sábado, 31 de octubre de 2015

Papa: Excluir a los padres y sus creencias de la enseñanza es una amputación grave

Envía una carta ante el XVIII Congreso de Escuelas Católicas en España


El papa Francisco advirtió a los colegios españoles de que si excluyen a los padres así como sus creencias y valores están realizando “una amputación grave” en la educación de los niños.
El Pontífice envió una carta al presidente de la Comisión episcopal de Educación de la Conferencia Episcopal Española, monseñor César Franco, con motivo de la inauguración del XVIII Congreso de Escuelas Católicas que se está celebrando en Madrid, hasta el sábado 31 de octubre, bajo el lema “Sabemos educar. Libertad y compromiso” y que reúne a más de 1.800 directores, profesores y titulares de centros educativos españoles.
El Santo Padre destacó “el papel de los padres y de toda la familia en la escuela” porque, según precisa, educar es también “un acto de amor” y “son ellos los que tienen el derecho y el deber de educar a sus hijos”.
Asimismo, pide que los profesores de las escuelas católicas sean “profesionales” pero, sobre todo, “coherentes” y espera que este sea el aspecto “distintivo” de estos colegios. “Los niños y jóvenes tienen derecho ciertamente a recibir una educación de calidad impartida con competencia y profesionalidad pero sobre todo necesitan una educación de calidad humana, moral y espiritual y para ello es imprescindible el testimonio y coherencia de los profesores, este debe ser un aspecto fundamental y distintivo de la escuela católica”, subraya.
De esta forma, según indica, los maestros pueden ayudar al niño a “crecer como persona” y abrirse a la realidad “no con actitud posesiva ni con prejuicios ideológicos sino con una mirada de asombro y respeto ante el misterio de la vida”.
El Papa reconoce que hay “muchas dificultades y obstáculos” a las que se enfrentan los profesores “en este momento particularmente complejo de la historia” y, por ello, les agradece su “dedicación, compromiso, ilusión y generosidad”.
Por otro lado, Francisco pide a las escuelas que no olviden educar a sus alumnos para que “luchen contra la cultura del descarte y la marginación” porque, según recuerda, educar supone también “abrirse a una amplia dimensión social” y, a su juicio, es “una obligación compartir con los pobres y necesitados el pan de la cultura”.
En este sentido, puso de relieve la “larga historia de amor, servicio y promoción que la escuela católica española siempre ha protagonizado en favor de los niños más pobres y desfavorecidos” y la ha alentado a ser junto a las familias, “cada vez más, taller de esperanza”.
El Congreso y la libertad de enseñanza
Durante tres días, Escuelas Católicas se proponen explorar y exponer todos aquellos temas que avalan la necesidad de profundizar en la libertad de enseñanza en su sentido más amplio. Que la sociedad en general, y el sector en particular, apueste por la libertad de enseñanza como un pilar de la democracia y la pluralidad.
Asimismo, esta reunión tratará de que sea reconocido que el compromiso de la escuela católica contribuye a mejorar nuestra sociedad y a hacerla más equitativa, y que la financiación económica es una condición para lograr todo esto.
Escuelas Católicas es una institución que representa en España a 2.048 centros educativos concertados católicos, 1.207.527 alumnos y 100.400 trabajadores. Cada dos años celebra una reunión abierta a todos los representantes de instituciones titulares y centros educativos. Hasta ahora han tenido lugar doce congresos, seis en Madrid y los otros cinco en Zaragoza, Valladolid, Sevilla, Valencia, Toledo y Valladolid.
En las ediciones anteriores se abordaron temas como el liderazgo educativo; la calidad; las nuevas reformas educativas y la autonomía de los centros; la alternativa que suponen los centros concertados de iniciativa social para dar respuesta a la demanda de la sociedad; la función directiva; la necesidad de que los centros educativos se adapten, con calidad, a nuevas realidades; la Formación Profesional; las TIC, y la prevención de dependencias.
Artículo originalmente publicado por AICA

viernes, 30 de octubre de 2015

Católicos, musulmanes y judíos defienden la clase de Religión como escuela de "valores" contra la propuesta del PSOE

Responsables de la Iglesia Católica, la comunidad musulmana y la judía han defendido este miércoles la clase de Religión en los colegios españoles, frente a la propuesta del PSOE de sacar la asignatura de las aulas, porque consideran que esta materia es una escuela de "valores".

