Sánchez destaca la "obligación" de la formación en la propia fe
Una de las "más importantes carencias" de muchos cristianos es su escasa formación religiosa
El obispo de Sigüenza-Guadalajara, José Sánchez, ha destacado la "importancia y la obligación" de la formación en la propia fe que se ofrece como posibilidad en los colegios e institutos con motivo del final del presente curso académico y en previsión del próximo.
En su Homilía semanal, Sánchez manifestó que "cursar la asignatura de Religión y Moral Católica es una decisión voluntaria desde el punto de visa legal; pero, desde nuestra condición de cristianos, es una obligación aprovechar la oportunidad de recibir una enseñanza y una educación religiosa gradual, sistemática y en el marco de las demás enseñanzas".
Asimismo, aseguró que es "un derecho", que ampara la actual legislación, aunque, por otra parte, resaltó que esté esta enseñanza "tan devaluada" que "prácticamente" no cuenta para nada en el expediente académico. "Pero sí que cuenta en nuestro expediente ante el Señor y en nuestra obligación de ser cristianos bien formados, capaces de dar razón de nuestra fe, de defenderla y de manifestarla en nuestra vida", agregó.
Para el obispo de Sigüenza-Guadalajara, una de las "más importantes carencias" de muchos de los cristianos es la escasa formación religiosa por no haberla recibido, o por no haberle dado la debida importancia, o por haber adquirido solamente la formación religiosa exigida para un niño de Primera Comunión.
"En otros casos sí que nos encontramos con personas que tienen una buena formación religiosa, hasta con grados académicos, pero han sido adoctrinados en otras corrientes del pensamiento, en otras concepciones de la vida, de la persona humana y del mundo hasta negar la existencia de Dios o deformar su imagen", argumentó.
"NO ES SUFICIENTE"
De este modo, aseguró que "no es suficiente" una buena formación religiosa en la edad escolar, sino que son también necesarias la primera y básica educación cristiana en la familia y el acompañamiento de la comunidad de fe o de la parroquia, con la catequesis adecuada a la edad, la práctica de los Sacramentos, de la oración y de la celebración y la progresiva incorporación a una comunidad de fe y de vida.
"Lo cierto es que la Escuela ofrece al alumno una oportunidad insustituible, en un período de la vida en que la mayor actividad es aprender y formarse y, de este modo, ir configurando su persona y su personalidad y también su importante faceta de persona creyente y practicante de un estilo de vida, que, para nosotros los cristianos, consiste en un progresivo acercamiento e identificación con la persona, la vida y los comportamientos de Jesús de Nazaret, el Hijo de Dios hecho hombre, puesto como modelo perfecto de lo que tiene que ser el ser humano", apostilló.
Por todo ello, alentó a alumnos, niños, adolescente, jóvenes y padres a tomar "muy en serio" su obligación de conocer a Dios y a Jesucristo, de conocer su Iglesia, sus derechos y deberes, y de ir configurando "vuestras personas conforme al modelo que nos ha sido dado para actuar en vuestra vida como colaboradores y testigos suyos en la edificación de su Iglesia y en la construcción de un mundo nuevo, conforme al plan de Dios".
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