En la encíclica “Laudato si´”, Francisco pone el dedo en la llaga y denuncia que “se consolida un cierto adormecimiento y una alegre irresponsabilidad. Como suele suceder en épocas de profundas crisis, que requieren decisiones valientes, tenemos la tentación de pensar que lo que está ocurriendo no es cierto”.
El sindicalismo tiene que ser la base de la interconectividad, que unifique los subjetivismos individualistas actuales, por lo que se hacen absolutamente necesarios programas colectivos de mejora de las condiciones laborales, también retributivas, y la exigencia de herramientas y medios apropiados para afrontar los retos y las dificultades del mundo del trabajo docente.
Este es el modelo de sindicalismo necesario para desarrollar, no el consumismo sindical, en el que individualmente se tiene una serie de “derechos”, sino el de la generosidad expansiva, que por su carencia tantas veces hace que se deteriore la comunicación y los proyectos.
Para esto son necesarios liderazgos que prescindan de toda manipulación, de orgullo y ambición y, desde la acción, se nutran de los grandes talentos con los que colectivamente contamos, reconociendo el propio trabajador docente en sí los valores, capacidad, voluntad, libertad y responsabilidad que le son propios.
Pero apuntalar lo anterior, es de rigor mencionar que los miembros de USIT-EP tuvieron las agallas de ser los primeros en poner sus nombres en los listados de las primeras elecciones sindicales del lejano junio de 1999, que en aquél momento era “mentar a la bicha”, desconociendo unas consecuencias que, finalmente, ha propiciado que nos siguieran todos los demás.
También que USIT-EP ha sido protagonista en definir la relación con la administración y con la Iglesia; ha conseguido que la Comisión Europea instase a España para adecuar los contratos de duración determinada a contratos indefinidos, con el gran avance y estabilidad que ello supone; también ha conseguido una lejana reivindicación, mejorable, como es la adjudicación de vacantes por mérito y capacidad;también ha conseguido por conflicto colectivo que se extiende a todo el profesorado, el reconocimiento de la antigüedad (trienios), con la STS de siete de junio de 2012 (Nº de Recurso: 138/2011), que en su fundamento de derecho tercero, dice: “(...) no existe razón alguna por las que negarles el derecho que reclaman (los trienios), pero no porque les sea de aplicación el art. 25 del EBEP en cuanto reconoce el derecho a percibir trienios a los funcionarios interinos, ni siquiera por aplicación de lo previsto en la Disposición transitoria tercera de la LOE, sino, porque si perciben de la Administración unos salarios como si fueran funcionarios interinos sin serlo, habrá de abonarles las mismas retribuciones a las que tienen derecho los funcionarios interinos mientras esta situación subsista”.Antigüedad que será reconocida, en su caso, a efectos de jubilación.
Ha sido USIT-EP quien ha ganado el complemento de formación permanente para los profesores de religión: sexenios.Complemento específico que, de una forma u otra (judicialmente o por negociación) se está extendiendo a toda España para este colectivo, y que contiene la STS de siete de julio de 2014 (Nº de Recurso: 204/2013), que confirma la sentencia del TSJ de Madrid, que declara “el derecho de los Profesores de Religión que prestan servicios en centros públicos de enseñanza de la Comunidad Autónoma de Madrid, al devengo y a la retribución del complemento específico de formación permanente (sexenio), en las condiciones y cuantía que les corresponda a los funcionarios interinos docentes de la citada Comunidad Autónoma”.
Al mismo tiempo, USIT-EP se ha personado en los Tribunales para defender la asignatura de religión de los partidos políticos o sindicatos contrarios a ella en la escuela pública, siempre cuestionada con cada reforma educativa, como el STEs-i, ESTEC-STES, y STEES-EiLAS, CGT, Izquierda Republicana e Izquierda Unida.
Es cierto que no hay peor ciego que el que no quiere ver, pero también es cierto que el egoísmo y el miedo irracional son los infames enemigos con los que contamos para defender la justicia y el bien común, provocando una torsión hacia el interior de nuestro caparazón que nos impide compartir y que, a su vez, nos impide la cooperación y nos sitúa en la pasividad: “Cuando coseches la tierra, no llegues hasta la última orilla de tu campo, ni trates de aprovechar los restos de tu mies. No rebusques en la viña ni recojas los frutos caídos del huerto. Los dejarás para el pobre y el forastero” (Lv 19,9-10).
Desde USIT-EP, al igual que el titán Prometeo, hemos aportado a los hombres el fuego de los dioses en el tallo de una cañaheja, para que hagan uso del mismo. Pero lo más importante que ha aportado USIT-EP a los profesores de religión, no ha sido un aumento medio considerable de sus retribuciones; de lo que estamos más orgullosos es de haber transmitido y ganado de la Administración Educativa, de los Grupos Parlamentarios e incluso, en su caso, a los Jueces y Tribunales, la dignidad, el respeto y el compromiso que conllevan todas y cada una de nuestras acciones, que hacen que seamos la referencia número uno en nuestro ámbito. Esperamos que no ocurra como con el citado titán que, posteriormente, fue castigado por Zeus por este motivo.
Más allá de resolver los problemas individuales, que efectivamente se deben solventar, en USIT-EP estamos comprometidos en la búsqueda de soluciones integrales que tengan en cuenta y aborden los mismos desde las distintas posibilidades existentes en un proceso acumulativo: a) estabilidad contractual (contrato indefinido); b) homologación retributivas (trienios y sexenios); hasta alcanzar, finalmente, c) plena equiparación.
Es necesario, más que nunca, reivindicar la identidad, como propone la citada encíclica “Laudato si´”, en la cual Francisco ha sostenido y comentado que “junto con el patrimonio natural, hay un patrimonio histórico, artístico y cultural, igualmente amenazado. Es parte de la identidad común de un lugar y una base para construir una ciudad habitable”, por lo que la religión, de manera directa y su propia autoridad, y no de forma transversal,puede y debe recuperar o mantener ese rico patrimonio de la casa común que se expresa de muy diversas manera pero que tienen un mismo origen y horizonte, pero para ello hay que apuntalar los cimientos con grandes bloques de hormigón.
No existe sindicato en este ámbito de profesores de religión con mayor responsabilidad y mayores resultados. Por todo ello, por su independencia y su permanente y renovado compromiso, sinceramente, creo que el buen elegir y la mejor apuesta, hoy por hoy, se llama USIT-EP
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