"No es idóneo (eliminar la Religión del currículo) porque puede ayudar a fomentar los valores que todos anhelamos", ha indicado el responsable de la Comunidad Islámica de España (CIE) y presidente de la Unión de Comunidades Islámicas de España (UCIDE), Riay Tatary, durante una comparecencia antes de intervenir en una mesa redonda organizada por la Conferencia Episcopal Española con motivo de los 50 años de la promulgación de la declaración Nostra aetate del Concilio Vaticano II.
Además, ha apuntado que le "extraña" mucho que esta propuesta venga del PSOE teniendo en cuenta que los musulmanes firmaron sus acuerdos con el Estado y los desarrollaron en materia educativa estando los socialistas en el Gobierno. Por ello, ha anunciado que durante los próximos días se reunirá con algunos cargos del partido para debatir sobre este tema.
En esta línea, el presidente de la Federación de Comunidades Judías de España (FCJE), Isaac Querub, ha asegurado que no van a apoyar nunca "ninguna iniciativa que vaya ni contra la Religión católica ni contra ninguna religión". "Nosotros somos partidarios de la enseñanzas de los valores contenidos dentro del judaísmo, del cristianismo y del islam", ha matizado.
Querub se ha mostrado partidario de un Estado aconfesional pero ha precisado que si se imparte Religión en los colegios, tanto católicos como musulmanes y judíos deben tener la opción de enseñar esta asignatura. Asimismo, ha pedido que se respete a los judíos y no se les obligue a examinarse en sábado o en Yom Kipur. También ha pedido que el derecho a la asistencia religiosa en los hospitales, cuarteles y cárceles se aplique de forma "práctica, fácil y normal".
Por su parte, el arzobispo de Granada y presidente de la Comisión Episcopal de Relaciones Interconfesionales, monseñor Javier Martínez Fernández, considera que la educación puede ayudar "sin duda" a fomentar el diálogo interreligioso en la sociedad española pero ha precisado que esto no servirá de mucho si no se produce "un cambio en los corazones".
"Lo más importante es que las personas podamos mirar al otro con afecto. La diferencia es una ocasión de crecer unos al lado de otros", ha añadido, al tiempo que ha rechazado esa "antropología que ha dominado mucho en el mundo contemporáneo de negar o aniquilar al otro para afirmarse a uno mismo". En su lugar, ha apostado por una antropología en la que el hombre "se afirma a sí mismo afirmando al otro".
Los representantes de las tres religiones han mostrado su alegría por la conmemoración del 50 aniversario de la Nostra aetate, que se firmó en Roma el 28 de octubre de 1965 y con la que comenzó una nueva etapa de diálogo oficial por parte de la Iglesia Católica con las religiones no cristianas.
MUCHO POR HACER
"Estamos de enhorabuena, la declaración Nostra Aetate supuso un cambio radical en el enfoque de las relaciones entre católicos y judíos. Hasta entonces, el pueblo judío era considerado un pueblo deicida, de pérfidos y a partir de esta declaración se estableció un diálogo fructífero", ha afirmado el presidente de la Federación de Comunidades Judías de España.
En cualquier caso, Querub ha subrayado que el diálogo judeocristiano en España está "en sus albores" y que aún queda "mucho por hacer", más aún en un clima internacional en el que "católicos y judíos son perseguidos y asesinados por el mero hecho de serlo". Por ello, ha invitado a defender juntos los valores de la civilización judeocristiana y a "no callarse cuando gente fanática les mata".
Concretamente, sobre España, ha expresado el deseo de que la Iglesia católica haga "un esfuerzo por profundizar en el diálogo" pues, a su juicio, "los vientos de Roma no han soplado tanto como en otros países de la órbita occidental". "Como en España no se ha vivido la Shoa, muchas veces, la Iglesia católica no ha hecho el mismo esfuerzo que en países como Alemania, Francia, Italia o EEUU y se ha hecho poco por ayudar al centro de estudios judeocristianos en España y en la educación de los jóvenes en la enseñanza del aprecio mutuo", ha aseverado.
AYUDA A LOS REFUGIADOS
Por otro lado, el responsable de la CIE, Riay Tatary, ha explicado que la declaración Nostra aetate abrió el camino a unas relaciones "muy fluidas" entre católicos y musulmanes, tendiendo "puentes de trabajo común y de solidaridad". "Estamos compartiendo el país, estamos construyendo España juntos", ha remarcado.
Precisamente, ha recordado que este martes se reunió con el cardenal arzobispo de Valencia, el cardenal Cañizares, y crearon una comisión para atender a los refugiados, y ha asegurado que "por supuesto" van a intentar que esta colaboración se extienda con la Conferencia Episcopal Española para coordinar su ayuda a los refugiados a nivel nacional. También ha contado que le propuso a Cañizares hacer una oración por la paz todos unidos.
En cuanto a la normalización de la presencia musulmana en la sociedad española, Tatary ha indicado que un momento se pudo temer un contagio de la islamofobia presente en otros países pero ha indicado que "la población española ha demostrado mucha madurez".
"El 11 de marzo de 2004 cuando pasó lo que pasó, nunca hemos tenido ni siquiera una pintada. Nosotros dimos inmediatamente el mensaje que conocen. Ustedes saben que nuestros hijos salen del mismo portal y van al mismo colegio y vuelven a jugar juntos. Esta demostración que hemos dado tan sencilla ha calado mucho", ha explicado, al tiempo que ha agradecido los apoyos que recibieron del Gobierno y del Rey Juan Carlos I.

jueves, 29 de octubre de 2015

El buen hacer de elegir

Estamos ante unos momentos de emergencia, entendida la misma como acontecimiento y proyección de cambio a través de los representantes sindicales en las empresas y de nuestros representantes en las Cortes Generales: Diputados y Senadores.
Con harta frecuencia, el acto de elegir a nuestros representantes se basa, exclusivamente, en filias o fobias del todo ajenas al hacer o no de quienes pretenden representarnos, lo que supone una fortísima irresponsabilidad.
Por eso, no es baladí apelar a la responsabilidad individual de todos y cada uno de nosotros a la hora de tomar una decisión tan personal y libre como es la de depositar la confianza a través de un voto en unas siglas, sindicales o políticas, o cualesquiera otras, que supone confiar en un programa verdadero, en un equipo compacto, en una línea sin fisuras y en un trabajo arduo.
La vida de todos y cada uno de nosotros, como sabemos, son decisiones, pequeñas o grandes, pero decisiones al fin y al cabo, que suponen la forma en que afrontamos los retos que nos impone la cotidianidad, pero también suponen la asunción de las consecuencias de nuestras acciones.
Esto nos lleva a un importante concepto de las democracias, esto es, la participación, abierta de manera especial a ámbitos como el mundo del trabajo, la vida social y la política;
participación que es y debe ser característica de la subsidiaridad, es decir, el criterio que pretende reducir la acción del Estado a lo que la sociedad civil no puede alcanzar por sí misma y, por extensión, al hacer del individuo en la manera de sus posibilidades, sin delegaciones cómodas e interesadas.
La participación, como expresaba Pablo VIen la Octogesima adveniens, se expresa, esencialmente, en una serie de actividades mediante las cuales el ciudadano, como individuo o asociado a otros, directamente o por medio de los propios representantes,contribuye a la vida cultural, económica, política y social de la comunidad civil a la que pertenece. La participación es un deber que todos debemos cumplir conscientemente, de modo responsable y con vistas al bien común. Nuestro interés o desinterés no puede ir contra el citado bien común, pues a la postre todo repercute en el cuerpo social. Por tanto, no es sólo un mero papel cívico, sino un ejercicio de responsabilidad, también para con los demás, desde los más cercanos, como podrían ser familiares, a los cuerpos intermedios en los que nos integramos, hasta repercutir en la sociedad en su conjunto.
Por ello, y a mi entender, es del mayor de los intereses la profundización que ha realizado la doctrina social en las formas insuficientes e incorrectas de participación, denunciando el Concilio Vaticano II, en la Gaudium et spes, y Juan Pablo II, en laCentesimus annuslos intentos de los ciudadanos de “contratar” con las instituciones las condiciones más ventajosas para sí mismos, casi como si éstas estuviesen al servicio de las necesidades egoístas; y en la praxis de limitarse a la expresión de la opción electoral, llegando aun en muchos casos, a abstenerse.
A tenor de lo anterior, y respecto de los sindicatos, la función fundamental desarrollada por los mismos, es defender los intereses vitales de los trabajadores, sobre la base de la lucha frente a los empresarios y a los propietarios de los medios de producción o, en su caso, la Administración, pero con el fin específico de buscar el bien común, construyendo el orden social y la solidaridad.
El sindicato, siendo ante todo un medio para la solidaridad y la justicia, es también sujeto de representación y solidaridad, teniendo como misión el redescubrimiento del valor subjetivo del trabajo: “Hay que seguir preguntándose sobre el sujeto del trabajo y las condiciones en las que vive”. Por ello, “son siempre necesarios nuevos movimientos de solidaridad de los hombres del trabajo y de solidaridad con los hombres del trabajo”, como ya sostenía de manera magistral Juan Pablo II en la Laborem exercens. También deben asumir mayores responsabilidades en relación a la producción de la riqueza y a la creación de condiciones sociales, políticas y culturales que permitan a todos aquellos que pueden y desean trabajar, ejercer su derecho al trabajo, en el respeto pleno de su dignidad de trabajadores.
En definitiva, y volviendo sobre la cuestión precedente: Somos responsables de las elecciones que hacemos y ello repercute, seamos consciente o no, en nuestro entorno y proximidad.

