las familias.

Los perfiles de los solicitantes se mantienen en la línea de años anteriores, detectándose un incremento de familias cuyo cabeza es trabajador público y se ven afectadas por los impagos de los ayuntamientos.

Según comentan, en los primeros años de la crisis hubo "una subida muy brusca" de peticiones de ayuda, luego la cifra se estabilizó, habiéndose registrado en lo que va de 2012 un incremento.

Además, se prevé que sea "la tónica general" durante el año, ya que se ha entrado "en una nueva etapa de recesión" y ya se prevé que el año cierre con "600.000 parados más", dándose la circunstancia de que el número de personas que acuden a Cáritas es directamente proporcional al paro que existe".

martes, 20 de marzo de 2012

La Conferencia Episcopal decide denunciar públicamente las "falsedades" de 'El País'

El diario de Prisa publicó un artículo contra la Conferencia Episcopal y posteriormente se ha negado a publicar un escrito de rectificación.

El diario El País vuelve a estar inmerso en una polémica con la Iglesia Católica, ya que no es la primera vez que esto ocurre en las páginas del diario de Prisa. El último choque se ha producido por un artículo publicado el pasado 26 de febrero por el encargado de la información religiosa del periódico y que se titulaba: "Jaque al paraíso fiscal". En él se arremetía contra la Conferencia Episcopal por los supuestos beneficios fiscales que disfruta la Iglesia y que no le deberían corresponder.

Ante los hechos publicados, y al considerar que el texto estaba lleno de "falsedades", la Conferencia Episcopal decidió tomar medidas y envió a El País un escrito el pasado 29 de febrero ejerciendo el derecho de rectificación con el que pretendía aclarar los datos vertidos en el artículo. Sin embargo, la carta redactada por el órgano de los obispos no ha sido publicada ni se ha recibido contestación con los motivos por los cuales la dirección del periódico ha tomado dicha decisión.

Pese a ello, la Oficina de Información de la CEE no se resignó y posteriormente envió otra misiva al Defensor del Lector de El País con "la intención de que pudiera mediar dada su función de ‘vigilancia' para que el tratamiento de las informaciones sea acorde con las reglas éticas y profesionales del periodismo".

Tal y como cuenta ahora el jefe de prensa de la Conferencia Episcopal, Isidro Catela, el Defensor del Lector les contestó asegurando que las invocaciones al derecho de rectificación no le correspondían a él. Tampoco hizo mención a las "implicaciones éticas" del asunto.

Ante el silencio del diario de Prisa, este martes la Conferencia Episcopal ha tomado la decisión de dar a conocer el asunto a la opinión pública a través de un comunicado, mostrando tanto las "falsedades" del artículo como la actitud de El País ante las peticiones de la Iglesia.

En este sentido, la Conferencia Episcopal ha afirmado que "hoy, 25 días después de la publicación del artículo, ante el incumplimiento de la obligación del diario de dar cauce adecuado al ejercicio del derecho de rectificación, y dado el interés general que tiene el contenido de la carta, la damos a conocer a la opinión pública".

El servicio de información muestra el escrito de rectificación enviado al diario desmontando datos concretos ofrecidos en el artículo en cuestión. En el texto dirigido al director afirma que "le solicito que rectifique lo publicado en la página 32 de la edición de El País del domingo 26 de febrero, donde se afirma que el Estado ‘tiene en nómina a obispos y curas como si fuesen funcionarios’".

"Es falso", sentencia categóricamente la Conferencia Episcopal, que explica que "son las diócesis las que retribuyen mensualmente a los sacerdotes". Y asegura que podrían hacerlo con el Fondo Común Interdiocesano que distribuye la CEE y que entre otras partidas proviene de la casilla que marcan los españoles a favor de la Iglesia Católica en su Declaración de la Renta.

Del mismo modo, el escrito de rectificación se refería a otro dato dado por El País, que aseguraba, según la CEE, que "la Iglesia católica está exenta del IBI ‘en virtud de los acuerdos entre el Estado y la Santa Sede’". "Tampoco es cierto", responde el jefe de prensa, que aclara que "ese régimen fiscal está regulado por la Ley de Mecenazgo 49/2002" y que se da "en virtud de lo que allí se recoge por lo que la Iglesia disfruta de las mismas exenciones que otras instituciones sin fines lucrativos".

Sin embargo, no es la primera vez que la Conferencia Episcopal envía una carta de rectificación a este diario. Hace poco más de un año ocurrió lo mismo por un editorial titulado "Púlpitos en las aulas" y que obligó a otro escrito en el que se decía a El País que "la discrepancia en las ideas, en este caso expresadas en forma de editorial, es legítima. Lo que no se sostiene es que esas ideas se basen en hechos que no son verdad".

Este es el escrito íntegro envíado por la Conferencia Episcopal al diario El País:

RECTIFICACIÓN

Sr. Director:

Le solicito que rectifique lo publicado en la página 32 de la edición de “El País” del domingo 26 de febrero, donde se afirma que el Estado “tiene en nómina a obispos y curas como si fuesen funcionarios”. Es falso. Son las diócesis quienes retribuyen mensualmente a los sacerdotes. Lo podrían hacer con el dinero que procede de una parte del Fondo Común Interdiocesano, distribuido anualmente por la Conferencia Episcopal Española y que a su vez, se compone, entre otras partidas, del dinero que los contribuyentes, de forma libre y voluntaria, asignan cada año en su Declaración de la Renta a favor de la Iglesia. Pero ni siquiera todas las diócesis pagan los sueldos con el dinero del mencionado Fondo, porque en él se incluyen partidas de asignación y no de distribución directa a los interesados.

