martes, 25 de febrero de 2020

La posible modificación del decreto 48/2005 no afecta a la asignatura de Religión



Unión Sindical Independiente de Trabajadores
Empleados Públicos

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Madrid, 25 de febrero de 2020


Estimadas/os compañeras/os:

La Consejería de Educación y Juventud pretende modificar el Decreto 48/2015, de 14 de mayo, del Consejo de Gobierno, por el que se establece para la Comunidad de Madrid el currículo de la Educación Secundaria. Son dos las modificaciones:

PRIMERA: Se introduce en Geografía e Historia en los cursos 2º, 3º, y 4º, temas relativos al judaísmo y su legado.

SEGUNDA: Se amplía el horario de Educación Física a 3 horas en el primer ciclo, y se reduce a 1 horas las materias específicas opcionales/libre configuración autonómica, es decir, de las opciones siguientes:

a) Segunda Lengua Extranjera, de oferta obligada, en los tres cursos; b) Cultura Clásica, de oferta obligada, en tercer curso; c) Iniciación a la Actividad Emprendedora y Empresarial, en tercer curso; d) Taller de Música, en primer curso; e) Recuperación de Lengua, en primer y segundo cursos; f) Recuperación de Matemáticas, en primer y segundo cursos; g) Ampliación de Matemáticas: Resolución de Problemas, en tercer curso; h) Deporte; i) Taller de Ajedrez.

En cuarto de la ESO también se amplía Educación Física a 3 horas y se reduce sobre una materia de libre configuración autonómica:

1. Artes Escénicas y Danza. 2. Cultura Científica. 3. Cultura Clásica. 4. Educación Plástica, Visual y Audiovisual. 5. Filosofía. 6. Música. 7. Segunda Lengua Extranjera. 8. Tecnologías de la Información y la Comunicación.

De lo anterior se deduce que no hay modificación alguna para la asignatura de Religión.

Un cordial saludo,

USIT-EP

domingo, 23 de febrero de 2020

Papa Francisco rinde homenaje a los profesores del mundo

El Papa Francisco rindió homenaje a los profesores del mundo, quienes a pesar de ser “los siempre mal pagados” siguen adelante “con valentía y tesón” ante el desafío de la educación, y se convierten en los “artesanos” de las futuras generaciones.
Así lo indicó el Santo Padre este 7 de febrero al recibir en el Vaticano a los participantes del Seminario “Educación: el pacto mundial” organizado por la Academia Pontificia de las Ciencias Sociales.
“Deseo, en este momento, rendir también homenaje a los docentes —los siempre mal pagados—, porque ante el desafío de la educación siguen adelante con valentía y tesón. Ellos son ‘artesanos’ de las futuras generaciones”, exclamó el Papa. Dijo que los maestros, “con su saber, paciencia y dedicación van transmitiendo un modo de ser que se transforma en riqueza, no material, sino inmaterial, se va creando al hombre y mujer del mañana”.
“Esto es una gran responsabilidad. Por lo tanto, en el nuevo pacto educativo, la función de los docentes, como agentes de la educación, debe reconocerse y respaldarse con todos los medios posibles”, señaló.
En esta línea, Francisco indicó que “si nuestro objetivo es brindar a cada individuo y a cada comunidad el nivel de conocimientos necesario para tener su propia autonomía y ser capaces de cooperar con los demás, es importante apuntar a la formación de los educadores con los más altos estándares cualitativos, en todos los niveles académicos”.
Además, el Santo Padre señaló que “la familia necesita ser valorada en el nuevo pacto educativo, puesto que su responsabilidad ya comienza en el vientre materno, en el momento del nacimiento. Pero las madres, los padres, los abuelos, y la familia en su conjunto, en su rol educativo primario, necesitan ayuda para comprender, en el nuevo contexto global, la importancia de esta temprana etapa de la vida, y estar preparados para actuar en consecuencia”.
“Una de las formas fundamentales de mejorar la calidad de la educación a nivel escolar es conseguir una mayor participación de las familias y las comunidades locales en los proyectos educativos. Y estas son parte de esa educación integral, puntual y universal”, afirmó.
Asimismo, el Pontífice explicó que “educar no es solamente transmitir conceptos, esta sería una herencia de la ilustración que hay que superar, o sea no sólo transmitir conceptos, sino que es una labor que exige que todos los responsables de la misma -familia, escuela e instituciones sociales, culturales, religiosas- se impliquen en ella de forma solidaria”.
“Para educar hay que buscar integrar el lenguaje de la cabeza con el lenguaje del corazón y el lenguaje de las manos. Que un educando piense lo que siente y lo que hace, sienta lo que piensa y lo que hace, haga lo que siente y lo que piensa. Integración total”, pidió el Papa.
Sin embargo, Francisco dijo que “hoy está en crisis, está roto lo que he llamado el ‘pacto educativo’; el pacto educativo que se da entre la familia, la escuela, la patria y el mundo, la cultura y las culturas”.
“Está roto, y muy roto; y no se puede pegar o recomponer. No se puede zurcir, sino a través de un renovado esfuerzo de generosidad y acuerdo universal”, reconoció el Papa. Indicó que “el pacto educativo roto significa que sea la sociedad, sea la familia, sean las distintas instituciones que están llamadas a educar delegan la decisiva tarea educacional a otros, evadiendo así la responsabilidad las diversas instituciones básicas y los mismos estados que hayan claudicado de este pacto educativo”.
“Hoy estamos llamados, de alguna manera, a renovar y reintegrar el esfuerzo de todos —personas e instituciones— por la educación, para rehacer un nuevo pacto educativo, porque solamente así podrá cambiar la educación. Y, para eso, hay que integrar los saberes, la cultura, el deporte, la ciencia, el esparcimiento y la recreación; para esto, hay que tender puentes de conexión, saltar; me permiten la palabra: saltar el ‘chiquitaje’, que nos encierra en nuestro pequeño mundo, y salir al mar abierto global respetando todas las tradiciones”, pidió el Papa.
En este sentido, animó a los educadores “en esta tarea tan importante y apasionante que tienen: colaborar en la educación de las futuras generaciones. No es algo del mañana, sino del hoy. Adelante, que Dios los bendiga. Rezo por ustedes y ustedes háganlo por mí”, concluyó.
El discurso completo del Papa Francisco puede leerse AQUÍ

jueves, 20 de febrero de 2020

RELIGIÓN: mapa y brújula para un nuevo y tosco escenario


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RELIGIÓN: mapa y brújula para un nuevo y tosco escenario


Madrid, 19 de febrero de 2020

Por todos es conocida la manifestación realizada por el Gobierno de PSOE y Unidas Podemos: "La asignatura de religión será de carácter voluntario para los estudiantes, sin que haya una asignatura alternativa ni la nota sea computable a efectos académicos".

A tenor de ello, distintos sindicatos de este colectivo se han mostrado presurosos para señalar su compromiso con el profesorado de Religión: unos apostando por una nueva asignatura aconfesional, otros por un remix desatinado, también los hay que celebran la proporcionalidad para el cómputo académico de la asignatura (sic), sin saber cómo va a quedar.

Entendemos que yerran todos ellos, porque no es el momento actual para reivindicar una nueva asignatura aconfesional, ni de hacer remix ante un desarrollo normativo desconocido, ni de arrinconar la asignatura en orden a su cómputo y proporcionalidad horaria. Creemos que hay que consignar las razones jurídicas de "La asignatura de Religión y su anclaje en la escuela pública".

Por ello hemos redactado un amplio informe jurídico que hemos trasladado a diputados presentes en la Comisión de Educación y Formación Profesional del Congreso. No son meras palabras ni ocurrencias peregrinas, sino el sustento legal de esta asignatura. Para ello hemos abordado:

I. La normativa internacional más importante respecto a la libertad de enseñanza y el derecho a la educación.

II. Los orígenes curriculares de la actual asignatura de Religión.

III. La disposición adicional segunda, enseñanza de la Religión, en la Ley Orgánica 2/2006, de 3 de mayo, de educación (LOE) y en la Ley Orgánica 8/2013, de 9 de diciembre, para la mejora de la calidad educativa (LOMCE).

IV. El proyecto de Ley Orgánica por la que se modifica la Ley Orgánica 2/2006, de 3 de mayo de educación (LOMLOE).

V. Voluntariedad y asignatura alternativa o espejo.

VI. La asignatura de Religión no computable a efectos académicos: laicidad y efectos.

VII. Condiciones equiparables a las demás disciplinas fundamentales.

VIII. Conclusiones.

Estos considerandos, como los argumentos incontestables y definitivos que aportamos en su día a la Conferencia Episcopal Española para frenar las disminuciones horarias en algunas CCAA, pueden servir de gran ayuda si los toman en consideración, aunque no desconocemos las posturas y las fuerzas parlamentarias.

Llegado el momento, y si no hay otro remedio, nos encontrarán en los tribunales.

