Al declarar que la doctrina de la Iglesia Católica no define a la homosexualidad como un pecado, el Obispo de Saltillo, Raúl Vera López consideró que quienes piensan distinto expresan opiniones individuales que no reflejan el evangelio, el cual instruye a la atención de todas las víctimas de fobias para acercarlas a la palabra de Dios.
En la inauguración del Cuarto Foro de Diversidad Sexual, Familiar y Religioso, organizado por la Comunidad “San Elredo” que preside Noe Leonardo Ruiz Malacara, el Presbítero dejó en claro que el pecado lo ejerce quien realiza acciones negativas y no la condición o un aspecto de la persona.
“En la doctrina de la Iglesia, en el evangelio no se define como un pecado a la homosexualidad, son opiniones, pero no es el evangelio, hay una doctrina bien clara en la Iglesia de acercarnos a las víctimas, tenemos que atenderlos y precisamente realizar una pastoral con las víctimas, es romper una dinámica de utilización y de manipulación de las personas”, expresó.
Expuso que ese tipo de conceptos surgen del pensamiento erróneo de que la Iglesia considera que el sexo y todo lo que tenga que ver con aspectos de sexualidad es malo:“No es así, son opiniones, la integralidad completa de la persona es la que cuida la iglesia, no un aspecto”, dijo el Obispo.
Sobre los ataques que ha recibido la Diócesis por ofrecer su apoyo y respaldo a la labor que hace la comunidad “San Elredo” dijo, “esos ataques ya los conocemos, los ataques de grupos así, además de que son hechos de mala manera, tienen un sabor a homofobia terrible”.
Señaló que el tema de apoyo de la Iglesia a la comunidad gay, tal vez sea nuevo en México y otros países de Latinoamérica, pero no en el mundo en donde – aseguró- existe la apertura al contar con ministerios y misioneros dirigidos a este grupo de la población como ocurre en Estados Unidos.
El Padre Robert Cougan asesor espiritual de la comunidad “San Elredo”, coincidió con lo anterior tras destacar que el Vaticano no prohíbe el apoyo a los homosexuales, sino que promueve el respaldo y la voluntad para erradicar la homofobia y el desprecio a las personas con preferencias distintas a la heterosexual, entre otras cosas.
Habló que entre los retos que se han establecido para esta comunidad se encuentran el fomentar un amor profundo a Dios, sanar el autoestima dañada por una sociedad intolerante, promover la capacidad de formar amistades duraderas, tras explicar que quienes tienen una orientación diferente no tienen la posibilidad de tener una familia y en la mayoría de las ocasiones pierden a los amigos.
Indicó que también se busca promover el respeto entre los individuos y eliminar el pensamiento de que la iglesia es cerrada, intolerante y prepotente, pues dijo, es un estereotipo que daña esta figura religiosa.
Por su parte, la Directora para Promover la Igualdad y en Contra de la Discriminación en el Estado, Laura Martínez Rivera, informó que en Coahuila las personas homosexuales ocupan el segundo lugar del grupo de población que más sufre discriminación después de la mujer.
“En Coahuila estamos tratando de culturizar a la gente, en donde antes que nada están los derechos humanos, los cuales adquirimos al nacer, pero tenemos que hacer un esfuerzo educativo muy grande y una cruzada cultural para mostrar que las personas tienen derecho a ser diferentes y a ser respetadas”, apuntó.
La discriminación que se ejerce a los homosexuales es de tipo laboral, educativa, en los servicios de salud, así como despidos por sospecha de tener Sida, es una postura histórica en México, por un machismo que no cede.
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