miércoles, 28 de octubre de 2015

El olivo de Scholas se planta en España

El olivo de la imagen que acompaña a estas líneas no es cualquiera. Es uno de los símbolos de Scholas Ocurrentes, la iniciativa impulsada por el Santo Padre que conecta la tecnología, el arte y el deporte para fomentar la cultura del encuentro y un mundo en paz. El olivo de la derecha fue plantado por el arzobispo de Madrid, el director mundial de Scholas y la entonces alcaldesa de la capital en la madrileña plaza de Colón en febrero de 2015, durante la presentación de Scholas Ocurrentes en España. Desde entonces, más de 80 colegios de nuestro país se sumaron a la iniciativa del Papa, accedieron a su página web, se registraron y, en algunos casos, compartieron sus proyectos. Esta nueva red de escuelas -públicas, concertadas y privadas, religiosas y laicas- se integró en Scholas Social, una de las patas de Scholas Ocurrentes, que consiste en una plataforma digital para conectar escuelas y proyectos alrededor del mundo.
Protagonistas del cambio
El director mundial de Scholas, José María del Corral, visita estos días de nuevo en Madrid. Ha venido para poner en marcha Scholas Ciudadanía, otra de las patas de la organización del Papa, que da un paso más, con el objetivo no solo de conectar a las escuelas y difundir sus proyectos, sino de convertir a los jóvenes estudiantes en protagonistas del cambio social.
Una semana antes de aterrizar en España, Del Corral participó en Roma en una reunión con el Papa Francisco y monseñor Osoro, arzobispo de Madrid, para organizar una «primera experiencia piloto», como la llama el director de Scholas, que se convierta en «revulsivo para que se difunda rápidamente por el resto de España y de Europa».
El proyecto que Del Corral va a poner en marcha estará liderado por los propios estudiantes participantes, quienes libremente «van a identificar los problemas a los que se enfrentan y van a tratar de ponerles solución», explica. Durante una semana, en enero, los estudiantes de 20 colegios públicos y privados se reunirán para elegir y votar los dos problemas que más les preocupan. En otros países de Latinoamérica donde ya se implantó este proyecto, los estudiantes eligieron algunos como el embarazo precoz o el aborto. Posteriormente saldrán a la calle para recopilar datos sobre estos problemas y hablar con las partes implicadas. Con la información que recojan, pensarán juntos las mejores soluciones. El último paso será ponerlas en marcha y proponer una serie de acciones a las autoridades.
Madrid se convertirá así en la primera ciudad española y europea que albergará un proyecto de Scholas Ciudadanía.
Una red mundial global
El C.E.I.P. Parque Eugenia de Montijo, situado en el madrileño barrio de Carabanchel, es uno de los 80 colegios españoles que ya estaban inscritos en Scholas Social antes incluso de que José María del Corral viajara por primera vez a nuestro país. El colegio público se subió al carro hace un año. La idea partió del profesor de Religión Alberto Asenjo, que buceaba en internet «buscando recursos para los alumnos, nuevas experiencias que les pudieran enriquecer». Encontró Scholas, se registró y entabló contacto con la Fundación Anawin, de la localidad argentina de Salto. Ahora los alumnos de uno y otro centro van a poder intercambiar impresiones y experiencias. «El encuentro será a través de hangouts(vídeo chat de Google). Queremos tener tres en el año. Estamos pensando reunirnos el Día de la Paz y tener algo de formación e intercambiar algún tipo de experiencia. Que los alumnos puedan hablar de sus vivencias y, de esa forma, enriquecerse y conocer la realidad de uno y otro sitio», explica el profesor.
El olivo de Scholas también está plantado en Madrid en la Fundación Gil Gayarre, que atiende a personas con discapacidad intelectual. Fue el propio director de Scholas el que acudió al centro a plantarlo un día después de plantar el de Colón. El colegio Tajamar, de Vallecas, es el tercer colegio de Madrid que participa en Scholas Social y tiene plantado un olivo, en este caso virtual.
Los primeros olivos de Scholas los plantaron los futbolistas Messi y Buffon en agosto de 2013. Desde entonces, ya hay 1,5 millones de olivos, físicos y virtuales, desperdigados por todo el mundo, y 400.000 escuelas que se han sumado al proyecto.
El deporte es una de las principales líneas de trabajo de Scholas Ocurrentes. Porque como dijo el Papa durante el lanzamiento de Scholas: «El deporte es importante porque enseña a jugar en equipo. El deporte salva del egoísmo, ayuda a no ser egoísta. Por eso es importante trabajar en equipo y estudiar en equipo y andar el camino de la vida en equipo». Francisco sabe que el terreno de juego es uno de los lugares idóneos para difundir los valores de Scholas, y desde ahí sueña conseguir la cultura del encuentro y un mundo en paz.

martes, 27 de octubre de 2015

Comisario europeo de Educación: «Hay que garantizar el derecho a elegir la asignatura de Religión»

Tibor Navracsics, ex ministro de Asuntos Exteriores de Hungría, subraya que ahora su papel es coordinar las políticas educativas europeas, no intervenir en la estructura de los contenidos que deciden los países. Aún así, tiene su opinión:

