domingo, 23 de noviembre de 2014

Un nuevo curso con renovadas fuerzas

Un nuevo inicio de curso en el que los problemas en el sistema educativo se van acumulando pero, como dice el refrán, cuando se cierra una puerta se abre una ventana; y desde USIT-EP  vamos abriendo ventanas en nuestro devenir sindical.

Respecto de la ASIGNATURA DE RELIGIÓN, con la publicación de la LOMCE hemos visto con preocupación cómo se vulnera el derecho que asiste a los padres para que sus hijos reciban la formación religiosa y moral que esté de acuerdo con sus propias convicciones, así como la inclusión de la enseñanza de la religión católica en condiciones equiparables a las demás disciplinas fundamentales, que se ha materializado en la reducción horaria en distintas Comunidades Autónomas, o la falta de oferta de nuestra disciplina en el bachillerato. No podemos tampoco olvidar, y felicitarnos por ello, que en la Comunidad de Madrid, se mantiene el horario de 1,5 horas semanales por curso en la educación primaria.

En la Comunidad Autónoma de Madrid, hemos podido comprobar cómo se pierden jornadas de manera sistemática y, además, en las Instrucciones de las Viceconsejerías de Educación, Juventud y Deporte, y Organización Educativa, de 14 de julio de 2014, sobre comienzo del curso escolar 2014/2015, se posibilita que los centros puedan agrupar a  los alumnos de otros grupos del mismo o diferente curso, siempre y cuando estas agrupaciones no superen la ratio prevista. Ante esta situación nos hemos dirigido a la Viceconsejería de Organización Educativa, recordándole que la religión es de oferta obligatoria y de libre elección, incluyéndose en el currículo en condiciones equiparables a las demás disciplinas fundamentales, teniendo sus propios contenidos diferenciados por cursos, toda vez que han desaparecido los ciclos con la LOMCE; es decir, no es una optativa común que pueda impartirse agrupando diferentes cursos y niveles. Además, es un agravio comparativo, pues con ninguna otra asignatura se prevé tal posibilidad.

  Las anteriores cuestiones han sido estudiadas, y como hemos manifestado se ha instado a la Administración educativa su cambio o su inmediata retirada, adjuntado el pertinente informe para cada una de ellas, por considerar inadmisible ese tipo de acciones que generarían graves perjuicios a nuestras condiciones laborales.

Respecto a las CONDICIONES LABORALES, como venimos informando durante los últimos cursos, desde USIT-EP venimos trabajando en un proyecto holístico para mejorar nuestras condiciones laborales en unos momentos difíciles de recortes en recursos materiales y humanos. Aún así y por ello, en USIT-EP hemos conseguido grandes frutos, no sólo para nuestros afiliados, sino para el colectivo, que de manera esquemática y necesariamente reducida, exponemos: 

u Indemnización por finalización de contrato temporal (8 días por año trabajado).
u Contrato indefinido por nuestra denuncia ante la Comisión Europea.
u Reconocimiento de la experiencia docente para oposiciones (negociado).
u Pago de la antigüedad para todos (trienios).
u Pago de las tutorías, ayudas sociales, desempleo parcial… 

  Nos hemos opuesto de manera firme y contundente a que en el curso 2014-15, de manera unilateral y contrario a la buena fe contractual, la Comunidad de Madrid haya impuesto que 14 horas en educación secundaria sea considerado dos tercios de jornada, cuando desde las transferencias educativas se han computado 12 horas de docencia directa, más las pertinentes complementarias hasta alcanzar la jornada completa. Del mismo modo negociamos para educación infantil y primaria que, con al menos 17 horas de docencia directa, fuese jornada completa.

También hemos reiterado a RR.HH., una vez más, la necesidad de convocar al profesorado de religión para adjudicar las vacantes disponibles en septiembre, en los primeros días del mes, para reducir en lo posible las incompatibilidades horarias que pudieran producirse, insistiendo en que no existe una real incompatibilidad de horarios sino la negativa de algunas directivas de cambiarlos que, por otro lado, lo hacen con diligencia si lo piden u ordenan las inspecciones. Es intolerable que un profesor pueda ver reducidas sus retribuciones porque una directiva no cambie los horarios.

Con el Ministerio de Educación venimos manteniendo una cierta tensión al manifestarles las paradojas que, a nuestro entender, se producen en la regulación normativa sobre la religión, es decir, entre la Disposición adicional segunda de la LOMCE, en sus artículos 34 bis y 34 ter, con lo establecido en el Acuerdo sobre Enseñanza y Asuntos Culturales suscrito entre la Santa Sede y el Estado Español, sobre la inclusión de la religión católica como área o materia en los niveles educativos que corresponda, que será de oferta obligatoria para los centros y de carácter voluntario para los alumnos y alumnas.

Y que en su Protocolo Final recuerda que «lo convenido en el presente Acuerdo, en lo que respecta a las denominaciones de Centros, niveles educativos, profesorado y alumnos, medios didácticos, etc, subsistirá como válido para las realidades educativas equivalentes que pudieran originarse de reformas o cambios de nomenclatura o del sistema escolar oficial». 

También se da la misma paradoja entre la Disposición adicional tercera del Proyecto de Reglamento, con sus artículos 27 y 28, pues estos últimos no se ajustan tampoco, como sucede en la Ley Orgánica 8/2013, a lo establecido en el Acuerdo sobre Enseñanza y Asuntos Culturales suscrito entre la Santa Sede y el Estado español, sobre la inclusión de la religión católica como área o materia en los niveles educativos que corresponda.

Como consecuencia de ello, parece de difícil armonización que las enseñanzas de religión se incluyan de acuerdo con lo establecido en los artículos 27 y 28 del Reglamento o los artículos 34 bis y 34 ter de la LOMCE, que no garantizan su oferta en Bachillerato, con la previsión de que «las Administraciones educativas garantizarán que, al inicio del curso, los padres, madres o tutores legales y en su caso el alumnado puedan manifestar su voluntad de que éstos reciban o no reciban enseñanzas de religión».

     En definitiva, desde USIT-EP estamos inmersos en ideas y procesos constructivos, porque el trabajo tiene que ver con la dignidad de la persona, como ha dicho el Papa Francisco, y esta dignidad con los Derechos Humanos, por lo que hay que reflexionar y profundizar en estos últimos con herramientas basadas en los principios de crear valor entre los diferentes intereses para conseguir acuerdos; tales herramientas serían, por ejemplo, la promoción de la Carta Social Europea revisada, complemento necesario del Convenio Europeo de Derechos Humanos; o la difusión de los estudios sobre la Renta Básica, como elemento de mejora sustancial de las condiciones de trabajo, inserción laboral y de la negociación colectiva; o garantizando la conciliación familiar plena y voluntaria para hombres y mujeres.

     A partir de estos proyectos globales, podemos abarcar desde la negociación y, en su caso, desde lo jurídico y lo judicial, nuestros proyectos concretos, entre otros:

u El mantenimiento del horario de religión, no sólo en educación primaria, sino en todos los niveles educativos, esto es, educación infantil, secundaria y bachillerato.
u Inclusión de oferta obligatoria de la Religión en el primer y segundo curso de bachillerato.
u Conseguir, cuanto menos, un profesor por centro con horario completo, que, en su caso, podrá impartir otras materias o colaborar con otras funciones.
u Mejora del proceso de adjudicación de vacantes, excluyendo la incompatibilidad horaria.

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