Un cordial saludo:

USIT-EP

sábado, 15 de febrero de 2020

Querida Amazonia, la Exhortación del Papa para una Iglesia con rostro amazónico

Publicada la Exhortación post-sinodal sobre la Amazonia. El documento traza nuevos caminos de evangelización y cuidado del ambiente y de los pobres. Francisco desea un nuevo impulso misionero y alienta el papel de los laicos en las comunidades eclesiales.


“La querida Amazonia se muestra ante el mundo con todo su esplendor, su drama, su misterio”. Así comienza la Exhortación apostólica post-sinodal, Querida Amazonia. El Pontífice, en los primeros puntos (2-4) explica “el sentido de esta Exhortación” llena de referencias a documentos de las Conferencias Episcopales de los países amazónicos, pero también a poemas de autores relacionados con la Amazonia. Hace hincapié en que desea “expresar las resonancias” que el Sínodo ha provocado en él. Y precisa que no pretende sustituir ni repetir el Documento Final que nos invita a leer “íntegramente”, esperando que toda la Iglesia se deje “enriquecer e interpelar” por él y que la Iglesia de la Amazonia se comprometa “en su aplicación”. Francisco comparte sus “Sueños para la Amazonia” (5-7), cuyo destino debe preocupar a todos, porque esta tierra también es “nuestra”. Formula “cuatro grandes sueños”: que la Amazonia “luche por los derechos de los más pobres”, “preserve la riqueza cultural”, “custodie celosamente la abrumadora hermosura natural” y, por último, que las comunidades cristianas sean “capaces de entregarse y encarnarse en la Amazonia”.
El sueño social: Que la Iglesia esté al lado de los oprimidos

El primer capítulo de Querida Amazonia se centra en el “Sueño social” (8). Destaca que “un verdadero planteo ecológico” es también un “planteo social” y, si bien aprecia el “buen vivir” de los indígenas, advierte contra el “conservacionismo” que solo se preocupa por el medioambiente. En tonos vibrantes, habla de “injusticia y crimen” (9-14). Recuerda que Benedicto XVI ya había denunciado “la devastación ambiental de la Amazonia”. Los pueblos originarios, advierte, sufren el “sometimiento” tanto de los poderes locales como de los externos. Para el Papa las operaciones económicas que alimentan la devastación, los asesinatos, la corrupción, merecen el nombre de “injusticia y crimen”. Y con Juan Pablo II reitera que la globalización no debe convertirse en un nuevo colonialismo.
Que los pobres sean escuchados sobre el futuro de la Amazonia

Ante tal injusticia, el Pontífice pide “indignarse y pedir perdón” (15-19). Para Francisco son necesarias “redes de solidaridad y desarrollo” y llama al compromiso de todos, incluyendo a los líderes políticos. A partir de aquí, el Papa se detiene en el tema del “sentido comunitario” (20-22). Recuerda que para los pueblos amazónicos las relaciones humanas “están impregnadas por la naturaleza circundante”. Por esta razón, escribe, viven como un verdadero “desarraigo” cuando son “obligados a emigrar a la ciudad”. La última parte del primer capítulo está dedicada a las “Instituciones dañadas” (23-25) y al “Diálogo social” (26-27). El Papa denuncia el mal de la corrupción que envenena al Estado y sus instituciones. Y espera que la Amazonia se convierta en “un lugar de diálogo social”, en primer lugar, “con los últimos”. La de los pobres, advierte, ha de ser “la voz más potente” en la Amazonia.
El sueño cultural: cuidar el poliedro amazónico

El segundo capítulo está dedicado al “Sueño cultural”. Francisco inmediatamente deja claro que “promover la Amazonia” no significa “colonizarla culturalmente” (28). Así, utiliza una imagen que le es muy querida: “el poliedro amazónico” (29-32). Es necesario luchar contra la “colonización postmoderna”. Para Francisco es urgente “cuidar las raíces” (33-35). Citando a Laudato si’ y Christus vivit, subraya que la “visión consumista del ser humano” tiende a “homogeneizar las culturas” y esto repercute especialmente en los jóvenes. A ellos, el Papa les pide “hacerse cargo de las raíces”, que “recuperen la memoria dañada”.


