La experta en innovación educativa pone nota al sistema educativo español
Montserrat Del Pozo, superiora general de las Misioneras Hijas de la Sagrada Familia de Nazaret, está considerada la líder en España en innovación educativa. Recientemente participó en el congreso ICOT 2015, celebrado en Bilbao.
–¿En qué punto se encuentra la educación en nuestro país?
–Creo que estamos en un momento en España de una inquietud de cambio. Ahora estamos buscando los «cómos», porque queremos un cambio de calidad y que pueda llegar a todo tipo de alumno.
–¿Cuáles son esos «cómos»?
–Es importante para nosotros un cambio curricular, un nuevo currículum dentro de lo que se establece por la ley. El pensamiento crítico, creativo, buscar maneras para que esté dentro del currículum. Una metodología basada en inteligencias múltiples, donde todo alumno tiene una actividad según sus inteligencias para sentir sus fortalezas y a la vez unas actividades para otras inteligencias.
–¿Dónde radica la importancia de esas inteligencias múltiples?
–En ser capaz de ofrecer una educación integral, que dé muchas oportunidades al alumno desde sus distintas inteligencias. Esto hace que estemos convencidos de que todo alumno es inteligente. Cuando tú llegas a una clase y ves que todo alumno es inteligente eres muy capaz de dar la clase distinta, porque no partes de que estos te van a entender y estos no. Tanto la intrapersonal como la interpersonal son dos inteligencias que se han llamado personales, también emocionales, que configuran a la persona. Hay que dar mucha importancia a que el alumno se encuentre con él mismo, que esté contento de él mismo, que tenga también metas a alcanzar.
«Si la innovación supone dejar de lado mi confort, muchos se asustan»
–¿Cómo se aplica?
–Se plasma en todo el centro. Lo bonito es que lo trabajamos todo. En todo lo que hacemos hay ese desarrollo con todas las inteligencias.
–¿Se ha desaprovechado el potencial de alumnos en el pasado?
–Hay mucho alumno que se ha sentido como una silla o una mesa. De esta forma incorporas a todos los alumnos. Puedes sacar un 10 en matemáticas o lengua, pero es una pena que no saques también un 10 en ejercicio físico, en baile, porque lo puedes sacar si te dan la oportunidad. Es cuestión de dar oportunidades desde todas las inteligencias.
–¿Qué nota le pondría a nuestro sistema educativo?
–A mí me gusta hablar de evidencias, no de notas. A muchos centros les pondría un 12, un 14, más que las notas de Selectividad. Y a muchos centros les pondría no tanto una nota baja, como un 1 y un 2, sino que les diría que tienen que caminar hacia esa excelencia. Hay pocos centros en España [con esa excelencia] pero quien se cree hoy que ha llegado, está perdido.
–Innovación. ¿Asusta a algunos?
–Detrás de innovación, si hay el que me tengo que mover y mi confort lo tengo que dejar de lado, asusta a muchos. Si para alguien innovación es sacar lo mejor de uno mismo y que esas ideas lleguen realmente a cristalizar, me parece que todo el mundo se apunta.
–¿Cuánto costará impulsar esos cambios?
–Es ponerse. Tener clara la meta y empezar a caminar. Dicen que para ir al Kilimanjaro se necesita hacer un primer paso en esa dirección. Decir: «Esto merece la pena, vamos a ver cómo lo hacemos». Esto ya es ser proactivos ante las necesidades de nuestro país.
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