El número de menores con ideas o intentos de suicidio y de autolesiones se ha incrementado este año y detrás de este drama, a pesar de las redes sociales, se encuentra la soledad como uno de los factores determinantes. Lo ha alertado hoy el Teléfono de Ayuda a Niños y Adolescentes y el Teléfono del Adulto y la Familia de la Fundación ANAR, que ha detectado en lo que va de 2015 un "alarmante aumento" de las llamadas relacionadas con la ideación e intento de suicidio y autolesiones.
"Los menores tienen una percepción, que no tiene que ser real, de falta de comunicación, de estar aislados" explica a Efe Benjamín Ballesteros, doctor en Psicología y director de Programas de la Fundación ANAR. Esa "tensión" que viven estos chicos por problemas en el colegio o de carácter sentimental entre adolescentes se traduce en muchas ocasiones en estos "dramáticos" intentos, comenta.
Frente a las 547 llamadas atendidas en 2014 sobre ideas e intentos de suicidio, de enero a septiembre de 2015 ya se han contestado 621 llamadas de adolescentes con estas problemáticas, informa ANAR. El 74 % de estas llamadas están protagonizadas por chicas y este año se han llegado a producir quince casos de menores de 10 años con ideas suicidas o de intento de suicidio.
Respecto a esos chicos tan pequeños, Ballesteros apunta a que con 10 años se pueden hacer preguntas sobre la muerte y muchos de ellos, con teléfonos móviles, acceden a "información descontrolada" sobre métodos de autolesiones. En la red, a diferencia de con el suicidio, "no se filtra nada" sobre las autolesiones y "hay un efecto llamada bestial", añade.
ANAR señala que si en 2014 se realizaron un total de 344 llamadas de menores sobre este conflicto emocional y conductual que suponen las autolesiones, en los nueve primeros meses de este año se han atendido 507 llamadas.
El aumento es más preocupante si se compara con 2013, cuando se registraron 176 llamadas.
"La ideación e intento de suicidio y las autolesiones son fenómenos que hablan de la incapacidad de los adolescentes para resolver sus problemas, de la frustración que sienten, lo que les lleva a utilizar estas vías para escapar de ellos", afirma Ballesteros en el informe de ANAR.
El denominador común en muchos de los casos de ideación e intento de suicido de adolescentes atendidos por el Teléfono ANAR ha sido la soledad.
Ballesteros sostiene que hay muchas situaciones de "soledad acompañada", de chicos y chicas que no tienen comunicación con sus familias y que se relacionan a través de las redes sociales.
Estos adolescentes sienten que no pueden recurrir a la familia y no tienen habilidades para ir hacia otras vías de solución y para ellos "el suicidio es una forma de huir del problema, el suicidio no es el problema sino el medio", según Ballesteros.
El 82 % de los casos de autolesiones se las practican también las jóvenes y se trata de un fenómeno que no es nuevo pero que, por desgracia, parece que se ha convertido "en una moda", asegura en un comunicado Diana Díaz, subdirectora del Teléfono ANAR.
"Entre los jóvenes se está produciendo un efecto llamada y en internet hay páginas donde se explica cómo autolesionarse" -insiste Díaz- y los menores que lo hacen no es para "molestar o desafiar" a los adultos, sino que es "la única forma de expresar su desesperación".
Los profesionales de ANAR han recordado algunas de las señales que los padres deben tener en cuenta para alertar sobre el problema: los cambios de conducta y de carácter repentinos, comentarios o verbalizaciones negativos del menor de edad sobre sí mismo, su vida o su futuro; comentarios relacionados con el acto suicida y autolesiones previas.
"Nunca hay que tomar a la ligera una ideación suicida de un adolescente" o "ignorar las autolesiones", aconsejan estos expertos.
Según la OMS, alrededor de 800.000 personas se suicidan cada año en el mundo, siendo el suicidio la segunda causa de muerte entre los adolescentes, ha recordado esta Fundación.
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