La aprobación del currículo de la asignatura de religión católica en el Congreso de los Diputados ha generado malestar entre más de un parlamentario. Del "vuelven los rezos" al "túnel del franquismo" pasando por el "sonrojo", la "vergüenza" y la i"ndignación" contra el ministro de Educación por dejar a los obispos colar una materia tan chapada a la antigua. Lo curioso es que, apenas dos semanas antes, sus señorías dejaron pasar sin inmutarse, el currículo de otra asignatura religiosa, la de enseñanza islámica, que todavía se refiere a "nación islámica" y que reivindica la huella histórica del islam en España (mezquita de Córdoba incluida). Comencemos desde el principio:
Currículo de la enseñanza del Islam en Primaria (6 a 12 años), aprobado por el Gobierno y propuesto por la Comisión Islámica en España. Seis cursos para que los menores aprendan -porque así lo han elegido sus padres- que “Alá es el Creador del Universo, de todos los seres vivos y Único Dios adorado”; que el Corán “es la palabra de Dios revelada al profeta Muhammad” y que los dichos y hechos del profeta Mahoma "son un modelo a seguir” [el profeta se casó, según la tradición, con una niña de seis años]. Seis cursos para “leer, recitar y memorizar fragmentos del Corán, profundizar en su estudio y comprender su significado” y para “aprender normas adecuadas de conducta tomando como ejemplo la vida del Profeta y sus compañeros”. Además, los alumnos que cursen religión islámica conocerán y participarán en “las prácticas del Islam como la oración, el azaque, el ayuno, la peregrinación, las celebraciones y las festividades religiosas”. Este texto apareció en el Boletín Oficial del Estado del 11 de diciembre, tras aprobarse el 26 de noviembre de 2014. En el Congreso, silencio.
Currículo de la enseñanza católica en Primaria (6 a 12 años), aprobado por el Gobierno y propuesto por la Conferencia Episcopal Española. Seis cursos para que los niños -a quienes sus padres han apuntado voluntariamente a clase- aprendan que “Dios se manifiesta al hombre”, conozcan a Jesucristo y su mensaje evangélico "y aborden el sentido religioso del hombre”. Entre sus propuestas docentes, “identificar y valorar la creación como acto de amor de Dios al hombre; reconocer la relación intrínseca que existe entre Dios y el hombre y conocer que la persona es un ser capaz de hablar con Dios”. “Reconocer que los cristianos formamos una familia” o “identificar en la propia vida el deseo de ser feliz, reconocer la incapacidad de la persona para alcanzar por sí misma la felicidad y apreciar la bondad de Dios Padre que ha creado al hombre con este deseo de felicidad”, son algunos de los enunciados que propone el currículo de los obispos, que señala también que la “oración es una forma de expresión de la amistad con Dios”. Este texto se aprobó el 11 de febrero y apareció en el Boletín Oficial del Estado del 24 del mismo mes. En el Congreso, el portavoz de educación del PSOE, Mario Bedera, acusaba al ministro de Educación, José Ignacio Wert, de “pasada de frenada” y de fijar unos contenidos que “pasan por el túnel del tiempo” hasta 1978, “antes de la promulgación de la Constitución”. Bedera, escandalizado porque la asignatura de religión católica “vuelva a los rezos” al enseñar a los alumnos de Primaria a “expresar oral y gestualmente la gratitud hacia Dios”, lamentaba también que se enseñara a los niños “el origen divino del cosmos”. Este miércoles, durante la sesión de Control en el Congreso,el socialista atacaba de nuevo, acusando a Wert de "exaltación del dogma en la escuela".
En la línea de Bedera, y en pleno Debate sobre el Estado de la Nación, el diputado de CiU,Pere Macías, criticaba la visión “anticuada” de la materia de religión católica y aseguraba haberse “sonrojado como cristiano” al leer el currículo de la asignatura. Después, en conversación conGaceta.es, el portavoz de Educación del partido, el diputado Martí Barberá, matizaba las declaraciones de Macías y explicaba que lo que critica CiU es esa selección de frases poco afortunadas de la CEE (la imposibilidad de ser feliz sin Dios o la obligación del niño de aprender una plegaria, por ejemplo) y pedía una asignatura centrada en la cultura religiosa y no en el hecho catequético, que debe quedar fuera del aula.
¿Por qué esta crítica feroz de los partidos al currículo de religión?, pregunta Gaceta.es. “El ministro Wert rompió el consenso al modificar Educación para la Ciudadanía, que permitía un equilibrio con la clase de Religión. Ahora los partidos han aprovechado la publicidad del currículo de religión católica para atacar al ministro Wert, que siempre se equivoca en las formas y se equivocó en la tramitación de la LOMCE”, responde Barberá.
En España más de tres millones y medio de alumnos estudian religión católica, según los datos del curso 2013-2014 de la Conferencia Episcopal Española, lo que significa que dos de cada tres alumnos eligen cursar voluntariamente esta materia. Pero los políticos -y no políticos como el portavoz de la asociación Iglesia Plural, Josep Torrens- cuestionan todavía que en la asignatura de religión católica se enseñe a los niños qué dice y cómo piensa la religión católica.
“Lo que pedimos es que la presencia de los cristianos y del cristianismo en los distintos ámbitos sea de propuesta, de testimonio, y no de adoctrinamiento”, reclama Torrens, que denuncia la “intención” de adoctrinar del currículo de religión católica. A cambio, propone una asignatura que ahonde más en la cultura religiosa y los valores. “El adoctrinamiento debe hacerse fuera del colegio; en casa o en catequesis”. “El ámbito escolar no es el ámbito adecuado para el adoctrinamiento”, dice Torrens a Gaceta.es. Tras definirse como “de mentalidad progresista dentro de la Iglesia”, asegura que “la escuela no es el sitio donde hablar de los grandes principios doctrinales, morales y éticos de una religión. Lo que hay que hacer es dar la información suficiente para que el alumno pueda comprender su entorno cultural y elaborar un pensamiento crítico sobre diferentes propuestas de tipo ético y moral que propugna una determinada religión".
Sobre el currículum de Religión Islámica, elaborado por la Comisión Islámica de España y con exigencias para el alumno como “reconocer a Satán como enemigo del ser humano y que no debe hacerle caso” o “enumerar, partiendo de la lectura de aleyas del Corán, los objetivos de Satán”, ni el portavoz de CiU ni el representante de Iglesia Plural tienen nada que decir. “No voy a criticar al Islam, ni tampoco al Catolicismo. Todo este alboroto ha surgido por cómo ha hecho las cosas el ministro Wert”, dice Barberá. “Nosotros somos cristianos y opinamos sobre el cristianismo, no sobre el Islam”, replica el portavoz de Iglesia Plural.
El PSOE, que con tanta dureza calificó el currículo de religión católica, no ha contestado a las llamadas de este medio para conocer su opinión sobre la asignatura de religión islámica.
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