martes, 29 de marzo de 2016

Ángela Ruiz Robles, precursora del ebook, católica y española: la inspiración es obra de Dios, decía.

El Doodle de Google homenajea este lunes a la maestra rural, premiada pedagoga e inventora Ángela Ruiz Robles (1895-1975), a la que se considera precursora del libro electrónico, los readers y las tablets, y en general de cualquier aparato electrónico con luminosidad que puede "descargar" información.

Hija de un farmacéutico, después de unos años como maestra rural llegó a Ferrol en 1928 y en 1934 fue designada gerente de la Escuela Nacional de Niñas en el Hospicio de Ferrol, que era una escuela primaria para niños abandonados, a los que se impartía también formación musical y oficios útiles en una ciudad de astilleros y vocación marinera.



La República la investigó... por revolucionaria
Ese año de 1934 las autoridades de Enseñanza republicanas abrieron un expediente disciplinario a Ángela porque daba un pequeño donativo mensual a familias de maestros presos en la Revolución de Asturias, que ese mes de octubre causó unos 1.500 muertos, incluyendo el asesinato de 34 clérigos, algo que espantó a la España de la época. El expediente acabaría archivado en 1941.

Ella no era para nada revolucionaria, pero sí una entusiasta de la transformación social mediante la educación. En el Instituto Ibáñez Martín, donde estuvo dando clase desde 1945 hasta su jubilación, dio durante décadas clases nocturnas gratuitas en su escuela obrera vespertina. 

Pétalos para el Corpus
Ángela era católica convencida y fervorosa. Cada año preparaba los pétalos de rosa que se tiraban desde la balconada de su casa y academia al paso de la procesión del Corpus. También abría los balcones de la casa para todos los que querían ver las procesiones de La Dolorosa y San Juan, con sus bandas militares y las cofradías de Nuestra Señora de la Merced o el Santísimo Cristo Redentor.

Organizaba tertulias semanales sobre todo tipo de temas: le encantaba la poesía, pero también podía presentar ideas de logística para la complicada vida cotidiana de la postguerra, sobre como conservar el pescado o mejorar la distribución de alimentos.

Pero fuera de esas tertulias, evitaba casi todos los acontecimientos sociales, visitas, paseos y otras ocupaciones que le hicieran perder el tiempo. Para refrescar el ánimo le gustaba la naturaleza marítima, y pasear por las playas de San Jorge o Cobas. Luego, en el silencio de la noche, escribía durante largas horas.



Una renovadora de la educación
Entre 1938 y 1970, Ángela Ruiz Robles publicó 16 libros de texto sobre diversas materias como ortografía, taquigrafía, mecanografía, gramática, historia y geografía. Dos de ellos, editados en 1938 y 1941, presentaban un nuevo sistema taquigráfico proponiendo nuevos signos y caracteres enlazados. Era un sistema que podía servir para cualquier idioma, incluyendo el esperanto. Ella era entusiasta de esta lengua artificial, pero puesto que la Unión Soviética y varios países del Bloque del Este la habían empezado a apoyar (y antes que ellos diversas corrientes anarquistas) en la España franquista tenía muy mala fama.



La inspiración es obra de Dios
Más adelante, cuando alcanzó cierta fama, le preguntaron: "¿Qué necesita usted para entregarse a su tarea de inventora?" Ella respondió: «Conocer profundamente una materia, a esto ayuda poseer la mayor cultura posible, y conjuntamente con estos bagajes humanos, naturalmente, la inspiración, que es obra de Dios claro, y las ideas; después, un poco de silencio para la gestación de estas ideas y no perder el tiempo en largas conversaciones de tipo corriente».

En otra ocasión insistió: "Es necesario que los sirvientes o personas que rodean al inventor no lo obliguen a conversaciones amplias de cosas de tipo corriente. El silencio es imprescindible, pues facilita la gestación de esas ideas, que luego favorecen el progreso del mundo".

Su visión de la vida era que «venimos a este mundo no solo a vivir nuestra vida lo más cómodo y mejor, sino a preocuparnos de los demás, para que puedan beneficiarse de algo ofrecido por nosotros».

Cuando le preguntaron porqué se dedicaba a inventar cosas, dijo: «Por vocación, nacida de la inquietud que se apodera de mí cuando me doy cuenta de que puedo participar a que la Humanidad aprenda con el menor esfuerzo posible».

Siempre hablaba de «aliviar el aprendizaje» y decía «que a las criaturas que traemos al mundo, tenemos la obligación de ponérselo más fácil». El esperanto, por ejemplo, le encantaba porque aportaba sencillez y era fácil de aprender. Pero al cerrarse esa vía, se decantó por añadir el inglés y el francés a sus proyectos.