No a un indigenismo cerrado, sino a un encuentro intercultural


La Exhortación se centra entonces en el “encuentro intercultural” (36-38). Incluso las “culturas supuestamente más evolucionadas”, observa, pueden aprender de los pueblos que “desarrollaron un tesoro cultural estando enlazadas con la naturaleza”. La diversidad, por lo tanto, no es “una frontera”, sino “un puente”, y dice no a un “indigenismo completamente cerrado”. La última parte del capítulo II está dedicada al tema “culturas amenazadas, pueblos en riesgo” (39-40). En cualquier proyecto para la Amazonia, es su recomendación, “hace falta incorporar la perspectiva de los derechos de los pueblos”. Estos, añade, difícilmente podrán “quedar indemnes” si el entorno en el que nacieron y se desarrollaron “se daña”.
El sueño ecológico: Unir el cuidado del ambiente y el de las personas

El tercer capítulo, “Un Sueño Ecológico”, es el que se relaciona más inmediatamente con la Encíclica Laudato si’. En la introducción (41-42) se destaca que en la Amazonia existe una estrecha relación del ser humano con la naturaleza. El cuidado de nuestros hermanos como el Señor nos cuida, reitera, “es la primera ecología que necesitamos”. El cuidado del medioambiente y el cuidado de los pobres son “inseparables”. Francisco, entonces, vuelca su atención al “sueño hecho de agua” (43-46). Cita a Pablo Neruda y a otros poetas locales sobre la fuerza y la belleza del río Amazonas. Con sus poemas, escribe, “nos ayudan a liberarnos del paradigma tecnocrático y consumista que destroza la naturaleza”.
Escuchar el grito del Amazonas, que el desarrollo sea sostenible

Para el Papa, es urgente escuchar “el grito de la Amazonia” (47-52). Recuerda que el equilibrio planetario depende de su salud. Hay, escribe, fuertes intereses no solo locales, sino también internacionales. La solución, por lo tanto, no es la “internacionalización” de la Amazonia, sino que debe crecer “la responsabilidad de los gobiernos nacionales”. El desarrollo sostenible, continúa, requiere que los habitantes estén siempre informados sobre los proyectos que les conciernen y espera la creación de “un sistema normativo” con “límites infranqueables”. Así, invita a la “Profecía de la contemplación” (53-57). Escuchando a los pueblos originarios, subraya, podemos amar a la Amazonia “y no solo utilizarla”; podemos encontrar en ella “un lugar teológico, un espacio donde Dios mismo se muestra y convoca a sus hijos”. La última parte del capítulo III se centra en la “Educación y los hábitos ecológicos” (58-60). El Papa señala que la ecología no es una cuestión técnica, sino que siempre incluye “un aspecto educativo”.
El sueño eclesial: Desarrollar una Iglesia con rostro amazónico

El último capítulo, el más contundente, está dedicado “más directamente” a los pastores y fieles católicos y se centra en el “Sueño eclesial”. El Papa invita a “desarrollar una Iglesia con rostro amazónico” a través de un “gran anuncio misionero” (61), un “anuncio indispensable en la Amazonia” (62-65). Para el Papa no basta con llevar un “mensaje social”. Estos pueblos tienen “derecho al anuncio del Evangelio”, de lo contrario “cada estructura eclesial se convertirá” en una ONG. Una parte sustancial se dedica entonces a la inculturación. Retomando la Gaudium et Spes, habla de la “inculturación” (66-69) como un proceso que lleva “a la plenitud a la luz del Evangelio” lo bueno que existe en las culturas amazónicas.
Una renovada inculturación del Evangelio en la Amazonia

El Papa mira más profundamente, señalando los “Caminos de inculturación en la Amazonia” (70-74). Los valores presentes en las comunidades originarias, escribe, deben ser “recogidos en la evangelización”. Y en los dos párrafos siguientes se centra en la “inculturación social y espiritual” (75-76). El Papa señala que, dada la pobreza de tantos habitantes de la Amazonia, la inculturación debe tener un “perfume marcadamente social”. Al mismo tiempo, sin embargo, la dimensión social debe integrarse con la dimensión “espiritual”.
Sacramentos accesibles a todos, especialmente a los pobres

La Exhortación indica entonces los “puntos de partida para una santidad amazónica” (77-80) que no deben copiar “modelos de otros lugares”. Destaca que “es posible recoger de alguna manera un símbolo indígena sin calificarlo necesariamente de idolatría”. Se puede valorar, añade, un mito “cargado de sentido espiritual” sin considerarlo necesariamente “un error pagano”. Lo mismo se aplica a algunas fiestas religiosas que, aunque requieren un “proceso de purificación”, “contienen un significado sagrado”.

Otro pasaje significativo de Querida Amazonia es sobre la inculturación de la liturgia (81-84). El Pontífice constata que el Concilio Vaticano II había pedido un esfuerzo de “inculturación de la liturgia en los pueblos indígenas”. También recuerda, en una nota al texto, que en el Sínodo “surgió la propuesta de elaborar un rito amazónico”. Los sacramentos, exhorta, “deben ser accesibles, sobre todo para los pobres”. La Iglesia, enfatiza recordando a Amoris laetitia, no puede convertirse en una “aduana”.