En la misma información también se asegura que la Iglesia católica está exenta del IBI “en virtud de los Acuerdos entre el Estado y la Santa Sede”. Tampoco es cierto. Ese régimen fiscal está regulado por la Ley de Mecenazgo 49/2002. Es en virtud de lo que allí se recoge por lo que la Iglesia disfruta de las mismas exenciones que otras instituciones sin fines lucrativos.

Isidro Catela Marcos

Director Oficina de Información

Conferencia Episcopal Española

jueves, 15 de marzo de 2012

La culpa la tienen los profesores

Hemos formado una generación ajena al gusto de saber y alérgica hacia los clásicos. Los hemos convencido de que lo bueno es lo económicamente útil. Y además han heredado nuestros complejos.
¿UN NÚMERO INFINITO?
Hemos formado una generación ajena al gusto de saber y alérgica hacia los clásicos. Los hemos convencido de que lo bueno es lo económicamente útil. Y además han heredado nuestros complejos.
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Decía el otro día aquí mismo Ely Del Valle que hemos pasado ya De jóvenes sobradamente preparados a padres tremendamente acomplejados, y creo que ni ella misma es consciente de cuánta razón tiene. Está de moda entre los jovencitos dar por buena la rebeldía heredada de sus mayores, aprobada en su origen por sus padres, sus maestros y sus hermanos mayores, y fomentada por esos políticos de los que tan mal se habla pero que siempre se terminan tomando como modelo y guía en este mar de tinieblas. Y esa falsa rebeldía es la forma más completa de sumisión y de dependencia, ya que construye adultos no ya incapaces de verdadera protesta, sino hasta ignorantes de qué es y dónde puede esta la verdadera insumisión a los males de nuestro tiempo. Stultorum plena sunt omnia, y si ya era así para Cicerón(Ad familiares 9, 22, 4) qué no será ahora.

"…nuestra generación jamás se nos pasó por la imaginación llamar idiota a un padre ni desafiar abiertamente su autoridad. Pertenezco, en definitiva, a una generación educada en el respeto a los demás, y sobre todo, en el respeto a unos padres que no se andaban con chiquitas sin que por ello dejaran de querernos como queremos nosotros a nuestros hijos; ni más ni menos" .

"Hoy sé también que pertenezco a una generación víctima, a partes iguales, de los psicólogos y su teoría de que a los niños hay que explicarles la propiedad de la conductibilidad de los metales en vez de darles un manotazo cuando van a meter los dedos en un enchufe, y de una serie de complejos heredados de no se sabe dónde que nos han convertido seguramente, en los peores padres de la historia: padres consentidores porque es más cómodo dar que negar; padres indolentes porque es menos cansino que los niños den la brasa a los demás que a nosotros; padres que confundimos el culo con las témporas, las regañinas con agresiones, la libertad con el dejar hacer" .

"Nos ponemos como hidras cuando un profesor intenta inculcar disciplina a nuestros hijos pero al mismo tiempo no nos importa que el Estado los adoctrine y la televisión les lave el cerebro a golpe de dibujos japoneses. Nuestros hijos siempre tienen razón frente a los demás, nadie tiene derecho a levantarles la voz, si queman una papelera la culpa es de quien la ha colocado en un sitio inadecuado. Alguien nos ha convencido de que los hijos no se les castiga porque se traumatizan, no se les lleva la contraria porque se frustran y no se les da un meneo porque desde los cinco años saben que pueden llamar al Defensor del Menor". Y es verdad, así están las cosas. Es muy probable que muchos padres tengan su cuota de culpa en esos males que luego lamentan, pero no hay que callar la que sin duda tenemos maestros y profesores.

No puede ser, ni es aceptable en 2012 ni lo era hace un siglo o dos, que un docente profesional cultive como virtud principalísima la doblez y la hipocresía. No podemos ni debemos poner nuestras palabras en contradicción entre sí, o con nuestros actos, porque indudablemente en todas las fases de la juventud el maestro o profesor que actúa así siembra el peor de los ejemplos. No podemos pedir a nuestros alumnos que no copien si por un lado no nos atrevemos a corregir ejemplarmente a los transgresores y por otro nosotros mismos sembramos cizaña (y no a la cara) contra otros compañeros de oficio y similares. Ya entiendo que no se trata de formar caballeros andantes ni oficiales de Infantería, pero es muy aburrido convivir con ejemplos continuos de mediocridad y de cobardía, precisamente encarnados en docentes que no saben sino renegar del sistema educativo que ellos han contribuido a hacer como es y del que sueñan huir en vez de enderezar.

No hace falta ser Gandalf, precisamente, para entender algo que ya decía la Biblia antes incluso de Cicerón: que estamos rodeados de tontos (digamos… simples), y que ese defecto se extiende. Es mucho más fácil amoldarse a las modas imperantes, reír las supuestas gracias aunque no sean tales, adular al poderoso aunque yerre, medrar a la sombra del poder, mostrarse hostil con el débil y sumiso con el fuerte, evitarnos problemas en suma. Todos tenemos en mente algún docente en activo que se evita los muchos problemas de nuestra época siguiendo esta ruta y llamando calidad educativa a una colección de papelujos. Pero no hay derecho a que ese mismo docente, culpable de muchos de los males transmitidos a la generación discente, se queje después de ellos. No señor, no hay derecho a que el corresponsable de un mal cierre los ojos a él, pretenda que lo hagamos los demás o incluso aplauda lo que es manifiestamente lamentable. No, y diga lo que diga no dejará de ser una patética criatura de sacristía, que sin duda estaría mejor fuera de un oficio, el de la tiza, que como todos requiere capacidad, conocimientos y afición que muchos nunca han tenido. Perversi difficile corriguntur et stultorum infinitus est numerus, Ec 1, 15.