Ángela con su prototipo de "libro mecánico" o "enciclopedia mecánica"; lo construyó y patentó en 1949, aunque nunca llegó a producirse a nivel industrial


El ebook... de 4 kilos de peso
Esta búsqueda de lo práctico, del mayor resultado con el mínimo esfuerzo, fue lo que la llevó al invento de la "Enciclopedia Mecánica", que era una especie de libro electrónico con luz (pensando en tantos alumnos que pierden vista con mala luz en casa) y con bobinas cambiables de contenidos muy visuales, que harían innecesarios los libros gordos (que dañaban la espalda de otros alumnos, y aún lo hacen en la España del siglo XXI).

El "libro" no tenía páginas, sino bobinas, parecidas a un rollo fotográfico, y podían llevar sonoridad, aumentar la imagen... El prototipo pesaba 4 kilos, pero pensaba que al producirse industrialmente enseguida se reduciría. Lo presentó en mil ferias, y en algunas fue premiado, pero nadie en España llegó a producirlo y ella se negó a hacerlo en el extranjero.



Premios y reconocimientos
Maestra, empresaria de la educación (fundó una academia para formar a jóvenes opositores), inventora, madre de tres hijas... por su combinación de pedagogía y labor social recibió en 1947 la Cruz de Alfonso X el Sabio, en reconocimiento a su carrera profesional, que le fue impuesta por el alcalde de Ferrol, Alcántara Rocafort, en nombre del ministro de Educación. Después llegaron muchas más.

Recibió la Medalla de Oro y Diploma en la Exposición Nacional de Inventores (1952), Lazo de la Orden de Alfonso X el Sabio (1956), Óscar a la Invención en la Feria de Zaragoza (1957), Medallas de Bronce (1957 y 1958) y de Plata (1963) en la Exposición Internacional de Inventores de Bruselas, Medallas de la Exposición Iberoamericana de Sevilla (1964), del Salón Internacional de Inventores de Ginebra (1970) y del Salón de la Inventiva de Madrid (1970). Fue nombrada gestora delegada de la Agrupación Sindical de Inventores Españoles (1959) y jefa provincial de la Federación Politécnica Científica de Inventiva Internacional (1973). Pero su invento nunca se fabricó.

Incluso hoy, en 2016, con las tablets y readers al alcance de casi cualquier bolsillo, los niños aún van al colegio cargados de pesados libros y los maestros siguen explicando las lecciones junto a una pizarra, aunque los niños (y universitarios) hacen sus "trabajos" copiando de Wikipedia. La gente tiene acceso rápido a muchísima información. No está claro si Ángela diría que eso ayuda hoy a la formación y educación de las nuevas generaciones. 

lunes, 28 de marzo de 2016

Atentado contra cristianos en Domingo de Pascua deja más de 50 muertos en Pakistán


Más de 50 personas murieron y varias otras decenas resultaron heridas luego de un atentado suicida en Pakistán, en un parque en el que una gran cantidad de cristianos celebraban la Pascua de Resurrección.
La agencia AFP informa que la explosión ocurrió en un parque del centro de la ciudad de Lahore donde los cristianos habían llegado para las celebraciones pascuales.
Docenas de ambulancias llegaron al lugar, donde había una gran cantidad de mujeres y niños entre los afectados.
“El número de muertos ha subido a 56. Las operaciones de rescate prosiguen”, declaró a AFP, Muhammad Usman, unas de las autoridades de la administración de Lahore.
Ataques a cristianos
En Pakistán el odio a los cristianos, que son una minoría religiosa, parece no tener límites.
En la primera semana de este año en enero un grupo de musulmanes secuestró a una joven cristiana, otro quemó una pila de biblias y libros litúrgicos en una iglesia; y en la región de Punjab quemaron una iglesia protestante.
En octubre del año pasado, una cristiana de 28 años fue quemada viva por rechazar casarse con un musulmán. La mujer no murió pero quedó con el 80 por ciento del cuerpo afectado.
En abril de 2015, un grupo de extremistas islámicos prendió fuego a un adolescente por decir “soy cristiano”. El muchacho murió luego de perdonar a sus homicidas.
Pocos días antes, en marzo, dos terroristas suicidas atentaron contra dos templos cristianos en el barrio de Youhanabad en Lahore dejando un saldo de al menos 14 muertos y unos 80 heridos.
En esa oportunidad el Papa Francisco recordó que el ataque se dirigió a “iglesias cristianas. Los cristianos son perseguidos. Nuestros hermanos derraman sangre solamente porque son cristianos”.
Como estos, muchos otros incidentes ocurren en Pakistán, donde los cristianos son constantemente perseguidos y asesinados por extremistas musulmanes.