El máximo responsable europeo de Educación, Cultura, Juventud y Deporte ha estado estos días en Madrid durante el Congreso Popular Europeo; además de visitar un centro educativo de la ONCE se ha reunido con el ministro de Educación, Íñigo Méndez de Vigo.
—Lleva dos días en España y ya se habrá enterado del debate sobre la asignatura de Religión. ¿Qué opina?
—Como comisario europeo soy un coordinador que no interviene en la estructura de los contenidos. Educación es un área excitante, y muy sensible, con un amplio rango de políticas domésticas. Pero creo que un sistema educativo tiene que ofrecer el derecho a elegir y garantizar a los padres la elección del mejor modo de educar a sus hijos. Tiene que ser un sistema abierto, accesible y libre.
—Habla de sistemas abiertos. La integración de los refugiados sirios en el sistema educativo europeo será un reto. ¿Cómo lo afrontaremos?
—Por un lado hay que dar apoyo a los países que están afrontando la primera oleada de refugiados, como está ocurriendo en Turquía, Jordania o Líbano, cuyos sistemas educativos están sufriendo una enorme presión, y también resolver dentro de Europa la integración social. Por el momento no sabemos el número exacto de esas personas. En conjunto son cerca de 160.000, pero muchos querrán volver a su país. Tenemos que agilizar entre los países el intercambio de propuestas, como la de España de crear redes de colaboración entre Gobierno central, ayuntamientos, colegios y universidades.
—¿Puede la Educación ser una herramienta contra la radicalización?
—Seguro. Hay que inculcar valores desde las guarderías. Y los profesores son la llave de este proceso de socialización democrátizante. Ellos son los primeros en advertir si un joven está siendo radicalizado. Pueden encender la primera señal de alarma.
—Respecto al empleo juvenil. ¿Cómo se puede mejorar desde las aulas?
—Enseñando habilidades técnicas, además de las enseñanzas tradicionales. Tenemos el modelo de Alemania y de Austria, con una Formación Profesional Dual en la que teoría y práctica van de la mano y dan buenos resultados. La mayoría de países que han introducido reformas en su FP en este sentido, como España, están mejorando. Pero para ello debemos enseñar a los profesores nuevas tecnologías y habilidades digitales. La educación de hoy es la competitividad de mañana.
—20 millones de jóvenes ni estudian ni trabajan en la UE, y a la cabeza está España. ¿Cómo lo solucionamos?
—Cada país es diferente y las raíces de este problema de los «ninis» están muy vinculadas a la crisis vivida. Ahora, estamos saliendo del túnel y el siguiente paso es solucionar el desempleo juvenil. Reformar la FP es un ejercicio que hay que hacer obligatoriamente, aunque sus resultados no se verán hasta dentro de unos años.
—¿Y el abandono escolar temprano?
—Las primeras etapas de la Educación son cruciales. Hay que potenciarlas para rebajar esos índices, igual que hay que apostar por una mejor Formación Profesional.
—¿Habrá que invertir entonces más en Educación?
—Es un objetivo prioritario. Queremos conseguir más dinero para nuevas inversiones en Educación. Mientras que el porcentaje que se invierte en la UE en promedio es del 5,3%, en países como China, Brasil, Sudáfrica o Nueva Zelanda está en el 6%. Europa está perdiendo su ventaja competitiva. Hay que atraer inversión privada a la Educación, lo que no quiere decir que haya que privatizarla sino implicar a las empresas.
—Otra de las estrategias de su departamento es la diplomacia cultural. ¿En qué consiste?
—Europa no tiene un Ejército común. Pero tiene una gran herencia cultural y una potente educación superior. Es nuestro «soft power» (poder blando). Podemos usar la cultura para tender puentes entre países, para incrementar nuestro papel como actor político. El problema es que a veces los intereses nacionales fragmentan ese objetivo. La solución pasa por identificar puntos europeos de encuentro. Y los hay. Tenemos héroes europeos, como Cervantes. No se crean que es algo exclusivamente suyo. En todas las escuelas de Hungría o de Suecia, por ejemplo, se estudia a Cervantes, y también a Unamuno o a Ortega y Gasset. ¡Son héroes europeos!

domingo, 25 de octubre de 2015

Enseñanza de la religión: La libertad en peligro

Con independencia de argumentos religiosos, políticos, electorales, parlamentarios y hasta democráticos, no debe olvidarse que lo que está en juego es la libertad en una de sus vertientes más trascendentales.

La propuesta de programa electoral del Partido Socialista, vuelve por el camino de siempre y la toma con la Iglesia Católica, con los impuestos que pagan o no pagan los edificios dedicados al culto, a la beneficencia o a residencias y conventos y a denunciar los acuerdos con la Santa Sede, todo en aras de un pretendido cumplimiento de la Constitución.
Naturalmente, y como era de esperar, la enseñanza de la religión ocupa un lugar preferente en ese pretendido programa y, aún sin aclarar si la prohibición de la asignatura abarca los colegios privados, queda meridianamente clara en los enunciados, que hasta ahora se conocen, la intención de atacar directamente a la religión católica y hacerlo en la persona y en las mentes de los más indefensos que son los más pequeños.
Con independencia de los argumentos que se han aducido para poner en tela de juicio la idoneidad de la medida, argumentos culturales, políticos, religiosos, éticos y hasta de carácter internacional, la realidad -y lo más grave de lo que pretenden los socialistas- es que se trata de un ataque frontal a la libertad de los ciudadanos.
Lo que se está jugando en el envite, en la radicalidad de las intenciones de los políticos socialistas, es la libertad de los padres para elegir el cómo, el cuándo, el dónde y el qué de la educación y de la formación de sus hijos. Un derecho que la Constitución establece y ampara como fundamental y que está por encima de cualquier pretensión política, del oportunismo electoral o de una inquina trasnochada y pasada de moda.
Se pueden exhibir toda clase de argumentos, de razones y de contrapropuestas al programa socialista en materia religiosa pero, en lo que a la enseñanza se refiere, que nadie olvide que, independientemente de las creencias de cada uno, lo que nos estamos jugando es la libertad en una de sus facetas de más trascendencia y por tanto más grave.
Las libertades no se conceden. La libertad de los padres a decidir la enseñanza que quieren para sus hijos, no les viene dada por ningún sistema político, por ningún programa electoral, por una mayoría parlamentaria y ni siquiera por unos acuerdos con la Santa Sede. Las libertades se tienen por el sólo hecho de nacer y, en este caso, por la simple razón de haber traído un ser humano al mundo.
No sería bueno y se prestaría a confusión que, perdidos en los argumentos en pro o en contra de la propuesta de un programa electoral y la discusión en torno a la enseñanza de la religión, se olvidara que lo que está en juego es nada más y nada menos que la libertad de los individuos, en este caso de los padres. >>>