Que los obispos latinoamericanos envíen misioneros a la Amazonia

Vinculado a esto está el tema de “la inculturación de la ministerialidad” (85-90) al que la Iglesia debe dar una respuesta “valiente”. Para el Papa debe garantizarse “una mayor frecuencia de la celebración de la Eucaristía”. A este respecto, reitera, es importante “determinar qué es lo más específico del sacerdote”. La respuesta, se lee, está en el sacramento del Orden que habilita solo al sacerdote para presidir la Eucaristía. ¿Cómo, entonces, “asegurar ese ministerio sacerdotal” en áreas remotas? Francisco exhorta a todos los obispos, especialmente a los latinoamericanos, “a ser más generosos”, orientando a aquellos que “muestran vocación misionera” a elegir la Amazonia y los invita a revisar la formación de los sacerdotes.
Favorecer un protagonismo de los laicos en la comunidad

Después de los sacramentos, Querida Amazonia se detiene en las “comunidades repletas de vida” (91-98) en las que los laicos deben asumir “responsabilidades importantes”. Para el Papa, de hecho, no se trata “solo de facilitar una mayor presencia de ministros ordenados”, un objetivo “limitado” si no se suscita “nueva vida en las comunidades”. Por lo tanto, se necesitan nuevos “servicios laicales”. Solo a través de un “contundente protagonismo de los laicos”, reitera, la Iglesia podrá responder a los “desafíos de la Amazonia”. Para el Pontífice, las personas consagradas ocupan también un lugar especial, al tiempo que recuerda el papel de las comunidades de base que han defendido los derechos sociales y alienta en particular la actividad de la REPAM y de los “equipos misioneros itinerantes”.
Nuevos espacios para las mujeres, pero sin “clericalizaciones”

El Papa dedica un espacio propio a la fuerza y al don de las mujeres (99-103). Reconoce que en la Amazonia algunas comunidades se han mantenido solo “gracias a la presencia de mujeres fuertes y generosas”. Sin embargo, advierte que no se debe reducir “la Iglesia a estructuras funcionales”. Si este fuera el caso, de hecho, solo se les daría un papel si tuvieran acceso al Orden Sagrado. Para el Papa la clericalización de la mujer debe ser rechazada, aceptando en cambio la contribución según el modo femenino que prolonga “la fuerza y la ternura de María”. Él alienta el surgimiento de nuevos servicios femeninos, que - con el reconocimiento público de los obispos – incidan en las decisiones de las comunidades.
Que los cristianos luchen unidos para defender a los pobres de la Amazonia

Para el Papa es necesario “ampliar horizontes más allá de los conflictos” (104-105) y dejarnos desafiar por la Amazonia para “superar perspectivas limitadas” que “se quedan clausuradas en aspectos parciales”. El capítulo IV termina con el tema de la “Convivencia ecuménica e interreligiosa” (106-110). El Papa invita a los creyentes a “encontrar espacios para conversar y para actuar juntos por el bien común”. “¿Cómo no luchar juntos? - pregunta Francisco- ¿Cómo no orar juntos y trabajar codo con codo para defender a los pobres de la Amazonia?”
Confiemos la Amazonia y sus pueblos a María

Francisco concluye Querida Amazonia con una oración a la Madre de la Amazonia (111). “Madre, mira a los pobres de la Amazonia”, recita un pasaje de su oración, “porque su hogar está siendo destruido por intereses mezquinos (…) Toca la sensibilidad de los poderosos, porque aunque sentimos que ya es tarde nos llamas a salvar lo que todavía vive”.

miércoles, 12 de febrero de 2020

Cuidados paliativos: la profesión médica planta cara a la eutanasia

Los médicos reclaman antes una ley de asistencia al final de la vida que de suicidio asistido. Además, en 2060 se cuadriplicarán los pacientes que precisarán atención al final de la vida. Los clínicos exigen un marco legislativo para abordar la situación

80.000 personas mueren al año en España sin cuidados paliativos


Los médicos reclaman antes una ley de asistencia al final de la vida que de suicidio asistido. Además, en 2060 se cuadriplicarán los pacientes que precisarán atención al final de la vida. Los clínicos exigen un marco legislativo para abordar la situación

