En otros post hemos afirmado que la actitud para innovar es una de las características fundamentales que debe tener un docente en el nuevo paradigma educativo. Sin dudas, en una etapa de cambios y desafíos constantes la innovación ocupa un lugar central, pero, ¿cómo se producen las innovaciones?
Steven Johnson[i] escritor, experto en divulgación científica, ha investigado desde una perspectiva ambiental el origen de las ideas, es decir intentó identificar patrones comunes en los espacios potencialmente innovadores.
Descubrió que las ideas, en general, no son golpes de inspiración repentinos, tampoco son individuales, está convencido que en la historia natural de la innovación sólo algunas excepciones son el resultado de una gran idea individual. Afirma que se trata de “lentas y pequeñas corazonadas” que colisionan con otras formando algo mayor que ellas mismas, es en la confluencia de talentos que se producen las innovaciones.
Una persona, un científico, un profesor tiene una idea parcial, inconclusa, pequeña, quizá con algún punto débil, esa idea se encuentra, mezcla, contrapone, superpone, fusiona, completa con otras ideas de otras personas, formando algo más que la suma de las partes. Esas ideas son las innovaciones.
El factor ambiental es clave y puede ser impulsor u obstáculo de la innovación, por lo tanto la cuestión es generar espacios potencialmente innovadores, ecosistemas creativos, entornos donde las personas puedan contactarse y las ideas puedan unirse. Steve Johnson encuentra así cierta analogía entre los cafés en el Siglo de Las Luces, los salones literarios en la modernidad, la hiperproductividad de las megalópolis y la conectividad, a la que considera el motor de la innovación que se nutre en nuestra habilidad para intercambiar ideas con otras personas.
Es en una red social online, en un espacio comunitario o en la sala de profesores donde las inteligencias confluyen para generar un tipo de inteligencia colectiva, y por qué no, en términos de Steve Johnson donde las corazonadas se encuentran. Se trata de encontrar o promover entornos que permitan a las personas conectarse y compartir ideas.
No todos los profesores tienen la misma disposición o vocación innovadora, algunos más, otros menos, pero todos tienen pequeñas corazonadas, todos tienen ideas para mejorar, completar o unir a otras.
La tarea docente no es una tarea individual, no debería ser solitaria. La docencia es algo colectivo, cada profesor forma parte de una comunidad y es en esa comunidad donde la colaboración se convierte en la clave de la innovación. Un proyecto, una idea, un recurso, una herramienta, una forma de hacer algo, todo debe ser compartido porque el potencial que tienen aislados se multiplica al unirse.
Tanto profesores como directivos deben asumir un rol activo en este sentido, este rol que los hace portadores de pequeñas corazonadas que deben conectarse con otras para hacer algo mucho más grande.
¿Cómo y donde unir ideas?
- Promover instancias presenciales en el centro educativo de debate, exposición de ideas y proyectos, discusión y reflexión sobre la práctica educativa cotidiana.
- Generar proyectos colaborativos al interior del centro educativo e interinstitucionales que incluyan etapas de evaluación, documentación y reflexión.
- Participar de forma activa en redes sociales y comunidades especializadas online.
- Conectarse con grupos, asociaciones y comunidades de docentes, especialistas y profesores en todo el mundo.
Si como asegura Steve Johnson las innovaciones son producto de la confluencia de pequeñas ideas, será cuestión entonces de trabajar juntos, conversar, compartir y colaborar hasta que una innovación nazca de ello.
“La suerte favorece a la mente conectada" Steve Johnson
A continuación un video ilustrado con las principales ideas de Steve Johnson:
[i] Steven Johnson, 2010. Where Good Ideas Come From. The natural history of innovation
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