La religión de Sánchez

Vuelve la burra al trigo, señal inequívoca de elecciones inminentes, y al que más se le nota es al PSOE: crucifijos, fosas y aborto. No lo hace pensando en sus votantes, sino para descolocar al PP, siempre dispuesto a la dislocación, y agitar el árbol con vistas a la cercana efeméride de la muerte del dictador Franco.
Pedro Sánchez considera imprescindible derogar el Concordato y aprobar una Ley de Libertad Religiosa. Pues vayamos por partes.
Para empezar, no debería hablar del Concordato con la Santa Sede, firmado en 1953, sino de los Acuerdos que vinieron a revisarlo, que se firmaron entre 1976 y 1979, en la reciente democracia. Es cierto que formalmente el Concordato sigue vigente pero las citadas revisiones lo convierten en algo por completo distinto así que, de facto, está derogado. Basta releerlos y compararlos, sobre todo en lo referido a la enseñanza religiosa que tanto preocupa al líder socialista.
Francisco Franco y el Papa Pío XII con sendos plenipotenciarios en las figuras de Monseñor Domenico Tardini, el ministro de Exteriores Alberto Martín Artajo y el embajador en la Santa Sede Fernando María Castiellafirmaron en enero de 1953 el Concordato. En buena medida no era sino la desesperada maniobra del régimen para obtener reconocimiento internacional, pues era de hecho un acuerdo entre dos estados. Blindaba la relación entre ambos y suponía la presencia de la Iglesia en cualquier rincón de la sociedad, por supuesto en la Educación. Aún así, no todo fueron flores entre los firmantes. No en vano, cerca del fin del régimen, en 1974, el caso Añoveros –una pastoral del entonces obispo de Bilbao así llamado y que hoy parecería redactada por Otegi– a punto estuvo de romper las relaciones entre España y el Vaticano, detenciones y posibles excomuniones de por medio y con la nota de Exteriores ya redactada. Franco se avino in extremis, cortando la estéril pelea entre el cardenal Tarancón Arias Navarro, quizá a sabiendas de que lo último que necesitaba la transición que ya se estaba gestando era un conflicto de tales proporciones. Por aquellas épocas, algunos colegios católicos estudiaban Historia con los libros del comunista Manuel Tuñón de Lara –La España del siglo XIX y La España del siglo XX– escritos en París.
Ya con Adolfo Suárez en la presidencia del Gobierno y el rey Juan Carlos en la Jefatura del Estado, el ministro de Exteriores Marcelino Oreja Aguirre y el Cardenal Jean Villot revisaron la relación de antaño y firmaron los Acuerdos entre España y la Santa Sede. De todo se ha dicho desde entonces: que se venía gestando "en secreto" para luego hacerla coincidir medio camuflada con la Constitución de 1978 –ahí está las fechas públicas de las firmas que arrancan en 1976– o que Oreja Aguirre era miembro de la Asociación Católica de Propagandistas, nombre que a algunos resultará tenebroso pero que era lo más normal entonces y no significaba franquismo porque, de hecho, muchos de los entonces juancarlistas pertenecían a ella. La realidad es que, una vez más, aquella España buscaba de veras la reconciliación con cesiones mutuas. También en esto el esquema a seguir fue el de pasar de la Ley a la Ley: se rompía claramente con lo anterior, una unión sagrada Iglesia-Estado, para pasar a una aconfesionalidad que contemplaba seriamente la libertad de conciencia y trataba de garantizar, en el caso de la Enseñanza, la oferta, no la demanda. Uno de los párrafos de esos acuerdos lo dice con claridad:
Por respeto a la libertad de conciencia, dicha enseñanza no tendrá carácter obligatorio para los alumnos. Se garantiza, sin embargo, el derecho a recibirla.
Daría para mucho más que esta columna el analizar en profundidad los Acuerdos y es seguro que se deberían revisar determinadas exenciones fiscales y fuentes de financiación de la Iglesia Católica en España o, por ejemplo, de su emporio mediático. Pero tal análisis deberá hacerse valorando también como se merece el patrimonio cultural y artístico o la labor social y asistencial de la Iglesia, sin lugares comunes, sin populismo y sin afán frentista. Por cierto, si no me equivoco, los Acuerdos de marras tienen carácter de tratado internacional, pues se firmaron entre dos estados, así que su derogación requiere la aprobación de dos tercios de las Cortes.
Hoy en los colegios públicos y concertados –obligados a dejar de ser privados– se ofrece la religión católica como opción en todos los niveles educativos y se imparten –en algunos casos con bastante cordura– asignaturas referidas a la historia de las religiones. Se garantiza la oferta, no se fuerza la demanda. Y en los colegios católicos, pues hombre, es de suponer que si unos padres deciden –verbo ofensivo para la izquierda que lo hace por ti– matricular a su hijo allí es porque querrán que estudie religión católica. Y lo pagan. No sé quién demonios puede ver en eso problema alguno salvo que sea enemigo de la libertad, como es el caso.
En definitiva, la asignatura de Religión no es un problema en España porque se puede elegir. En cambio sí es un problema –porque no se puede elegir– la enseñanza en castellano en Cataluña. Pero esto no preocupa a Sánchez, aprendiz del Ballet Iceta. Ni a Sánchez ni a casi nadie.
Por lo demás, siguen jugando con la Educación, con la Enseñanza. Persisten en negar la autoridad al profesor en favor de padres y alumnos, como cuando los sindicatos mandan sobre un gobierno en materia económica. Olvidan a sabiendas que la enseñanza es cosa del colegio y la educación, de los padres. Y es en la correcta combinación donde está la armonía: valores, base cultural, científica y técnica para saber decidir; disciplina basada en el civismo, la justicia y el sentido del respeto; formación del alumno en el esfuerzo, el mérito propio y la sana competencia que jamás es insolidaria. Nada de esto requiere de taconazos, de un ambiente hostil ni de recreaciones en blanco y negro.
El resto de experimentos pedagógicos –trasnochados la mayoría de ellos en el mundo entero salvo en España– está de más, excepto para el político que ve en el alumno la semilla de un futuro votante. Con un adecuado "proyecto curricular", vulgo programa, un buen catálogo de libros de texto amorcillados de doctrina según comunidades y otro par de sesiones frente al Nodopolio televisivo estará listo para enmendar encuestas y ser fiel devoto de la religión de todos los Sánchez de turno, sean del partido que sean.
Y encima se equivocan. Son ellos los que han forjado las generaciones que después les boicotean en la Universidad llamándoles fascistas. Ellos han creado y adoctrinado a Podemos en las aulas. Allí han nacido los que han estrujado nuestros impuestos haciendo que investigaban, cobrando por no hacerlo y pervirtiendo el espíritu universitario del conocimiento y la excelencia que no distingue entre ricos y pobres. Esa es su religión y ahora sus propios fieles les disputan los votos. Por cierto, aprovechando la corriente, en Izquierda Unida han añadido a la demanda del PSOE"que el calendario escolar no se someta al litúrgico". Lo apunto sólo para acordarme el día en el que todos los políticos, incluidos los de IU, desaparezcan del mapa mucho más tiempo que el resto de los mortales en Navidad, Semana Santa u otras fiestas de guardar que tan religiosamente observan Sus Señorías Laicas.
En resumen, ni religión ni laicidad ni concordatos. El PSOE de Sánchez –es un decir– busca lo mismo que el de Zapatero: el monopolio del frentismo electoral. Podemos está cayendo y eso impulsa al PSOE así que lo mejor es hacer prescindible al partido del otro Pablo Iglesias sacando la radicalidad marca de la casa, que no es moco de pavo. Su interés, en este caso por la Educación, es puramente instrumental.
Pedro Sánchez, la cáscara sin nuez, vaina sin guisante, el acuario sin pez… Zapatero sin talante. Hay que acabar con el concordato, sí. El firmado entre el socialismo y la estulticia. A ver si alguien del PSOE lo promueve. >>>