Una de las asignaturas pendientes de la Medicina española es definir la forma y el contenido de una legislación que sirva de hoja de ruta en cuidados paliativos. Al final de la pasada legislatura se vislumbraron pasos en esta materia, aunque la forma en la que se denominaron los proyectos de ley no satisfizo entonces a la comunidad médica. Ricardo Martino, vocal de la Sociedad Española de Cuidados Paliativos Pediátricos (Pedpal) y coordinador de la Unidad de Cuidado Paliativos Pediátricos del Hospital Infantil Universitario Niño Jesús de Madrid, apunta que «cómo llamemos a la ley es importante, porque puede conducir a una idea errónea de lo que se pretende con ella. Así en la ‘‘Proposición de Ley de derechos y garantías de la dignidad de la persona ante el proceso final de su vida’’ – promovida por Ciudadanos –, cuyo contenido hace referencia a los cuidados y tratamientos en esta etapa lleva a confusión. Y cuando hablamos de la ‘‘Proposición de Ley de Eutanasia y suicidio asistido’’ queda clara la intención. Debemos tener en cuenta que, aunque no tenemos legislación en esta materia como otros vecinos europeos (como Suiza y Holanda), para quién queremos legislar: ¿para un 1-3% – en el caso de la eutanasia– o para un 50% – en la opción de cuidados paliativos– de los pacientes?».

Cada año mueren en España alrededor de 80.000 personas sin acceder a cuidados paliativos, una prestación que va a necesitar el 50% de la población al final de su vida. «Nos hemos estancado en los últimos ocho años mientras los países de nuestro entorno han ido progresando y en algunas comunidades incluso hay menos servicios que antes», advierte Carlos Centeno, investigador principal del programa Atlantes del Instituto Cultura y Sociedad, coordinador del «Atlas de cuidados paliativos en Europa 2019» y director de Medicina Paliativa de la Clínica Universidad de Navarra.

En este sentido, Marcos Gómez Sancho, coordinador del Observatorio de Atención Médica al Final de la Vida de la Organización Médica Colegial (OMC), subraya que «en muchos casos en vez de avanzar hemos dado pasos hacia atrás. En Galicia ha desaparecido un equipo, mientras que en Canarias – una iniciativa propuesta y coordinada por é l– se han destinado 4,3 millones para desarrollar una estrategia que permite la contratación de 79 profesionales y 53 camas».

La situación del archipiélago es la que los profesionales médicos buscan: soluciones para aliviar el dolor y el sufrimiento de los pacientes. «Porque llegado el momento no hay que optar por la eutanasia como opción. Esto da mucho miedo, ya que en el marco actual parece que cuidar a una persona cuesta mucho más que tomar la decisión de terminar con el dolor de forma tajante», subraya Gómez Sancho. Desde Secpal (Sociedad Española de Cuidados Paliativos) quieren que se dé luz verde a una legislación que regule cómo debería hacerse este abordaje, porque es el leitmotiv de su profesión. «Se trata de atender de forma integral a una persona que por el proceso propio de su enfermedad va a llegar a su final. Hay que cuidar todas las esferas: psicológica y física. Prescribir el fármaco –morfina– más adecuado al dolor que siente o sufre es tan importante como prestar atención emocional y social», explica Rafael Mota Vargas, presidente de Secpal.

Aquí, la OMC mantiene una postura firme tras haber valorado la proposición de ley, que como apuntaba la responsable de Sanidad del Gobierno, de momento en funciones, María Luisa Carcedo, «las leyes para regular la eutanasia y los cuidados paliativos son necesarias y complementarias». Los médicos no están de acuerdo con la proposición legislativa que regularía el suicidio asistido: «Cuidar de los pacientes es síntoma de progreso, de avance, desde un punto de vista social es humanitario. Lo contrario, es retrógrado y conservador. Esta decisión mide el grado de civilización de una sociedad», recalca el coordinador del Observatorio de Atención Médica al Final de la Vida de la OMC. Además, insiste en que «en la eutanasia estaríamos hablando de unos 500 casos puntuales, como mucho al año, y en el otro, en el de los cuidados paliativos, unas 150.000 personas». Ya que, como deja claro Centeno, «el médico siempre va a poner su punto de vista humanista».

Porque el objetivo es «aliviar el sufrimiento. La muerte está ahí, lo que ponen los cuidados paliativos es la plenitud, la paz», subraya Centeno y deja claro que la diferencia entre cuidados paliativos y eutanasia consiste en que con los primeros se pretende «paliar el sufrimiento y morir con dignidad, mientras que la eutanasia acelera la llegada de la muerte». Generalmente este abordaje se ha destinado a pacientes que estaban ya al final de la vida, pero Mota señala que «no siempre se abordan los últimos momentos de un proceso oncológicos, también hacemos referencias enfermedades degenerativa neurológicas y cardiovasculares, cada vez hay más estudios que demuestran que la intervención temprana de forma coordinada entre profesionales asegura una mejor condición y calidad de vida de los pacientes. Porque estamos ante un momento que puede durar días, semanas, meses e incluso años, en el caso de las neurológicas».

