lunes, 26 de enero de 2015

«Se empieza a hablar de canon AEDE y de repente los tres directores más críticos de la prensa española desaparecen…»

Invitado: Enrique Dans

No es que quiera empezar tirando piedras contra mi propio tejado, pero lo primero que querría preguntarte es por qué habla con La Soga alguien que tiene por sí mismo más alcance que concediéndonos una entrevista.
Yo estoy muy abierto a estas cosas.  A mí me decís que es un medio que está empezando y, precisamente, lo que más me apetece es colaborar con ello.
También tengo un incentivo más frívolo, que es el siguiente: a mí el IE me mide, en parte, por supuesto, por mis clases. Por la calidad con la que las doy. Y tengo otro papel que es participar en los medios. Y otro más, la investigación. Entonces, cuando me llaman medios, lógicamente yo estoy trabajando. Cuando a mí me llama un periodista, esto es algo que está recogido en mis objetivos y participo en medios porque es parte de mi trabajo. El IE tiene un modelo de profesor muy distinto al que tienen la mayoría de las universidades y es que un profesor debe ser alguien capaz de influir en la comunidad empresarial o capaz de marcar la agenda en aquello de lo que se considera experto. Mis alumnos exigen que un profesor que tienen delante, no solo diga que es profesor de innovación sino que los medios, etc., recurran a él cuando se hable de innovación. El perfil del profesor del IE trata de conseguir ese tipo de influencia, digamos.
En cuanto a la gente que está empezando, simplemente me parece que es algo que se debe fomentar y me resulta muy simpático. Yo en su momento fui un blogger que empezaba, entonces me parece que es algo que académicamente está en mi naturaleza. Yo, como académico, cuando alguien me contacta para hablar de algo que he investigado, tengo lo que se llama bona fide academic: compartes tu tiempo y tu esfuerzo con otras personas y aspiras a que otros lo hagan.
(...)

Precisamente explicaste en tu página personal que en Finlandia comparten esa opinión y se han propuesto limitar la propia práctica de la escritura en su sistema educativo…
Claro, planteándose que la escritura sobre papel ya no tiene mucho sentido, que la utilizamos muy poco y para cosas absurdas, además. Para firmar. Pero si una firma es una basura. Es un sistema malo, muy malo. Copiar una firma es una cuestión de habilidad y de un rato. Mi hija copia la mía, vamos, perfectamente. Han dicho: el papel se usa cada vez menos, se escribe cada vez menos y no es práctico escribir. No se trata de que perdamos esa habilidad completamente, hay que seguir enseñando a los niños a escribir, pero lo lógico es que centremos nuestros esfuerzos en la metodología de escritura que van a utilizar más a menudo, que es la escritura con teclado.
Mientras tanto, en España no todas nuestras aulas disponen siquiera de un ordenador y aún existen barreras que impiden la entrada de la tecnología en la educación. Muchas son de momento necesarias, como la norma que impide a los alumnos usar el teléfono móvil en las aulas.
Es que si no lo acompañas de un cambio metodológico fuerte, es una pesadilla. El móvil en clase es una pesadilla, de entrada. Para mí es justo lo contrario. Yo lo que le pido a mis alumnos es llevar a clase el ordenador, el Tablet, el móvil. Llevad lo que queráis. Cada cosa que yo diga, buscadla, cuestionadla, encontrad enlaces al respecto… Y pincho un chromecast (dispositivo de Google con capacidad de recibir información vía wifi) que está en la pantalla de clase y si un alumno encuentra algo que es interesante comentar en ese momento levanta la mano y lo manda. Para mí es genial y encima ahora lo han hecho más sencillo. Levantan la mano y dicen: Mira, es que he encontrado esto y querría comentarlo. Episodios de esos en una clase puedo tener cinco o seis. Yo estoy explicando una cosa con mis transparencias, mi slide (para diapositivas) y me interrumpen para enseñar algo que han encontrado.
Son metodologías que vienen por el lado online. Yo estoy mucho más contento con la metodología online que con la metodología en clase y eso que a mí me encanta la clase, la interacción, pero lo que me pasa con el mundoonline es que de repente el tiempo se expande.  En clase yo tengo que estar con lo que tengo en la cabeza y con lo que tengo en mi slideshow o en mi navegador; en clase, una persona tiene que levantar la mano con lo que tenga en la cabeza o con lo que encuentre en ese momento. En cambio, online el tiempo se dilata. Puedes encontrar algo, acompañarlo de un texto, vincular lo que quieras, un recurso… Entonces, la profundidad que alcanzas es mucho mayor y eso es lo que intento ahora llevarme al lado presencial.
Para un profesor de secundaria, si no cambia la metodología y les explica a los alumnos que el móvil tiene un uso informacional, que lo tienen que usar para esto, que es absurdo que lo utilicen para otras cosas… es una pesadilla. Y por otro lado esos alumnos son mucho más difíciles de controlar que los míos, lógicamente.

No hay comentarios: