lunes, 7 de agosto de 2023

El cómic mentiroso: los cristianos no quemaron biblioteca en Alejandría

(Fuente: Gaudium Press)

 La leyenda negra contra la Iglesia o los católicos, que llega hasta los cómics…

Cuenta Pablo J. Ginés en Religión En Libertad que desde mayo de 2018 empezó a venderse en España el cómic Hipatia, la verdad en las matemáticas, dirigido a los jóvenes. El argumento del cómic cuenta la historia de la matemática y filósofa neoplatónica Hipatia de Alejandría y trata también del contexto de esa ciudad en su época, que era junto a Roma de las más importantes del orbe. El cómic dice contar con la asesoría de una doctora en historia de la ciencia.

En las primeras páginas la historieta explica la historia de la destrucción del Serapeum de esa ciudad en el año 391 a manos de ‘fanáticos cristianos’. Serapeum o Serapeo era un santuario donde se cultuaba a Serapis, una especie de versión egipcia de Zeus, pero al que se le sumaban características de otros dioses egipcios. Este santuario fue fundado por el faraón Ptolomeo I Sóter en el año 300 a. C., en pleno crecimiento de imperio egipcio de corte macedónico.

El complejo era gigantesco, de tal manera que constituía una verdadera acrópolis (ciudadela), y algunos aseguran que con biblioteca incluida.

Entre tanto, lo que verdaderamente ocurrió fue algo bien distinto. Paganos habían atacado a cristianos, según relata Sozomeno en su Historia Eclesiástica, escrita no mucho después de los hechos:

Los cristianos habían encontrado en las dependencias subterráneas de una iglesia, unos objetos de culto paganos. Cogieron esos objetos, los sacaron a la luz, y se burlaban de ellos, y de lo ridículo de cultuar esos miserables objetos. Pero eso disgustó a los paganos.

Entonces “los paganos, asombrados de que se hiciera tan exposición inesperada, no pudieron soportarla en silencio, sino que conspiraron para atacar a los cristianos. Mataron a muchos de los cristianos, hirieron a otros y tomaron el Serapeum, un templo famoso por su belleza y gran tamaño, en una elevación. Lo convirtieron en una ciudadela temporalmente. Allí mantuvieron presos a muchos cristianos, los torturaron y les obligaban a ofrecer sacrificios. Los que rechazaban hacerlo eran crucificados, les rompían ambas piernas o les mataban de alguna forma cruel”.

Paganos que se vanagloriaban de torturas y matar cristianos

Refutando a una autora anticristiana, Catherine Nixey, escribe Tim O’Neill en su blog Historia para Ateos:

“Nixey no menciona que la gente que lideraba a esta banda asesina no eran simplemente ‘fieles ofendidos’ sino prominentes filósofos neoplatónicos. Su líder era Olimpio, un neoplatonista de la desafiante escuela pagana de Yámblico, y le apoyaban otros filósofos líderes de esta escuela, incluyendo a Heladio y Amonio. El historiador cristiano Sócrates Escolástico, que estudió más adelante con estos dos últimos en Atenas, explica que a menudo ellos se jactaban de su papel en los asesinatos y torturas del Serapeum, con Heladio asegurando que él personalmente mató a 9 cristianos. Entre las víctimas cuyos cuerpos se encontraron luego en el templo estaba el estimado retórico y estudioso cristiano Gesio, que fue -según un poema burlesco posterior de Palladas- torturado sin comer, crucificado, posiblemente le rompieron las rodillas y luego arrojado a un foso. Es curioso que Nixey no mencione nada de esta violencia y de quién la perpetró”.

En ese momento, ya estaba prohibido el culto pagano en templos, con sacrificios, aunque en ciertos lugares esas normas no se aplicaban a rajatabla.

Pero dado que el sitio se había transformado también en lugar de torturas a cristianos, fue cercado por las tropas del gobernador. Sin embargo no se cometió ninguna masacre: los paganos sublevados pudieron salir, protegidos.

Lo que sí pasó es que el pueblo cristiano entró en el sitio, recordemos, donde los cristianos habían sido torturados, y destruyó el Serapeum.

– Pero entonces sí se quemaron los libros…

– No. Ningún autor contemporáneo habla de destrucción de libros ni de biblioteca. Ni los cristianos Sofronio, ni Rufino Tiranio, ni el pagano Eunapio de Antioquía. Este último tampoco menciona ningún derramamiento de sangre.

Solo un autor, cristiano, Orosio, amigo de San Agustín, dice que en los templos, no en la supuesta biblioteca, habían cofres de libros, y que “me dicen que cuando estos templos fueron saqueados nuestros hombres se los llevaron”. Nada de quemas, nada de autos de fe de libros, nada de biblioteca destruida por fanáticos cristianos.

“Así, la quema de libros y bibliotecas que sale en la película «Ágora» de Amenábar, la quema de biblioteca a la que alude Carl Sagan en la serie de TV «Cosmos», la escena de este cómic infantil sobre Hipatia lamentando la quema de libros… no tiene base histórica”, dice Pablo Ginés.

“Cuando los cristianos destruyen el Serapeum -escenario de torturas y rituales sangrientos- no hay pruebas de que queden libros. En la época de Hipatia, no hay pruebas de ninguna biblioteca”, concluye.