Familias y colegios se manifestarán este sábado 6 de mayo en Valencia contra la supresión de conciertos educativos, y por la libertad de enseñanza.
Asociaciones familiares como la Federación Católica de Asociaciones de Padres, sindicatos como USO y centros privados concertados han convocado esta segunda protesta tras la de hace un año, que reunió a decenas de miles de personas.
El Gobierno de la Generalitat –PSOE y Compromís– prevé suprimir aulas concertadas en diferentes niveles del itinerario educativo. La última decisión ha sido eliminar 31 líneas de primer curso de Bachillerato que estaban concertadas con centros privados.
Estas medidas se unen al llamado “decreto de pluri-lingüismo”, otro foco de malestar para un sector de las familias valencianas. La Generalitat premiará con una acreditación superior en inglés a los centros que aumenten el número de horas de valenciano.
El Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana admitió este martes el recurso del PP contra esta reforma que, a su juicio, discrimina a los centros y las familias cuya lengua preferente es el castellano.
La libertad de educación sigue siendo una asignatura pendiente de los derechos fundamentales en España.
Basta con que haya cambios de color político en los gobiernos, para que cambien las leyes educativas y los niños vuelvan a ser cobayas en el laboratorio ideológico de todos los partidos. La libertad de elección de las familias suele ser la primera víctima de sus experimentos.
En Andalucía, el Gobierno de Susana Díaz, que quiere dirigir el PSOE en España, ha anunciado la supresión de conciertos con determinados centros privados.
En Madrid, con Gobierno del PP presidido por Cristina Cifuentes, se expedienta a un colegio católico, el Juan Pablo II de Alcorcón, porque su director criticó las imposiciones doctrinarias de la nueva ley de derechos solo para personas LGTB.
Aragón, con un Gobierno del PSOE y Podemos, retirará los fondos públicos a 28 aulas de colegios concertados, obligando a las familias que los han elegido a acudir a centros públicos.
Los partidos dicen estar trabajando por un nuevo pacto educativo en España. Una reforma que no se asiente en la libertad fundamental de de las familias de elegir los valores con que educan a sus hijos dará carta blanca a los políticos para imponer sus ideas en las aulas.
A la vista está que el sistema de conciertos educativos ya no garantiza la libertad de las familias. Al fin y al cabo, son fondos públicos que los políticos pueden conceder o retirar discrecionalmente a los centros, como de hecho está ocurriendo.
¿Y si el dinero fuese directamente a las familias, para que elijan el colegio al que quieren enviar a sus hijos, en vez de conformarse con el que les asigna la Administración?
Ha llegado la hora en España de un cheque escolar como el que existe en otros sistemas educativos del norte de Europa.
Postulamos el desarrollo del artículo 27 de la Constitución para salvaguardar la plena libertad de enseñanza de las familias y los centros.
¿Cuál es tu modelo de libertad de educación? ¿Crees que los conciertos educativos garantizan esa libertad a las familias?
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