La diversidad de puntos de vista debe enriquecer la catolicidad sin dañar la unidad. Así lo ha indicado el santo padre Francisco en su discurso con los miembros de la Comisión Teológica Internacional, con ocasión de la sesión plenaria. Dicha Comisión, tal y como ha recordado el Papa, nació después del Concilio Vaticano II, por propuesta del Sínodo de los Obispos, para que la Santa Sede pudiera hacer uso de una reflexión más directa de la reflexión de teólogos procedentes de distintas partes del mundo.
“La misión de la Comisión es por tanto la de estudiar problemas doctrinales de gran importancia, especialmente los que presentan aspectos nuevos, y de esta forma ofrecer su ayuda al Magisterio de la Iglesia”, ha afirmado el Pontífice. Y así ha indicado que los veintisiete documentos presentados hasta ahora “son testimonio de este compromiso y punto de referencia por el debate teológico”.
Francisco ha asegurado a los presentes que su misión es “servir a la Iglesia, lo que presupone no sólo competencias intelectuales, sino también disposiciones espirituales”.
De estas disposiciones espirituales, el Papa ha llamado la atención sobre la importancia de la escucha.
“El teólogo es sobre todo un creyente que escucha la Palabra de Dios viviente y la acoge en el corazón y en la mente” --ha indicado-- pero también debe ponerse humildemente en escucha de lo que el Espíritu dice a las Iglesias a través de las distintas manifestaciones de la fe vivida por el pueblo de Dios.
Por otro lado, el Santo Padre ha destacado la mayor presencia de mujeres en la Comisión, “presencia que se convierte en invitación a reflexionar sobre el rol que las mujeres pueden y deben tener en el campo de la teología”, ha precisado.
A propósito ha afirmado que así, en virtud de su genio femenino, “las teólogas pueden detectar, en beneficio de todos, ciertos aspectos inexplorados del insondable misterio de Cristo en el cual están escondidos todos los tesoros de la sabiduría y del conocimiento”. Y ha dicho que las mujeres teólogas son 'como las fresas en la torta'.
Por esta razón, el Papa ha invitado a los presentes a “obtener el mejor beneficio de esta aportación específica de las mujeres a la inteligencia de la fe”.
Otra característica de esta Comisión en la que el Santo Padre ha hecho hincapié es en su carácter internacional, “que refleja la catolicidad de la Iglesia”.
Sobre este tema, Francisco ha asegurado que “la diversidad de puntos de vista debe enriquecer la catolicidad sin dañar la unidad”. La unidad de los teólogos católicos --ha matizado-- nace de su común referencia a una sola fe en Cristo y se nutre de la diversidad de dones del Espíritu Santo.
“A partir de este fundamento y en un sano pluralismo, varios enfoques teológicos, desarrollados en contextos culturales diferentes y con distintos métodos utilizados, no pueden ignorarse unos a otros, sino que en el diálogo teológico deberían enriquecerse y corregirse recíprocamente”, ha explicado. Por eso, ha señalado que el trabajo de esta Comisión, “puede ser un testimonio de tal crecimiento”.
Finalmente, el Pontífice ha asegurado que María es el icono de la Iglesia que, en la impaciente espera de su Señor, progresa, día tras día, en la inteligencia de la fe, gracias también al trabajo de los teólogos y las teólogas. Y así ha pedido que la Virgen, maestra de la auténtica teología, nos conceda con su materna oración, “que nuestra caridad crezca cada vez más en conocimiento y en pleno discernimiento”.
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