Pilar Arias: Estamos a punto de acabar el primer trimestre de 2015, año en el que el Gobierno vaticina un crecimiento del 2 %. ¿Considera este dato realista? ¿Cree que hemos aprendido de los errores de la crisis y creado un nuevo modelo económico?
Enrique Dans: En absoluto. Estamos saliendo de la crisis porque hay un cambio de gestión, una gestión más dura. Se ha gestionado bien la deuda y otros parámetros macroeconómicos, pero no se ha actuado en profundidad. No se ha reducido el estado, ni tampoco se ha reducido la carga que supone una administración demencial, duplicada o triplicada, en muchos casos, entre territorios. Pero hay algo mucho más preocupante: no se está trabajando en el modelo económico futuro.
PA: ¿Cuál sería entonces ese modelo económico futuro por el que deberíamos apostar?
ED: Un modelo basado en el factor que más cambia: el desarrollo tecnológico y la innovación. Los modelos que más me gustan son aquellos que incorporan las ciencias de la computación como una disciplina seria. Habría que enseñar a los niños programación, no para que sean informáticos, sino para que sepan vivir en un mundo rodeados de objetos programables. Hoy en día no solo un smartphone o un ordenador son programables: incluso tu coche lo es, al igual que muchos otros objetos de la vida cotidiana. Cambiar la metodología en la educación es importante para que dejemos de enseñar a los niños lo que está entre las tapas de un libro, un material que puede ser utilizado para adoctrinamiento y que da lugar a un modelo de negocio absurdo basado en el cambio de los libros de texto cada año. En su lugar, deberíamos apostar por un modelo de educación basado en el acceso a la red desde cualquier dispositivo; así como en la identificación y curación de información relevante o validación de fuentes gracias a un profesor que te motive.
PA: Habla de la educación como motor de cambio para un nuevo modelo económico y social. ¿Sería la brecha digital un impedimento para su consolidación?
ED: En España la brecha digital no deriva de un parámetro económico: quién se excluye del acceso a la red generalmente, salvo casos aislados, es por una cuestión de desinterés. Esto es un problema. No hemos sido capaces de entender la propuesta de valor que tiene la red y algunos continúan pensando que la red es solo para cuestiones de ocio. La brecha digital está claramente en disminución, pero depende de parámetros que son mucho más sutiles y responden más a estímulos de educación de la ciudadanía que a una cuestión de limitación económica.
No hay comentarios:
Publicar un comentario