viernes, 23 de octubre de 2015

La RELIGION y la crisis de identidad del PSOE

De nuevo, el Partido Socialista Obrero Español (PSOE), en periodo electoral saca a relucir con desafuero la cuestión de la religión en la escuela, llevando un paso más allá su propuesta, esto es, la eliminación de la asignatura de religión no sólo de los centros públicos sino también de los concertados y privados, los cuales en virtud de la Constitución española de 1978 y las Leyes educativas que han desarrollado este aspecto, tiene derecho a su ideario, entre los que se encuentra la impartición de religión confesional.
Esta actitud, manida y cansina, nos recuerda la conocida expresión de Zygmunt Bauman, en “Modernidad líquida”, cuando plantea que las identidades son semejantes a una costra volcánica que se endurece, vuelve a fundirse y cambia constantemente de forma, pareciendo estables desde un punto de vista externo, pero que al ser miradas por el propio sujeto aparece la fragilidad y el desgarro constante. A la postre, es un problema de identidad ante la falta de respuesta real frente a los verdaderos problemas sociales y económicos, siendo la única vía de reivindicar la enfermedad infantil del izquierdismo, pues en lo económico y en lo social, excepto por alguna cuestión puntual, se sitúan en el centro derecha.
Por tanto, no estamos ante una pretensión de mejora de la enseñanza y la educación, sino ante una cuestión ideológica que encierra, como el panóptico de Bentham, una forma de control omnívoro. Otra vez la religión se convierte, con pasmosa facilidad, en un elemento de contraste entre posiciones antagónicas, por desconocer sus promotores y alentadores los verdaderos problemas de la educación y la manera de atajarlos.
Pero además, la facilidad con la que se habla de incumplimiento de un Tratado internacional, choca frontalmente con el artículo XVI del Acuerdo entre el Estado Español y la Santa Sede sobre Enseñanza y Asuntos Culturales, que contiene que los firmantes procederán de común acuerdo en la resolución de las dudas o dificultades que pudieran surgir en la interpretación o aplicación de cualquier cláusula del presente Acuerdo (…)”.
A mayor abundamiento, y en el caso de que se pretenda cuestionar su validez o la continuación del mismo, es de obligado cumplimiento la Convención de Viena sobre el Derecho de los Tratados que, entre otros artículos, dice:
“42.1. La validez de un tratado o del consentimiento de un Estado en obligarse por un tratado no podrá ser impugnada sino mediante la aplicación de la presente Convención.
2. La terminación de un tratado, su denuncia o el retiro de una parte no podrán tener lugar sino como resultado de la aplicación de las disposiciones del tratado o de la presente Convención. La misma norma se aplicará a la suspensión de la aplicación de un tratado.
44.1. El derecho de una parte, previsto en un tratado o emanado del artículo 56, a denunciar ese tratado, retirarse de él o
suspender su aplicación no podrá ejercerse sino con respecto a la totalidad del tratado, a menos que el tratado disponga o las partes convengan otra cosa al respecto”.
De lo anterior se infiere, tal y como hemos referido y que contiene el Acuerdo en materia de Enseñanza y Asuntos Culturalesque los firmantes procederán de común acuerdo en la resolución de las dudas o dificultades que pudieran surgir en la interpretación o aplicación de cualquier cláusula.
Por otra parte, en el hipotético caso de que se pretendiese modificar la Constitución española para eliminar o modificar el parágrafo tercero del artículo 16, esto es, el que contiene que “ninguna confesión tendrá carácter estatal. Los poderes públicos tendrán en cuenta las creencias religiosas de la sociedad española y mantendrán las consiguientes relaciones de cooperación con la Iglesia Católica y las demás confesiones”, ello requeriría el procedimiento agravado del artículo 168 de la Constitución:
“1. Cuando se propusiere la revisión total de la Constitución o una parcial que afecte al Título preliminar, al Capítulo segundo, Sección primera del Título I, o al Título II, se procederá a la aprobación del principio por mayoría de dos tercios de cada Cámara, y a la disolución inmediata de las Cortes.
2. Las Cámaras elegidas deberán ratificar la decisión y proceder al estudio del nuevo texto constitucional, que deberá ser aprobado por mayoría de dos tercios de ambas Cámaras.
3. Aprobada la reforma por las Cortes Generales, será sometida a referéndum para su ratificación”.
Una cuestión que es preocupante y que también manifiesta que el PSOE tiene un grave problema de identidad, es la falta de alternativas viables para los docentes de este colectivo que, con su propuesta, sólo les quedaría formar parte de las ya largas colas del desempleo. ¡Bonita forma de acabar con el paro!
Indudablemente, y en cuanto Secretario General de USIT-EP, puedo decir que no lo vamos a permitir y nos tendrán enfrente utilizando todas las herramientas que nos permita el Estado Social y de Derecho para ello. También los Tribunales internacionales.

jueves, 22 de octubre de 2015

Reducir la religión a 6 horas en Asturias no es conforme a derecho: victoria de padres y maestros

Varapalo judicial al currículo diseñado por el Gobierno del Principado de Asturias para la enseñanza de Religión en Primaria y Bachillerato. 

