Distintos sindicatos han expresado su rechazo al programa piloto del Ministerio de Educación para que titulados universitarios con buen expediente realicen actividades de apoyo a la enseñanza en centros de Primaria con especiales dificultades. Según coinciden en señalarANPE, CC.OO. y CSIF, con esta iniciativa se pretende que becarios cubran las plazas de profesores despedidos por los recortes.
Según explicó el ministro de Educación, José Ignacio Wert, a los representantes de las comunidades autónomas en la Conferencia General de Política Universitaria del pasado lunes, este programa, con cerca de 2.000 becas y una inversión inicial de 22 millones de euros, tiene como objetivo fundamental propiciar la mejora de los resultados de los alumnos de centros docentes con especiales dificultades y ofrecerles soluciones a los problemas que se plantean. Se trata de «evitar el retraso a niños en estas primeras etapas educativas», explicó la secretaria de Estado de Educación, Montserrat Gomendio, en la rueda de prensa posterior al encuentro.
La participación de los egresados universitarios seleccionados en el proyecto consistirá en actividades de apoyo a la enseñanza en horario escolar y extraescolar para centros sostenidos con fondos públicos con especiales dificultades, mediante atención especializada con medidas como adaptaciones curriculares y diseño e implantación de metodología específica.
Se desarrollarán en grupos de Educación Primaria con alumnado connecesidad específica de apoyo educativo, baja tasa de idoneidad, alumnado que promocione con áreas suspensas y tasas de absentismo superior a la media nacional. La selección de los centros correrá a cargo de las comunidades autónomas.
Los becarios, recalcan fuentes del Ministerio, acompañarán en todo momento al profesor y le servirán de apoyo.
Para acceder a estas becas, habrá que estar en posesión del título de maestro de Primaria o de grado equivalente, o haber obtenido en los últimos cuatro años una titulación universitaria en ramas de conocimiento relacionadas con lengua castellana y literatura, lengua extranjera, matemáticas, ciencias naturales y ciencias sociales.
La nota mínima del expediente académico que se exige es de 8,5 para maestro de Primara o grado equivalente y de 8 para el resto. Además, los aspirantes a las becas deberán tener al menos un nivel B2 o equivalente en lenguas extranjeras.
Los que la consigan realizarán su actividad en régimen de beca de formación del Ministerio y recibirán una beca salario mensual, con un periodo de formación de siete meses, además de tener que someterse a un periodo formativo previo.
Rechazo sindical
Pero los sindicatos están lejos de acoger el programa con los brazos abiertos. ANPE pidió este miércoles la retirada de la medida y considera que, con este anuncio, el Ministerio reconoce que hace falta más profesorado, al tiempo que advierte de que «la solución no pasa por contrar profesorado becario durante solo siete meses y con sueldos ínfimos cuando en los últimos cursos el sistema educativo ha perdido alrededor de 50.000 docentes».
«La contratación de personal ajeno al sistema de acceso a la función pública docente y a la configuración de las listas de interinos es contraria a los principios de igualdad, mérito y capacidad», critica este sindicato en una nota.
Para CSI-F, esta oferta de becarios universitarios para prestar apoyo en Primaria es «irregular» y, además, es «claramente insuficiente, dado que cubre menos del 10 por ciento de las plazas de docentes que se han perdido durante la crisis».
Esta organización exige al Ministerio la convocatoria urgente de una mesa de negociación para que los sindicatos puedan «analizar el este procedimiento, establecer las bases de contratación, el tipo de contrato y las condiciones de trabajo, para que no se cubran puestos de trabajo con empleos precarios». En este caso, cifra en 25.000 las plazas de profesores que se han perdido en los últimos cuatro años por los recortes económicos y la ausencia de reposición del personal jubilado.
También CC.OO. pide la «retirada inmediata» del proyecto y rechaza el reemplazo de profesorado «por trabajadores a bajo coste que, tras recibir un curso de formación, se harán cargo de la atención especializada a alumnos con dificultades en horario escolar».
Este sindicato exige en una nota que la partida de 22 millones se destine a «la recuperación de los profesionales de los que se ha prescindido en los últimos años». Además, considera «inadmisible e intolerable» un programa que, en su opinión, supone «una privatización encubierta del sistema educativo».
Ministerio: «No han entendido nada»
Fuentes del Ministerio de Educación respondieron que los sindicatos «no han entendido para nada la convocatoria de estas becas, que crea el ministerio para ayudar a familias, centros y alumnos». Estas fuentes consideran «una lástima» que los que critican estas becas «demuestren que no tienen miramientos hacia las familias, los alumnos y los centros».
El Ministerio recuerda que en el proyecto se invierten 22 millones de euros «en las familias y en los centros con especial dificultad», por lo que considera que los sindicatos «tendrán que dar una explicación muy convincente a esas familias de por qué no quieren que se invierta dinero en sus alumnos y en sus centros».
A juicio del departamento que dirige Wert, los sindicatos «hacen uso de la demagogia al decir que sustituyen a docentes» y «se tendrían que leer la propuesta para ver que son personal de apoyo con el que se pretende reforzar los programas de mejora en los centros».
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