Por ejemplo, el texto griego habla de «entregar mujeres en matrimonio». Lo han traducido como «tomar esposo». El coordinador de los 24 traductores, Juan Miguel Díaz Rodelas, miembro de la Pontificia Comisión Bíblica, admite que han seguido la «sugerencia de una teóloga».
Otro ejemplo: los leccionarios usaban la expresión «¡chaparrón tenemos!» muy castiza, pero distraía al feligrés. Se traduce ahora como «habrá un aguacero». «El Logos plantó su tienda entre nosotros», dice el texto griego de San Juan. Pero se traduce, para desilusión de los «scouts» católicos y otros amigos de acampar, como «el Verbo habitó entre nosotros» («es la expresión del Ángelus, y “tienda” podía hacer pensar en “negocio”», explica el biblista).
El infierno y la serpiente
«Las puertas del Hades», que no prevalecerán sobre la Iglesia, se convierten en «el poder del infierno»: menos griego, más sencillo. Y la serpiente expulsada del Paraíso «herirá en el talón» a la mujer y su descendencia, aunque Díaz Rodelas admite que podría traducirse también como «acechará al talón». Los defensores de la Inmaculada Concepción preferirían «acechar»: la Serpiente no puede morder (infectar con pecado) a la Virgen ni a su Hijo. Nuria Calduch, biblista de la Universidad Gregoriana de Roma, explica en la revista «Vida Nueva» que «en lo ecuménico, se han evitado por principio las traducciones problemáticas, que pudieran ser causa de división o de conflicto». Otro de los criterios básicos de la traducción es cambiar lo menos posible, incluso si induce a confusión. Por ejemplo, cuando se habla de «los hermanos y hermanas de Jesús». Aunque en griego existe la palabra «primo», los autores del evangelio pensaban en arameo (donde no existe), y usaban «hermano» para referirse a los parientes (como sucede actualmente en ruso y muchas lenguas africanas y asiáticas). La traducción no usa la palabra «primos» ni «parientes», sino «hermanos», pero explica en las notas que no eran hijos de María.
Un texto famoso de Navidad es el de Lucas, cuando el emperador ordena un censo «del mundo entero» (según la traducción de Herder de 1975, por ejemplo). La nueva traducción prefiere «de todo el Imperio». La palabra griega es «oikumene», que sería algo así como «todo el mundo civilizado», dejando fuera a persas, bárbaros y pueblos no greco-romanizados. Los saludos se traducen literalmente del griego: «jaire», que es lo que dice el ángel a María o Jesús resucitado a la Magdalena, se traduce «alégrate». «Pero en realidad el ángel, Jesús y las mujeres hablarían en arameo: dirían «shalom», paz, para saludar», explica Díaz Rodelas.
Las mujeres, ¿son entregadas o toman esposo?
«En los días de Noé, antes del diluvio, los hombres se casaban y las mujeres tomaban esposo» (Mateo 24, 37)
Lo que pone en realidad en el texto griego es «las mujeres eran dadas en matrimonio», mientras que los hombres «se casaban». Díaz Rodelas admite que traducen «tomar esposo» a instancias de una teóloga, aunque esta opción «políticamente correcta» se aleje del texto original.
Lo «porno» y el divorcio
«Si uno repudia a su mujer –no hablo de unión ilegítima– y se casa con otra, comete adulterio» (Mateo 5,32)
La nueva traducción usa la expresión «unión ilegítima» para traducir el griego «porneia», que alude a lo «porno». Jesús aquí se refiere a lo que hoy llamaríamos matrimonios nulos, por ejemplo, casarse con hijos o hermanos, «algo que hacían algunos judíos de Egipto influidos por el mundo griego», apunta Díaz Rodelas.
Herodes y Jesús
«Herodes, después de burlarse de Jesús, poniéndole una vestidura blanca...» (Lc 23,11)
En la traducción de Herder pone «una vestidura espléndida». La de Editorial San Pablo y la nueva traducción prefieren «blanca». «Puede traducirse como "esplendente" o "blanca", es la misma palabra que en la Transfiguración», explica Díaz Rodelas. «Parece que la tela blanca era algo que se ponía a los locos», dice el biblista.
Los guardias del sepulcro
«Ahí tenéis la guardia, id vosotros y asegurad la vigilancia como sabéis» (Mateo 27, 65)
¿Quién guardaba la tumba de Jesús: legionarios romanos o la policía judía del Templo? La nueva traducción opta por «ahí tenéis la guardia»: Pilatos dice al Sanedrín que use la guardia del Templo. La traducción de Herder opta por «aquí tenéis una guardia», como si fuesen legionarios. La Biblia de San Pablo de 1988 dice: «tenéis guardias». Al ser guardias del Templo, es creíble que mintiesen hablando del cuerpo robado.
Ya no hay que «odiar» a los padres
«Si alguno viene a mí y no pospone a sus padres, y a su mujer y a sus hijos y hermanos y a sí mismo, no puede ser mi discípulo» (Lc 14,26)
La nueva traducción usa «posponer», pero la palabra griega «misein» significa «odiar». La nueva Biblia lo explica en una nota y Díaz Rodelas afirma que «cualquier grecohablante del siglo I o II entendía que no hay que odiar textualmente a la familia, aunque Dios fuera lo primero».
«Por muchos», no «por todos»
«Bebed todos, porque esta es mi sangre de la alianza, que es derramada por muchos» (Mateo 26, 27)
«En griego pone "por muchos" y nosotros también», explica Díaz Rodelas. La liturgia en español o en inglés aún dice «por todos», pero el Papa ha pedido que se cambie.
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