[Asturias, antes y después de las elecciones de mayo de 2015, está gobernada por el Partido Socialista, aunque en mayo obtuvo solo 14 de los 45 diputados autonómicos. Nota de ReL].

La estimación parcial, por parte del Tribunal Superior de Justicia de Asturias, de los recursos presentados por la diócesis asturiana y el sindicato ANPE [de profesores de religión; nota de ReL] acerca de la reducción de los horarios de Religión en estos dos ciclos educativos fue recibida como una victoria en una parte del sector educativo. 

El tribunal no ve "conforme a derecho" las seis horas a las que ha quedado reducida la enseñanza de religión en Primaria -tres menos que en cursos pasados-. 

Sobre Bachillerato, el TSJA entiende que existe una vulneración del derecho fundamental a la igualdad y no discriminación en la regulación de la enseñanza de la religión, donde la carga docente se redujo a la mitad sobre ejercicios precedentes, según las estimaciones apuntadas por el profesorado.

Se da la razón eso sí, desde el TSJA a las dificultades expuestas por los sindicatos educativos y la diócesis asturiana para cumplir con la libre elección de horario en esta materia. 

"La primera gran batalla está vencida. Es una victoria moral pero necesitamos algo más", subrayó Alfredo Mieres, delegado de Religión del sindicato ANPE, quien reclamó que se recuperen las horas perdidas este curso, afectando en Primaria a 42 docentes que pasaron de jornada completa a media jornada en al enseñanza de Religión.

"Quedan garantizados los derechos que asisten a los alumnos y a los padres a elegir la educación que quieran conforme a sus convicciones religiosas o morales", subrayaron desde el Arzobispado tras evidenciar su "satisfacción" por la sentencia referida a primero de Bachillerato.

El Arzobispado de Oviedo reclamaba también que se recuperara la enseñanza de Religión en segundo de Bachillerato y que se ajustara en el primer curso de Bachillerato, tras incluirla en un bloque de 14 materias específicas con una hora de docencia a la semana frente a otros grupos que contaban con tres y cuatro horas y que suponían interferencias de unas sobre otras.

"Planteamos a la consejería de Educación una hoja de ruta y no quisieron atender a razones", reprocharon desde la plataforma asturiana de religión en la escuela.

En Secundaria, el TSJA rechaza el recurso al no quedar demostrado que se esté dando un trato diferenciado a los alumnos que cursan la ESO ni que el reparto de materias perjudique a la asignatura de Religión.

Al hilo de este reguero de sentencias, la Administración regional salió ayer al paso a través del consejero de Educación, Genaro Alonso, quien anunció que los servicios jurídicos de su departamento están estudiando recurrir ante el Tribunal Supremo, toda vez que la Ley Orgánica para la Mejora de la Calidad Educativa (LOMCE) "no alude expresamente a la necesidad de incluir una asignatura de tal naturaleza en primero de Bachillerato".

Alonso recordó asimismo que el tribunal asturiano no ha estimado el recurso del Arzobispado contra el currículo de Religión en Secundaria. "Únicamente se valora en el fallo del TSJA la no previsión en el primer curso de Bachillerato de una asignatura complementaria a Religión, con igual carga lectiva", remarcó.

"Lo que se consigue con esta sentencia es estabilidad", valoró Antonio Cabeza, portavoz de la plataforma de profesores de Religión en la Escuela quien lamentó, no obstante, que todo lo que se ha logrado "deba ser a través de los tribunales" porque todavía "prima el prejuicio ideológico" ante la educación religiosa. 

Estas sentencias llegan en un momento en que los ánimos en el colectivo de escuelas católicas se encuentran agitados tras conocerse la propuesta planteada públicamente por el secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, de sacar la enseñanza de Religión del currículum educativo, como se recoge en el borrador de su programa para las elecciones generales del 20 de diciembre, medida que afectaría a 25.660 docentes en toda España.

Para el sindicato Suatea, resulta chocante que la publicación de estas sentencias sobre la enseñanza de Religión coincida en el tiempo con la presentación del programa electoral del PSOE "en el que se compromete a derogar los "tristemente" famosos acuerdos con la Santa Sede y a sacar la religión de la escuela", inciden.

miércoles, 21 de octubre de 2015

Francisco Vázquez acusa a Pedro Sánchez de recurrir a “las cerillas y la gasolina para quemar conventos”

Hoy se puede hacer eso con la “ley sectaria” que propone suprimir la asignatura de religión y de revisar el concordato con la Santa Sede

Francisco Vázquez, socialista desde 1975 hasta el año pasado, ex embajador de España ante la Santa Sede con Rodríguez Zapatero, ha criticado a Pedro Sánchez por el anuncio hecho el lunes, durante la presentación de su programa de Gobierno, de que suprimirá la asignatura de religión en el currículum escolar y revisará el concordato con la Santa Sede.

En un acto en la Universidad Eclesiástica San Dámaso, de Madrid, el ex senador y ex alcalde socialista de la Coruña, criticó duramente al secretario general del PSOE. “Hoy no hace falta cerillas y gasolina para quemar conventos, como se hizo hace años. Hoy se puede hacer de otra manera, como por ejemplo con las medidas anunciadas por el PSOE. Se están reabriendo fantasmas del pasado con esta ley sectaria”, dijo a Religión Confidencial.
Afirmó que suprimir la asignatura de religión es contrario al principio de libertad religiosa y a la decisión de los padres de elegir la educación de sus hijos. Añadió que “sorprende y le desagrada” esta línea socialista, porque no es solo ir contra la Iglesia, sino que se trata de una medida  “totalmente hostil” hacia los católicos: “Este programa rompe totalmente con cualquier tipo de vinculación con el electorado católico”.  

Agradecer a la Iglesia lo que ha hecho en la crisis

Según Paco Vázquez, la actual dirección del PSOE ha tomado esa dirección por “las carencias de respuestas frente a los problemas que existen en España”. Y, además, “porque intentan tapar y ocultar las deficiencias en los años anteriores”.
Considera que la actual estrategia socialista pretende “desacreditar” los logros obtenidos por el Gobierno de Felipe González. “La enseñanza de la religión y la existencia de los colegios concertados es una creación socialista”, explica. Se pregunta qué necesidad hay de derogar una ley de libertad religiosa de 7 artículos que ha funcionado perfectamente desde el inicio de la transición.  “Aquí hay algo más. Hay un nuevo anticlericalismo, incomprensible”.  
Francisco Vázquez, que se dio de baja como militante del PSOE en 2014 por discrepancias con su partido tras poner en entredicho la Constitución, asegura que con estas medidas se favorece la recuperación del anticlericalismo del siglo XIX. “Desde posturas progresistas, deberíamos agradecer todo lo que ha hecho la Iglesia Católica en materia de solidaridad en estos años de crisis económica”.

