Desde que Rita Maestre, actual portavoz del Ayuntamiento de Madrid, entrara en la capilla de la Facultad de Psicología de la Universidad Complutense de Madrid de 2011 junto a los otras 70 personas al grito de "vamos a quemar la Conferencia Episcopal, por machista y carcamal", "menos rosarios y más bolas chinas"o "contra el Vaticano, poder clitoriano", los ataques a la iglesia católica y las muestras de intolerancia religiosa por parte de la izquierda radical se han ido sucediendo.
La última ha sido la del discreto actor Willy Toledo. El activista de extrema izquierda al que Pablo Iglesias le parece socialdemócrata hirió el pasado 12 de octubre la sensibilidad de todos los católicos asegurando que "se caga en la Virgen del Pilar".
La patrona de Zaragoza también fue objeto de insulto por parte del candidato a senador de Podemos Marco Antonio Joven Romero. El podemita creó un montaje en el que aparecía él mismo apuntando con una pistola a la Virgen del Pilar, vestida con un manto de la Guardia Civil. Además, en el "meme", se identificaba la imagen bendita con el personaje de dibujos animados Marge Simpson en ropa interior.
En estos cuatro años hemos visto también como activistas de FEMEN atacaban al ya ex presidente de la Conferencia Episcopal, Antonio María Rouco Varela, cuando se disponía a entrar en una misa al grito de "aborto es sagrado" y como un grupo anarquista llamado "Comando Insurreccional Mateo Morral" intentaba atentar en la Basílica del Pilar y en la Catedral de La Almudena advirtiendo que "estandartes fascistas como los templos no son y jamás serán lugares seguros".
Además, algunas imágenes sagradas han sido destrozadas y numerosas iglesias profanadas. El caso más reciente lo tenemos enBigastro (Alicante), dónde los asaltantes profanaron el sagrario, arrancaron el Santísimo, robaron tres cálices y la corona de la Virgen del Belén, patrona del municipio, y pisotearon algunas de las Sagradas Formas que tiraron al suelo.
Laicismo radical en las instituciones
Algunos alcaldes han hecho del laicismo extremo -ignorando que la Constitución señala que España es un Estado aconfesional, es decir, no se identifica con ninguna fe en concreto, pero no excluye a la religión de la vida pública- su leitmotiv.
La alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, prohibió que el castillo de Montjuic, de titularidad municipal, albergara una misa en recuerdo de las víctimas de la Guerra Civil y vetó incluir en los actos institucionales de las fiestas patronales de la ciudad la misa de la Mercé asegurando que "el Ayuntamiento de Barcelona necesitaba modernizarse".
Por su parte, Martiño Noriega, alcalde de Santiago de Compostela,se negó a entrar en la Catedral de Santiago evitando presidir la misa tradicional del Día de Galicia amparándose en su laicidad. El dirigente de Compostela Aberta, marca blanca de Podemos en la ciudad, aseguró que "sería hipócrita decir que le agrada el formato"."No me agrada porque representa ciertos simbolismos que ya están superados en la sociedad civil", dijo. También manifestó que "lo religioso no debe encontrarse en los actos institucionales de las administraciones públicas que representan a todos".
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