Ley de blasfemia
La Ley de Blasfemia agrupa varias normas contenidas en el Código Penal inspiradas directamente en la Shariah –ley religiosa musulmana– para sancionar cualquier ofensa de palabra u obra contra Alá, Mahoma o el Corán.
La ofensa puede ser denunciada por un musulmán sin necesidad de testigos o pruebas adicionales y el castigo suponer el juicio inmediato y la posterior condena a prisión o muerte del acusado.
La ley es usada con frecuencia para perseguir a la minoría cristiana, que suele ser explotada laboralmente y discriminada en el acceso a la educación y los puestos de función pública.
Uno de los casos más emblemáticos en la aplicación de esta norma es la madre y esposa católica Asia Bibi.
En junio de 2009, Asia trabajaba como obrera en Sheikhupura, cerca de Lahore, Pakistán. En una ocasión le pidieron que buscara agua potable para sus compañeras. Algunas de las trabajadoras –todas musulmanas– se negaron a beber el agua por considerarla "impura" debido a que fue provista por una cristiana.
Un día más tarde, Asia fue atacada por una turba y llevada a una comisaría “por su seguridad”, donde fue acusada de blasfemia contra Mahoma.
Desde su detención denunció ser perseguida en razón de su fe y negó haber proferido insulto alguno contra el Islam.
Hace unos meses la familia de Asia pudo saludar al Papa Francisco gracias a las gestiones de HazteOir. En esa ocasión el Santo Padre le dijo al esposo de esta mujer católica y madre de cinco hijas que reza por ella y su liberación.
Asia Bibi ya lleva más de cinco años encarcelada injustamente en Pakistán desde que fuera condenada el 8 de noviembre de 2010.
https://www.aciprensa.com/noticias/atentado-contra-cristianos-en-domingo-de-pascua-deja-mas-de-50-muertos-en-pakistan-96417/

sábado, 12 de marzo de 2016

Teología y Universidad

Invitado: Juan Velarde Fuertes

En pleno reinado de Isabel II, se suprimieron en el ámbito estatal las Facultades de Teología. Hoy, esta situación permanece. De nada sirvió que en Arbor, abril de 1953, apareciera el artículo Universidades civiles del mundo en las que hay Facultades de Teología, según el cual, en países con centros universitarios tan acreditados como Alemania, Austria, Francia, Suiza, Estados Unidos, Inglaterra o Suecia, esa exclusión española no existía. Expóngase esta diferencia, por ejemplo a Mircea Eliade, en la Universidad de Chicago, centro de importancia innegable, o al entonces profesor Ratzinger en la Universidad de Munich, o al papel de la Teología moral en la Universidad de Cambridge.
En el importante y documentado libro de Antonio Martín Puerta, El franquismo y los intelectuales. La cultura en el nacionalcatolicismo (Encuentro, 2013), se señala: «Otra forma de aproximación que no dejó de considerarse fue la inserción de Facultades de Teología en la universidad, algo que, por ejemplo en Alemania, no llama siquiera la atención». No es la única cita que puede hacerse. Eustaquio Guerrero S.J., en Razón y Fe, mayo de 1951, escribió: «Podría haber una Facultad de Teología en la Universidad oficial española. Quizá debería haberla, aunque a ella no asistiesen sino aspirantes al sacerdocio». Y el académico y gran teólogo González de Cardedal ha opinado, en La teología en España (1959-2009) (Encuentro, 2010, pág. 43), que la «separación del espacio común del pensamiento, de la creación científica y artística, fue mortal para la teología». Esa convicción tuve cuando me designaron Rector de la Universidad Hispanoamericana de Santa María de La Rábida. Acudí al ahora cardenal Sebastián y a González de Cardedal para que, en una Universidad oficial, aunque de verano como era aquella, dirigiese un curso de teología. Mientras allí fui Rector, eso se consiguió con gran éxito en el mundo universitario. Yo intentaba, así, introducir la Teología, no en simples cursos de verano, sino en la Universidad. Mucho conversé sobre eso con dos sucesivos ministros de Educación, Martínez Esteruelas y Robles Piquer. Confieso que, tras mi cese como Rector, nadie se volvió a ocupar allí de eso.
He insistido, y algo he logrado, como Patrono de otra Universidad de verano, la Internacional Menéndez y Pelayo, para que dirigiese enseñanzas de Teología en ella, González de Cardedal con un brillante conjunto de profesores. Y ahora, como director de los ya importantes Cursos de La Granda, el mes de agosto en Asturias, juntamente con cuestiones de debate de gran altura, de economía, medicina, biología, historia, literatura, pretendo, en combinación con teólogos, que se consoliden los de teología. El mundo académico laico tiene ya esos pequeños puntos de apoyo en el santanderino Palacio de La Magdalena y en La Granda. Pero eso tiene que ser sólo el principio, de algo que trascienda también más allá de las que son, únicamente, Universidades de la Iglesia. Es fundamental, por todo lo que he señalado, para la cultura española.