¿Se suprimirá el IBI también a partido y sindicatos?

Lamenta que los socialistas hayan planteado este debate, cuando España tiene otros problemas de mayor envergadura. En ese debate se introducen conceptos falsos que se van asentando como verdades. Por ejemplo, cuando se habla de concordato, como si tuviera relación con los concordatos de Franco. "No hay ningún concordato. El concordato se derogó y no existe. Lo que existen son acuerdos con el Vaticano, impulsados por los socialistas y por el gobierno de Adolfo Suárez, que son posteriores a la Constitución y por lo tanto, no son preconstitucionales. Curiosamente fueron aprobados por unanimidad”.  
Añade que no hay ninguna necesidad de renovar algo que ha funcionado perfectamente, y que, por otro lado, es homologable y similar a los acuerdos que el Vaticano tiene con Francia, Inglaterra, Alemania, Italia y con todo el conjunto de países de nuestro entorno.
Respecto a los privilegios fiscales de la Iglesia, recuerda  que las exenciones del IBI para todas las entidades no lucrativas, y por tanto para las distintas confesiones, son también una medida puesta en vigor por los socialistas.  
Vázquez insiste en que la Iglesia no goza de ningún privilegio especial distinto de lo de otras confesiones religiosas, entidades no lucrativas, partidos políticos y sindicatos. “Es una mentira que se repite de manera concienzuda, para tratar de que la opinión pública piense que la Iglesia goza de privilegios especiales. Es falso. Si se retira el IBI a la Iglesia Católica, se ¿retirará al resto de confesiones religiosas y a las demás entidades no lucrativas, a partidos y sindicatos, o solo a la Iglesia?”.

martes, 20 de octubre de 2015

¿España es un Estado confesional por impartir Religión en la escuela pública?

La Conferencia Episcopal recuerda que la Constitución «reconoce el hecho religioso como un hecho positivo en la construcción social»

El PSOE ha vuelto a la carga contra la asignatura de Religión al proponer su eliminación de la escuela pública si llega el Gobierno tras las elecciones generales del próximo 20 de diciembre. Así aparece en su programa electoral en el marco de un objetivo más amplio:«reformar el Estado y convertirlo en un Estado laico».
El secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, explicó este martes en los Desayunos de TVE que esta propuesta «no significa ir contra la religión» si no «garantizar la laicidad del Estado» en ámbitos como «el sistema educativo o las ceremonias institucionales». Esto supone, según el líder socialista, «circunscribir al ámbito privado el ejercicio de sus creencias religiosas».
-Tal como están configuradas la Constitución y los Acuerdos Iglesia-Estado, ¿puede considerarse España un país confesional por impartir Religión en la escuela pública?
-No. El secretario general y portavoz de la Conferencia Episcopal Española, José María Gil Tamayo, explicó este martes a la cadena Cope,que la Constitución reconoce acuerdos de colaboración «expresamente» con la Iglesia católica, lo que no supone ningún privilegio sino el reconocimiento del hecho religioso como «un hecho positivo en la construcción social». En la Constitución «está perfectamente integrado el concepto de aconfesionalidad y el Estado no tiene ninguna confesión religiosa».
-¿Qué dice literalmente la Constitución?
-La Constitución propone en el artículo 16.3 un sistema aconfesional con un régimen de cooperación. Concretamente señala: «los poderes públicos mantendrán las consiguientes relaciones de cooperación con la Iglesia católica y las demás confesiones».
-¿La Iglesia católica es la única que tiene reconocido un acuerdo de cooperación?
-No, también lo tienen algunas confesiones que tienen reconocido el notorio arraigo como la musulmana, la evangélica y la judía. Estos convenios --que no tienen rango de acuerdo internacional como el firmado entre el Estado español y el Vaticano el 3 de enero de 1979-- implican, entre otros, el reconocimiento del derecho a la asistencia religiosa en las Fuerzas Armadas, la garantía del ejercicio del derecho a la asistencia religiosa a internados en centros o establecimientos penitenciarios u hospitalarios y la garantía del ejercicio del derecho a la enseñanza religiosa en centros públicos y privados concertados.
-¿Podría ser inconstitucional retirar la asignatura?
-Sí. Para poder retirar la asignatura primero sería necesario reformar la Constitución, ya que el artículo 27 establece que «los poderes públicos garantizan el derecho que asiste a los padres para que sus hijos reciban la formación religiosa y moral que esté de acuerdo con sus propias convicciones». Por eso la asignatura de Religión es de oferta obligatoria para el centro pero de cursado voluntario para los alumnos, es decir, solo la cursan aquellos que lo desean.
-¿Qué dicen los Acuerdos Iglesia-Estado sobre la asignatura de Religión?
-El artículo II del Acuerdo Iglesia-Estado sobre Enseñanza y Asuntos Culturales firmado en el año 1979 señala que «los planes educativos en los niveles de Educación Preescolar, de Educación General Básica (EGB) y de Bachillerato Unificado Polivalente (BUP) y Grados de Formación Profesional correspondientes a los alumnos de las mismas edades, incluirán la enseñanza de la religión católica en todos los Centros de Educación, en condiciones equiparables a las demás disciplinas fundamentales».
-¿Se puede denunciar unilatermente el Acuerdo Iglesia-Estado?
-Los acuerdos Iglesia-Estado se rigen por la Convención de Viena, sobre el derecho de los tratados, de manera que la culminación de su vigencia solo podría producirse como resultado de la aplicación de la citada Convención y no como resultado de una decisión unilateral del Parlamento español por decisión del Gobierno de turno. Entre las causas que contempla la Convención para rescindir un acuerdo está la imposibilidad de cumplir los compromisos o el cambio fundamental de las circunstancias en las que se estableció.
-¿A cuántos alumnos afectaría la medida si se quitara Religión del currículum?
-Al 63,5% de los alumnos, es decir, 3,5 millones de estudiantes de los centros públicos y concertados que optaron por cursar dicha asignatura en el curso 2014-15. Si solo se eliminara de los colegios públicos, se verían afectados 2,1 millones de alumnos, o lo que es lo mismo, el 51,9% del alumnado.