De momento, la Conferencia Episcopal no se ha pronunciado sobre los planes del Gobierno. Pero no es descabellado pensar que puedan abrir un nuevo frente en la batalla, nada sorda, que enfrentó al Ejecutivo socialista con la cúpula de los obispos durante la pasada legislatura. De la Vega se ha mostrado prudente. “Es cierto que hubo discrepancias en el pasado, pero no tiene por qué haberlas ahora. Esta reforma no está pensada contra nadie”, ha señalado. El Gobierno, según su número dos, pretende consensuar la reforma mediante el diálogo “con todas las confesiones religiosas y todos los grupos políticos”, pero la oposición de la Conferencia Epìscopal y del Partido Popular parece garantizada.
El presidente, José Luis Rodríguez Zapatero, ha defendido ante don Juan Carlos la vigencia de la llamada Alianza de Civilizaciones impulsada por él mismo, que va a ser, según ha explicado posteriormente De la Vega, “uno de los ejes de la política exterior española”, junto a los ya expresados por Zapatero durante su debate de investidura en el Congreso: Europa, América Latina y África.
La vicepresidenta, por cierto, viaja dentro de unas horas a Níger para asistir a la tercera reunión de la llamada Red de Mujeres por un Mundo Mejor. Allí participará en un encuentro con representantes de los cinco países más pobres del continente africano: Níger, Mali, Burkina-Fasso, Guinea-Bissau y Sierra Leona.
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