Una de la razones para denostar la religión en la escuela pública es la instrumentalización que se hace de las horas lectivas que se imparten de esta asignatura. Algunos proponen que se utilicen para reforzar otras materias. Pero lo cierto es que el informe de los indicadores OCDE 2017, sobre el Panorama de la Educación, presentado por el Ministerio de Educación es muy elocuente.
El análisis comparativo entre los países que se estudian en el presente informe revela diferencias muy llamativas. En Educación Primaria, Finlandia es el país con menor número de horas de clase anuales, con una media de 651 horas. En el extremo opuesto se sitúa Chile, con 1.046 horas anuales de clase, y EE.UU., con 970. En la primera etapa de Educación Secundaria, Suecia presenta el número de horas de instrucción más reducido (766 horas al año), mientras que España se cuenta entre los países que imparten más horas de clase: 1.054.
Al analizar los porcentajes de tiempo de instrucción dedicado a las áreas de Lengua, Matemáticas, Ciencias y Lengua extranjera en España respecto a los promedios de la OCDE y de la UE22, se observa que los de España son superiores en Matemáticas y Lengua extranjera, tanto en Educación Primaria como en la primera etapa de Educación Secundaria. También es superior el tiempo dedicado a la asignatura de Lengua en Secundaria. Sin embargo, en España la asignatura de Ciencias tiene el mismo porcentaje en Primaria y un punto menos en Secundaria, no siendo significativo. Destaca en ambas etapas la diferencia en Lengua extranjera, que alcanza los 5 puntos con respecto a la OCDE en Primaria y los 3 en Secundaria.
En definitiva, el tiempo de instrucción no da pistas sobre la calidad de la enseñanza que se está llevando a cabo. Análisis de la OCDE concluyen que la calidad de las clases tiene mayor impacto en el rendimiento del alumno que la cantidad de horas. Respecto a las horas de docencia impartidas por los profesores, en España se supera la media de los países de la UE22 y al promedio de la OCDE.
En los centros públicos de España es de 880 horas en el caso de Educación Primaria, 713 horas en la primera etapa de Educación Secundaria y 693 horas en la segunda etapa de Educación Secundaria. Son, por tanto, valores superiores a los promedios de la UE22 y OCDE con la única excepción de la segunda etapa de Educación Secundaria respecto al promedio de la OCDE donde es muy similar.
Queda en evidencia que las horas lectivas de religión en centros públicos, no tiene incidencia en los resultados —en todo caso su incidencia sería una mejora—, sino que tenemos que buscar herramientas para que la mayor inversión en horas lectivas se transforme en muchos mejores resultados para nuestros alumnos.
Queda en evidencia que las horas lectivas de religión en centros públicos, no tiene incidencia en los resultados —en todo caso su incidencia sería una mejora—, sino que tenemos que buscar herramientas para que la mayor inversión en horas lectivas se transforme en muchos mejores resultados para nuestros alumnos.
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