El Estado sólo subvenciona un 29% de los costes de las escuelas cristianas, algo completamente insuficiente para cubrir los costos, lo que estrangula la viabilidad de estas escuelas donde estudian 33.000 niños, especialmente de las clases más desfavorecidas.
Por el contrario, a las escuelas judías ultraortodoxas, cuya seriedad científica y docente en su temario es más que dudosa, Israel las subvenciona al cien por cien.
Hay una reunión de los responsables de las escuelas cristianas con las autoridades israelíes, pero éstas no tienen nuevas propuestas y las escuelas hablan de mantener "huelga indefinida hasta el reconocimiento de los derechos".
"Vamos a seguir con la huelga hasta el final, hasta que se reconozcan nuestros derechos. Nos encontramos ante un proyecto que tiene como objetivo golpear a las escuelas católicas, pero nuestra misión es seguir; ya hemos tenido otras crisis en el pasado, tarde o temprano pasará".
Esto es lo que le dice a AsiaNews el padre Abdel Massih Fahim, sacerdote franciscano y director de las Escuelas Cristianas de la Custodia de Tierra Santa, a la vanguardia en la defensa emprendida por las instituciones católicas ante los recortes radicales del gobierno israelí.
Doble discriminación a los cristianos
Desde hace unos días las escuelas cristianas en Israel están en huelga. Profesores y estudiantes denuncian la doble discriminación contra instituciones cristianas: el gobierno redujo los subsidios que ahora representan sólo el 29% de los costos; al mismo tiempo, el gobierno establece un límite a los honorarios que las escuelas pueden recibir de sus familias. De esta manera, varias escuelas ya no son capaces de cumplir con los costos anuales y es probable que cierren.
Después de varias manifestaciones, las escuelas cristianas han declarado una huelga
La discriminación es un hecho obvio, si se compara con lo que ocurre con las escuelas judías ultra-ortodoxas, que son subsidiados por el gobierno en su totalidad y no son objeto de inspecciones por parte del Ministerio de Educación, a pesar de que no están en buenos términos con la currícula de estudio.
El tema de las escuelas ha sido un elemento clave en la reunión de la semana pasada entre el Papa Francisco y el presidente Reuven Rivlin, en su primera visita al Vaticano.
En Israel hoy hay 47 escuelas cristianas, que proporcionan educación a más de 33.000 niños, de los cuales el 60% son cristianos y el 40% musulmanes, y una pequeña representación judía.
Los profesores y el personal no docente no son solamente cristianos, sino que también hay profesores (de un total de 3.000) musulmanes y judíos.
El Estado redujo a la mitad los subsidios
Hace pocos años la financiación del gobierno cubría el 65% de los costos, pero se redujeron hasta en un 34% y luego a 29% en la actualidad, una cifra considerada insuficiente para cubrir los costos.
"En la actualidad no hay cambios sustanciales", dijo el P. Abdel, "hemos hablado con el Ministerio de Educación, pero no hubo resultados concretos. Les pedimos que presenten una propuesta firme para la reunión, el día después de mañana, pero hasta ahora nada nuevo ha surgido". Ciertamente hay "33.000 estudiantes que están todavía en sus casas", dice el franciscano, "a pesar del anuncio del Ejecutivo que, en el primer día de escuela, dijo que todos los estudiantes del país asistían regularmente a clases”.
Desde hace algunos años el gobierno trata a nuestras escuelas "de manera diferente", acusa el p. Abdel, "negando cada vez más nuestros derechos. Recurrimos a los distintos ministros de educación, algunos de los cuales aún no nos han escuchado".
"Somos minoría, pero tenemos derechos"
Ahora, con la huelga, "están empezando a prestar atención, aunque hasta la fecha no ha habido solución". "Quieren cambiar el estado de las escuelas - continúa el sacerdote - de instituciones católicas a escuelas oficiales, donde la Iglesia ya no puede escoger el director, los maestros, y disponer del edificio como les plazca"
"Queremos defender nuestra forma de enseñar", concluyó el Director de la Oficina de las Escuelas Cristianas de la Custodia de Tierra Santa ", ya que proporciona un excelente resultado en términos de calidad a todo el país. Si se reconoce este papel, garantícennos nuestro derecho a ser tratados con un acuerdo no preferencial, pero al menos como establece la ley. Aunque somos una minoría, tenemos nuestros derechos y queremos defenderlos".
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