En este sentido, Centeno reconoce que aliviar el dolor con los medicamentos disponibles es «hasta cierto punto sencillo, lo más difícil es combatir el deterioro físico, el cansancio, la carga emocional, todos los síntomas que provocan malestar y el componente existencial, tanto de los pacientes como de sus familiares». Aquí cabe destacar que esta semana «The Lancet Global Health» muestra una investigación que subraya que la carga de los cuidados paliativos se duplicará en las próximas cuatro décadas. Así, en 2060 serán un 87% de los pacientes los que necesiten este tipo de asistencia, y no un 50% como ahora. Katherine Sleeman, científica clínica del Instituto Nacional para la Investigación en Salud y autora del estudio, apunta que «la acción global inmediata para integrar los cuidados paliativos en los sistemas de salud es un imperativo ético y económico».


¿Y los más pequeños?

Cada año fallecen en España unos 2.500 niños, el 60% por muerte previsible, que son a los que deben ir dirigidos estos servicios, pero «el 85% no los reciben», asegura Martino, aunque sugiere que «la buena noticia es que hoy existe una ola esperanzadora de profesionales jóvenes que se están formando para ayudar a los niños y sus familias y están removiendo las conciencias de los gestores y los políticos. Para este especialista, el mayor problema es aceptar que hay niños que se mueren. «Nos ocupamos de que la gente viva plenamente; también los niños, ofreciéndoles lo que necesitan para estar bien», concluye.

lunes, 3 de febrero de 2020

La verdad sobre la Revolución Copernicana: un debate científico con buenas razones en ambos lados

Andrzej Kopiczynski interpretó a Nicolás Copérnico en «Kopernik», una película coproducida en 1973 entre Polonia y Alemania Oriental, y dirigida por Ewa Petelska y Czeslaw Petelski. En la imagen, el astrónomo y clérigo con Anna Schilling (interpretada por Barbara Wrzesinska), la mujer que vivió un tiempo con él, hasta que por obediencia a su obispo se separaron, sin que haya certeza de una relación inconveniente.
Andrzej Kopiczynski interpretó a Nicolás Copérnico en «Kopernik», una película coproducida en 1973 entre Polonia y Alemania Oriental, y dirigida por Ewa Petelska y Czeslaw Petelski. En la imagen, el astrónomo y clérigo con Anna Schilling (interpretada por Barbara Wrzesinska), la mujer que vivió un tiempo con él, hasta que por obediencia a su obispo se separaron, sin que haya certeza de una relación inconveniente.
A pesar de que Nicolás Copérnico era sacerdote y Galileo Galilei un hombre de fe profunda que murió en cama en brazos de su hija monja, la propaganda anticatólica ha logrado presentar la revolución copernicana y el caso Galileo como una lucha de revolucionarios racionalistas y proto-ateos contra un establishment religioso aferrado a la filosofía aristotélica y a la Biblia como únicos argumentos.
Un debate científico, no teológico
La realidad es que el debate en torno al heliocentrismo y el geocentrismo se produjo en términos puramente científicos. Cada cual defendió su posición y atacó la contraria con razones muy plausibles en ambos casos. No hay que olvidar que ni Copérnico ni Galileo ni Johannes Kepler pudieron demostrar el heliocentrismo. Mostraron, eso sí, que dicho modelo se ajustaba mejor que el geocéntrico a algunas observaciones experimentales que no encontraban explicación en el modelo ptolemaico y habían empezado a cuestionarlo.
El profesor Christopher Graney es físico especializado en historia de la Ciencia.
Pero no todo estaba tan claro. En 2010, el astrofísico Christopher Graney, profesor de Física y Astronomía en el Jefferson College de Louisville (Kentucky, Estados Unidos) y colaborador del Observatorio Vaticano, puso de relieve un dato interesante. Si Galileo hubiese sido coherente con sus observaciones sobre las estrellas (distorsionada por un efecto, los discos de Airy, que no podía interpretar como lo que es: un patrón de difracción de la luz), debía haber concluido que encajaban mejor en el modelo geo-heliocéntrico de Tycho Brahe que en el heliocéntrico de Copérnico. Un astrónomo alemán contemporáneo del genio de Pisa, Simón Marius, sí lo entendió así, explicaba Graney al dar cuenta de uno de sus manuscritos.
En rigor, el heliocentrismo solo quedó demostrado matemáticamente con la teoría de la gravitación universal de Isaac Newton en 1687, cincuenta años después de la condena de Galileo en 1633, y físicamente por la medición de la paralaje estelar por Friedrich Bessel nada menos que en 1838.
Graney escribió un libro en 2015, Setting aside all authority, publicado por la Universidad de Notre Dame, donde estudiaba todo el arsenal argumental contra el sistema copernicano planteado por los astrónomos en el siglo XVII. Los argumentos de autoridad (religiosa o filosófica) no aparecen por ningún lado. Algunos físicos, sin embargo, sí construyeron contra Copérnico, en torno al modelo de Brahe, un rechazo científicamente sólido y basado en la observación telescópica.
"Giovanni Battista Riccioli y la ciencia contra Copérnico en la era de Galileo": es el subtítulo de un libro cuyo título ("Dejando aparte toda autoridad") muestra que el debate en torno al geocentrismo fue eminentemente científico, no filosófico ni religioso.
En un artículo de enero en Church Life Journal (de la Universidad de Notre Dame), el profesor Graney reitera esta idea: "La Revolución Copernicana ofreció un debate científico de la mejor calidad", y en ambos lados "hubo pensamiento racional y propuestas brillantes".

