jueves, 16 de noviembre de 2017

«Finlandia triunfa en educación porque no evalúa constantemente a los profesores, confía en ellos»

Saku Tuominen es un experto en educación de Finlandia. Con su empresa, Hundred, pretende convertirse en 2020 en líder buscando y exportando innovaciones educativas desarrolladas en un país y que sirvan para el resto del planeta.

Saku Tuominen es finlandés. Tiene un curioso y variopinto pasado como productor, creador de centenares de programas de televisión de éxito, crítico de rock y hasta escitor de libros de cocina.

Sin embargo, decidió dejarlo todo para dedicarse a la educación. Es el CEO de Hundred, una empresa que ayuda a las escuelas buscando y compartiendo innovaciones desarrolladas en un punto del planeta que puedan ayudar en el otro extremo. «Es desde el único lugar, la educación, desde donde se pueden cambiar las cosas; hay que empezar con los niños», enfatiza abriendo sus ojos azules. Es consciente de que la televisión lo podría haber hecho llegar más lejos e, incluso, hacerlo rico pero sabe que allí pocas transformaciones «de las buenas» podía hacer. Además, su manera de entender el éxito no es la que lo vincula con el dinero.

Precisamente de esto habló en Wise, la cumbre mundial para la innovación en educación en su ponencia, «Para tener éxito, ¿realmente es importante la inteligencia?».

Tuominen señala que la cuestión que se abordó en Wise era muy difícil de responder por la cantidad de significados que tiene la palabra éxito y también inteligencia. «¿Qué significa el éxito? ¿Ser feliz o ganar dinero? Si ganas mucho dinero pero eres infeliz, ¿eso es ser exitoso? Para responder hay que definir qué es el éxito y qué es la inteligencia. Tradicionalmente la inteligencia se ha relacionado con el coeficiente intelectual, pero actualmente hay otros tipos de inteligencia; puedes ser emocional, moral o socialmente inteligente». Con este planteamiento sobre la mesa, Tuominen zanjó así la cuestión: «Si se tiene un concepto conservador de la inteligencia esta no influye en el éxito. Pero si hablamos de varias inteligencias, de las emocionales y no solo las intelectuales sí que importan para tener éxito».

El objetivo de la educación, para Tuominen, es precisamente el que hace a los niños capaces de desarrollarse en todo tipo de habilidades: «El propósito de la educación es ayudar a los niños a que disfruten y estén entusiasmado respecto a la vida. Que aprendan cosas nuevas, que aprendan de los fracasos y que, si algo inesperado pasa, sepan reaccionar...». Para ello es necesario que los educadores no se centren en la inteligencia como tradicionalmente la conocemos. «Hay escuelas que forman a los niños siguiendo cinco criterios: el académico, el que se centra en el respeto hacia sí mismo, hacia los demás y, finalmente, el que se basa en la sostenibilidad, el entorno. Google solía contratar a los perfiles con mejor rendimiento académico, a los que venían de las mejores universidades como Harvard o Stanford pero, finalmente, dejaron de hacerlo porque estos eran demasiado estrictos, siempre buscaban las respuestas perfectas a todo y por eso optaron por otros perfiles más flexibles, que hacen preguntas, etc».

Su forma de explicar el éxito del modelo educativo de su país también tiene que ver con una necesidad de flexibilidad, de liberación de ataduras, de ruptura con ideas conservadoras: «La esencia del sistema finlandés tiene que ver con dos cosas que se relacionan entre sí: primero, que los profesores están muy formados y, segundo, que se confía en ellos, se les da mucha libertad. Muchos países los ponen a prueba constantemente pero aquí se les dice que se confía en ellos. Finlandia triunfa en educación porque no evalúa constantemente a los profesores, confía en ellos».

Sin embargo, es consciente de que los modelos educativos no son fácilmente exportables. «Si llevas el modelo finlandés no sabes si funcionará, la calidad de los profesores es diferente porque la sociedad en general es diferente».

Tuominen habla con claridad pero se define a sí mismo (al menos, así lo dice en su página web) como un idealista. Con su empresa espera convertirse en líder en 2020 y ser capaz de localizar y compartir las innovaciones educativas de todo el mundo (hoy ya cuenta con más 1.200 ideas de 149 países) que van, desde la mejora de la comida de los comedores, pasando por nuevos sistemas para combatir el bullying hasta medios para alcanzar el alfabestimo.

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