martes, 7 de abril de 2009

Los templarios escondieron la Sábana Santa más de un siglo

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Un documento sobre una iniciación en 1287 confirma que besaban la imagen de un hombre en «una larga tela de lino»

Arnaut Sabbatier, caballero francés de la Orden del Temple,  compareció ante los inquisidores y les explicó como fue su ceremonia de ingreso en los templarios en 1287: como cualquier fraile hizo voto de pobreza, de obediencia y de castidad. Luego, sus superiores le llevaron a un lugar secreto, accesible solo a los hermanos de la Orden, le mostraron una larga tela de lino que mostraba la imagen de un hombre y le hicieron adorarlo, besándole tres veces los pies. Los inquisidores tomaron nota de la descripción, y años después la ha encontrado la historiadora Barbara Frale, especialista en la Orden del Temple y trabajadora de los Archivos Vaticanos. «Este testimonio proviene de los documentos del proceso contra los templarios  y es casi desconocido para los historiadores porque representa tan solo una gota en el mar para quien debe estudiar la intrincadísima red del gran complot lanzado en 1307 por el rey de Francia,  Felipe IV el Hermoso», escribe la doctora Frale en «L’Osservatore Romano», el diario semi-oficial del Vaticano.  Para Frale, el documento confirma una hipótesis  que ya formuló en 1978 el historiador de Oxford Ian Wilson: que los templarios guardaron en secreto durante más de un siglo la llamada Sábana Santa o Sindone de Turín, una tela de gran longitud en la que se ve la imagen de un hombre con heridas semejantes a las descritas en la Pasión de Cristo. La hipótesis de Wilson era sugerente: en 1204 la Cuarta Cruzada saquea Constantinopla, y cientos de reliquias desaparecen de la corte y las iglesias bizantinas para ir reapareciendo luego en Occidente. Entre ellas, la Sábana Santa que, según la tradición bizantina, había envuelto el cuerpo de Cristo en el sepulcro.  En 1353 la Sábana Santa vuelve a aparecer: está en una iglesia francesa, en Lirey, expuesta a la veneración de los fieles por donación de una familia  descendiente del templario Geoffroy de Charney, quemado en la hoguera con el Gran Maestre  de la Orden, Jacques de Molay, el 18 de marzo de 1314. ¿Dónde estuvo durante todo este tiempo? Wilson sospechaba de los templarios, pero no tenía datos documentales. Ahora Barbara Frale dice que el testimonio del caballero Sabbatier hallado en el Archivo Vaticano sería una prueba en esta dirección.

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