El inminente viaje a África de Benedicto XVI ha sido el tema central de la alocución previa al Ángelus en este tercer domingo de Cuaresma. Del 17 al 23 de marzo, el Pontífice viajará a África, visitando primero Yaundé, la capital de Camerún, donde entregará el “Instrumento de trabajo” de la segunda Asamblea Especial para África del Sínodo de los obispos que se celebrará en octubre en el Vaticano.
Tras esta etapa el Papa viajará a Luanda, capital de Angola, “un país –ha evocado Benedicto XVI- que tras una guerra interna, ha encontrado la paz y ahora está llamado a reconstruirse con justicia”.“Con esta visita –ha especificado el Santo Padre- quiero abrazar idealmente a todo el continente africano: sus miles de diferencias y su profunda alma religiosa; sus antiguas culturas y su fatigado camino de desarrollo y de reconciliación; sus graves problemas, sus dolorosas heridas y sus enormes potencialidades y esperanzas. Quiero confirmar en la fe a los católicos, animar a los cristianos en su compromiso ecuménico, y donar a todos, el anuncio de paz confiado a la Iglesia por el Señor resucitado”.Mientras el Papa se prepara para este viaje misionero, ha recordado las palabras del apóstol Pablo que la liturgia de hoy nos propone: “nosotros anunciamos a un Cristo crucificado: escándalo para los judíos, necedad para los gentiles; mas para los llamados, lo mismo judíos que griegos, un Cristo, fuerza de Dios y sabiduría de Dios”. (1 Cor 1,23-24)
Benedicto XVI ha anunciado, ante los miles de fieles congregados en la plaza de San Pedro del Vaticano, que viaja hacia África con la certeza de no tener otra cosa que donar a cuantos encuentre, que la seguridad de que “Cristo es la Buena Nueva de su Cruz, misterio de amor supremo, de amor divino que vence toda resistencia humana y hace posible incluso el perdón y el amor para los enemigos”.En este sentido el Papa ha recordado que “ésta es la gracia del Evangelio capaz de transformar el mundo; ésta es la gracia que puede renovar también a África, porque genera una irresistible fuerza de paz y de reconciliación profunda y radical.
Porque la Iglesia no persigue objetivos económicos, sociales o políticos; la Iglesia anuncia a Cristo, segura de que el Evangelio puede tocar los corazones de todos y transformarlos, renovando de este modo a la persona y a la sociedad desde su interior”.Mientras el Papa se encuentre en África, se celebrará el 19 de marzo, la solemnidad de san José, patrono de la Iglesia universal y personal de Benedicto XVI. En este sentido el Pontífice ha recordado cómo san José, advertido por un ángel mientras dormía, escapó con María a Egipto, para poner a salvo a Jesús recién nacido que el rey Herodes quería matar. De este modo se cumplen las escrituras: Jesús ha seguido las huellas de los antiguos patriarcas y, como el pueblo de Israel, ha entrado en la Tierra prometida tras haber estado en exilio en Egipto.
Benedicto XVI ha confiado a la celeste intercesión de san José “el próximo peregrinaje y las poblaciones de África, con sus desafíos y esperanzas”.“En particular –ha dicho el Papa- pienso en las víctimas del hambre, de las enfermedades, de las injusticias de los conflictos fraticidas y de toda forma de violencia que por desgracia, continúa a golpear a adultos y niños, así como misioneros, sacerdotes, religiosos, religiosas, y voluntarios. Hermanos y hermanas, acompañadme en este viaje con vuestra oración, invocando a María, Madre y Reina de África”.
Ésta petición la ha realizado también el Papa en varios idiomas, cuando, tras el rezo mariano del Ángelus y el responso por los fieles difuntos, ha saludado a todos los fieles. En particular Benedicto XVI ha recordado que esta mañana se ha concluido -en la Basílica de San Pablo Extramuros-, el jubileo Paulino, promovido por la Congregación para la Educación Católica y por el Pontificio Consejo para la Cultura, y organizado por el Vicariato de Roma bajo el lema: “Lo que vosotros adoráis sin conocerlo, yo os lo anuncio. Evangelio y cultura para un nuevo humanismo”. “Este evento –ha explicado el Papa- constituye una etapa importante en el diálogo siempre vivo entre la Iglesia y la universidad. Espero que en todas las Iglesias particulares se desarrolle la pastoral universitaria, para la formación de jóvenes y para la elaboración de una cultura inspirada en el Evangelio. Queridos universitarios, os animo y os acompaño con la oración”.
El Santo Padre también ha saludado en particular a las niñas de la Asociación Italiana de Guías y Scouts católicos de Europa. “Queridas niñas –les ha instado el Papa- decid siempre vuestro ‘aquí estoy’ a Dios, como la Virgen María, decidlo con el corazón, y seréis rayo de luz para el mundo”.Y en español, éste ha sido el saludo que Benedicto XVI ha dirigido a todos los fieles: “Saludo con afecto a los peregrinos de lengua española que participan en esta plegaria mariana. Encomiendo a vuestras oraciones la visita que haré los próximos días a Camerún y Angola, abrazando con el corazón a toda África, para alentar en ese querido Continente el anuncio del Evangelio de Cristo, fuerza de Dios y sabiduría de Dios, como nos recuerda hoy San Pablo. Feliz domingo”.
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