lunes, 6 de noviembre de 2017

La tecnología, la gran aliada de la educación del siglo XXI

Las aulas del futuro ya están aquí. Han llegado para quedarse y, sobre todo, para unir tecnología y educación. Poco a poco el modelo tradicional de impartir clase empieza a ser cosa del pasado. En las aulas del presente hay espacio para la creatividad, para inventar y para integrar las herramientas digitales que usamos cada día. Porque no es igual aprender de memoria una retahíla de fechas y nombres que comprender, ver en pantalla grande e incluso interactuar con un episodio histórico, un escritor o una obra de arte.
La tecnología es hoy un medio clave para mejorar las destrezas de los alumnos. El objetivo es engancharles, motivarles, inspirarles y que, en definitiva, el aula sea un reflejo de lo que hacen fuera del centro escolar. Si smartphones, tabletas y apps forman parte de su día a día, no pueden quedarse fuera del aprendizaje.





El uso de pizarras interactivas, tabletas, S Pen e incluso de la realidad virtual son las nuevas herramientas que ayudan a potenciar la creatividad y la productividad de los estudiantes. Esta es la conclusión a la que llega el estudio Tabletas en educación. Hacia un aprendizaje basado en competencias realizado por Samsung, que destaca que la tecnología es un elemento clave que ofrece multitud de posibilidades para el desarrollo personal y la mejora de las habilidades académicas. Es un medio, que no un fin, para ayudar a los estudiantes a aprender más y mejor.
Este informe señala una relación directa entre el uso de dispositivos móviles, el acceso a la tecnología y estrategias educativas como el Aprendizaje Móvil (que permite a los alumnos acceder al conocimiento en cualquier lugar y momento) respecto a la mejora de las habilidades digitales, comunicativas y de un aprendizaje más autónomo. Este estudio se ha realizado dentro del proyecto Samsung Smart School durante el curso 2016-2017 y han participado un total de 84 aulas de colegios públicos de todo el país con 711 alumnos de 5º y 6º de Primaria. El proyecto Samsung Smart School nace en el año 2014 fruto de la colaboración entre Samsung y el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte y las comunidades autónomas.





Samsung Smart School equipa las aulas con herramientas digitales como tabletas o dispositivos de realidad virtual y, lo que es más importante, forma al profesorado en su uso académico para contribuir así al enriquecimiento y la renovación del proceso de enseñanza y aprendizaje. Dado que uno de los objetivos de este programa es ayudar a la transformación metodológica de la enseñanza y reducir la brecha digital, ya sea por motivos geográficos o socioeconómicos, se persigue la integración de la tecnología en las aulas. Es por ello que está implementado en centros públicos ubicados en zonas con bajo nivel digitalización. “Se trata de un laboratorio gigante que nos permite experimentar con una gran muestra distribuida por todo el territorio nacional”, asegura Francisco Hortigüela, director de Ciudadanía Corporativa, Comunicación y Relaciones Institucionales de Samsung.

Tras tres años de experiencia, este proyecto revela que las competencias digitales de los alumnos mejoraron un 19% gracias al uso de dispositivos móviles en el aula, ya que promueve espacios de trabajo más colaborativos que permiten que los alumnos se ayuden mutuamente, y a que la autonomía de las tabletas aumenta su capacidad para la resolución de problemas. Hasta en un 11% mejoran también las competencias en comunicación lingüística a través de dinámicas que facilita la tecnología como la exposición oral, su grabación y posterior visualización. La utilización de apps para producir textos así como del S Pen también favorecen la creatividad y la comunicación entre alumnos y estudiantes y docentes.
Por último, los profesores entrevistados detectan un 12% de mejora en la llamada competencia Aprender a Aprender, es decir un aprendizaje más autónomo en el aula tanto a la hora de investigar como en la selección de datos y la búsqueda de información. “Vivimos en un  mundo cambiante y hoy más que nunca es necesario formar en las competencias claves del siglo XXI”, afirma Hortigüela. “Este proyecto es un ejemplo de colaboración público y privada que cada vez es más necesaria en la sociedad. En Samsung somos líderes en tecnología y como tal tenemos un compromiso social y queremos participar y colaborar en los proyectos donde la tecnología juega un papel fundamental para contribuir a la mejora de la sociedad”, agrega.

“Samsung Smart School ha ofrecido a los estudiantes experiencias de aprendizaje empoderadoras”

Además, Samsung Smart School no solo ha contribuido a la transformación de los centros educativos a nivel interno, sino que ha tenido también un impacto en las casas y familias de los estudiantes participantes. Como explica Mar Camacho, responsable del estudio y doctora en Tecnología Educativa, “el impacto en el entorno es otro de los grandes hitos del proyecto. Siempre es positivo para ellos y, por tanto, para la familia. Además de aprender las nuevas tecnologías, que serán las herramientas para el desarrollo de sus profesiones, favorece las relaciones entre alumnos y con los tutores, algo importante para suavizar la extrema competitividad actual y favorecer la solidaridad entre compañeros con una misma meta”.
En la investigación también se observa un aumento de las habilidades requeridas para trabajar en el siglo XXI tales como el trabajo en equipo, la gestión de la información y la creatividad mediante un uso integrado de la tecnología digital. “El proyecto ha ofrecido a los estudiantes experiencias de aprendizaje empoderadoras llevadas a cabo en ambientes tanto formales como informales que les ha capacitado para ser activos y creativos en una sociedad globalmente conectada”, señala Camacho.

Más allá del aula

¿Cómo suena Goya? ¿Es tétrico y oscuro en Saturno devorando a sus hijos o enérgico y vigoroso en Los fusilamientos? ¿Qué música acompaña a Doña Juana la Loca, de Pradilla y Ortiz? ¿Y a las ninfas de Rubens? La música, como la pintura, son sensaciones. Comparten lenguajes más cercanos de lo que a simple vista podría parecer: hablan de texturas, colores, tonos, armonía o composición. La tecnología las junta en el Museo del Prado formando una experiencia redonda que acerca de forma lúdica, inmersiva y moderna ambas disciplinas a los jóvenes.

El proyecto ¿Quedamos en el Prado?, organizado por la pinacoteca nacional y Samsung, invita a los jóvenes de entre 13 y 17 años a convertir el arte en música electrónica descubriendo una nueva (y muy actual) lectura de la Historia del Arte. De este modo, la actividad La música en tus ojos les propone visitar las salas de pintura del siglo XIX del museo para, después, componer con tabletas las canciones que les han inspirado los grandes maestros del arte junto al DJ Edu Ostos (Ed is Dead). Eso estos meses de octubre y noviembre mientras que en los talleres del año pasado fueron arte, cómic y tabletas los que se fusionaron en el Prado. Una experiencia que se suma a la apuesta de Samsung por la cultura y por ofrecer experiencias culturales innovadoras alrededor de la tecnología con Descubre más.
Las nuevas tecnologías también juegan un papel fundamental en la inclusión en el ámbito educativo. Es el caso de Tecnología con propósito, una campaña de Samsung para eliminar barreras educativas y sociales que gracias a la app para tabletas Dytective for Samsung promueve la detección precoz de la dislexia en tan solo 15 minutos y con un 90% de precisión. Otro proyecto como Asignatura Empatía se sirve de la realidad virtual, de la mano de las gafas Samsung Gear VR, para que los alumnos adquieran un mayor grado de concienciación para erradicar el acoso escolar en las aulas. Ejemplos todos de que la unión de tecnología y educación no se reduce únicamente a las aulas y los centros educativos sino que también es integradora y culturiza.

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