sábado, 30 de enero de 2010

ES URGENTE PROPONER VALORES A LOS JÓVENES

Se requieren respuestas nuevas y creativas a los problemas actuales, afrma


El Papa Benedicto XVI invitó a los miembros de las Academias Pontificias a ofrecer respuestas “adecuadas” y “creativas” a los problemas que plantea la cultura contemporánea, recurriendo siempre a “las riquezas de la tradición cristiana”.

En particular, es necesario “ofrecer valores” a las jóvenes generaciones, en una sociedad dominada por el “relativismo” y el “subjetivismo”.

El pontífice recibió hoy en audiencia a los miembros de las Academias Pontificias de Santo Tomás de Aquino, de Teología, de Arqueología, de la Inmaculada, de Bellas Artes, Cultorum martyrum, y la Academia Mariana, durante su tradicional sesión pública anual.

Recordando que hoy se celebra, precisamente, la memoria de santo Tomás de Aquino – a cuyo pensamiento está dedicada toda una Academia – Benedicto XVI invitó a los miembros y expertos de las Academias a “confiar en la posibilidad de la razón humana”, manteniendo la fidelidad al “depósito de la fe”, a la hora de afrontar las cuestiones que plantea el diálogo con las culturas.

“Es necesario que las Pontificias Academias sean hoy más que nunca Instituciones vitales y vivaces, capaces de percibir agudamente tanto las preguntas de la sociedad y de las culturas, como las necesidades y las expectativas de la Iglesia”, afirmó.

El objetivo de trabajo de las Academias Pontificas debe ser, explicó el Papa, “promover, con todas las energías y los medios a disposición, un auténtico humanismo cristiano”.

“La cultura contemporánea, y aún más los propios creyentes, solicitan continuamente la reflexión y la acción de la Iglesiaen los diversos ámbitos en los que surgen nuevas problemáticas y que constituyen también sectores en los que trabajáis”.

Estos sectores, explicó el Papa, son “la búsqueda filosófica y teológica; la reflexión sobre la figura de la Virgen María; el estudio de la historia, de los monumentos, de los testimonios recibidos en herencia por los fieles de las primeras generaciones cristianas, comenzando por los mártires; el delicado e importante diálogo entre la fe cristiana y la creatividad artística”.

En este sentido, invitó a los académicos a “ofrecer una contribución cualificada, competente y apasionada, para que toda la Iglesia, y en particular la Santa Sede, pueda disponer de ocasiones, de lenguajes y de medios adecuados para dialogar con las culturas contemporáneas”.

Con ello, la Iglesia podrá “responder eficazmente a las preguntas y a los desafíos que la interpelan en los diversos ámbitos del saber y de la experiencia humana”.

Jóvenes

En particular, el Papa mostró si preocupación por los jóvenes, cuya formación se resiente a causa de la pérdida de valores de las sociedades occidentales.

“Como he afirmado muchas veces, la cultura de hoy se resiente fuertemente, tanto de una visión dominada por el relativismo y el subjetivismo, como por métodos y actitudes a veces superficiales e incluso banales”.

Esta superficialidad cultural “daña la seriedad de la investigación y de la reflexión y, en consecuencia también el diálogo, la comparación y la comunicación interpersonal”.

Por tanto, el Papa afirma que es necesario “volver a crear las condiciones esenciales de una capacidad real de profundización en el estudio y en la investigación, para que se dialogue racionalmente y se confronte eficazmente sobre las diversas problemáticas, en la perspectiva de un crecimiento común y de una formación que promueva al hombre en su integridad y compleción”.

Esta “carencia de puntos de referencia ideales y morales” afecta a “la convivencia civil y sobre todo la formación de las generaciones jóvenes”, advirtió.

En este sentido, afirmó que es necesario realizar “una oferta ideal y práctica de valores y de verdades, de razones fuertes de vida y de esperanza, que pueda y deba interesar a todos, sobre todo a los jóvenes”.


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