Los argumentos contra el sistema copernicano
Por ejemplo, algunos adversarios de la teoría copernicana intuyeron dos siglos antes lo que descubrió en 1836 Gaspard-Gustave de Coriolis, el denominado efecto Coriolis o aceleración relativa entre dos puntos por su diferente velocidad en un sistema de referencia en rotación. Los astrónomos jesuitas Giovanni Battista Riccioli y Francesco Maria Grimaldi lo explicaron en el Almagestum Novum de 1651 y otro físico de la Compañía de Jesús, Francis Milliet Dechales, lo plasmó en diagramas "que podrían servir para un libro de texto actual", dice Graney.
Dado que, por la hipotética rotación de la tierra, el cañón y el castillo contra el que dispara se mueven a diferente velocidad, se produciría una desviación en su impacto. En el caso de un edificio, su techo se movería a distinta velocidad que su base, y por tanto un objeto lanzado desde arriba no golpearía junto a ella sino a una cierta distancia. Nadie había observado nunca ninguno de estos efectos, sostenía Dechales -lo cual entonces era cierto-, y eso descartaba la idea de una Tierra en movimiento.
Había otra objeción al modelo copernicano. Los heliocentristas hacían sus cálculos engañados por la difracción de la luz, descubierta precisamente por el padre Grimaldi, aunque tardaría aún siglo y medio en interpretarse correctamente. A consecuencia de ese error, atribuían a las estrellas un tamaño muy superior al real. Kepler representaba el universo con el sol como un pequeño punto en el centro, en torno al cual giraba la tierra, y a mucha distancia unas estrellas enormes. Curiosamente, él sí utilizaba un argumento teológico para justificar ese tamaño de las estrellas: lo consideraba una muestra del poder de Dios. Sin embargo, chocaba con la observación telescópica, más compatible con el sistema mixto de Brahe, geocéntrico pero con un sol en torno al cual giran otros planetas.
Así pues, y contra lo que pretende la mitología nacida en la Ilustración para desacreditar a la Edad Media y a la Iglesia, en la discusión geocentrismo/heliocentrismo no hubo nadie que, en nombre de un establishment religioso receloso de la verdad científica, pretendiese laminar la investigación. Ni siquiera en el caso de la condena de Galileo, cuyo estudio abriría en 1941 las puertas de la conversión al catolicismo del gran historiador de la ciencia Frank Sherwood Taylor. Donde se ha querido ver intolerancia y fanatismo lo que hubo fue, afirma Graney, "una gran historia científica", mucho "más interesante" que los "mitos" sobre lo que sucedió.
Hay que partir de la base de que el heliocentrismo de los siglos XVI y XVII tiene poco que ver con nuestra visión actual del universo. El modelo heliocéntrico, tal como fue planteado por Copérnico, Galileo y Kepler, no se parece a la realidad mucho más que el modelo geocéntrico, salvo en el hecho en sí de que, efectivamente, es la Tierra la que gira alrededor del Sol... en el sistema de referencia solar. Intuir que era así fue la genialidad de los copernicanos y un punto de ruptura fundamental en la historia de la ciencia y del pensamiento. Pero quienes se opusieron contemporáneamente a esa hipótesis lo hacían asistidos por buenas razones y pasó mucho tiempo antes de que alguien encontrase contra ellas una réplica física y matemáticamente convincente.