El sacerdote peruano habla sobre los pobres como agentes de la liberación, sociología, marxismo, Rátzinger y Juan Pablo II
Este martes en Roma en el marco de la presentación del libro “Povera per i poveri. La missione della Chiesa” del cardenal Gherard Müller, prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, ZENIT tuvo oportunidad de conversar de manera informal junto a otros periodistas con Gustavo Gutierrez, considerado el padre de la teología de la liberación. Indicó que los teólogos de la liberación no fueron marxista, aunque reconoció que hubo gente comprometida y que tenían una base teológica. Precisó que hoy las ciencias sociales son tomadas en cuenta en la teología, a diferencia de cuando ellos las propusieron y con “la idea que los mismos pobres tienen que ser los agentes de su liberación. Consideró que Ratzinger al ser teólogo, respecto a Juan Pablo II, entendió mejor su idea de teología de la liberación y que él no era marxista y que su encuentro en el 2007 no se tradujo en 'limpiar' su teología, aunque fue útil porque la puso en un contexto apropiado, con un fundamento de espiritualidad muy grande desde el comienzo. A continuación les presentamos la conversación a 'batons rompus'. ***
Interrogado por ZENIT sobre quienes eran los que desviaban la teología de la liberación dándole una matriz marxista, el sacerdote peruano respondió: “No Boff, no Sobrino, no Juan Luis Segundo, no Ronaldo Muñoz, o sea, diría que los teólogos no” y añadió que “claro, hubo gente muy comprometida antes y que tenían una base teológica, pero no eran los que hacían teología”.
Añadió que “muchos de ellos era gente muy generosa, lo que no significa tener razón”. Y añadió que “un seguimiento político hubo en algunos países”. Y cuando se dice dimensión política precisó que se entiende “una dimensión política extraviada, incorrecta y hay siempre gente así”.
El padre Gutiérrez consideró además, que en los días de hoy existe un clima más favorable, “sí, porque se saben mejor algunas cosas, en teología las ciencias sociales antes no aparecían nunca. Hace más de cuarenta años cuando nació la teología de la liberación estas estuvieron presentes y no solamente la filosofía. Hoy en día los estudios bíblicos están llenos de sociología y nadie dice nada, porque se acostumbraron”, dijo.
Respondiendo a una periodista indicó que “el clima y el contexto ha cambiado mucho, los temas de la teología de la liberación están más presentes”, como “pobreza, justicia”. En particular dijo, “la idea que los mismos pobres tienen que ser los agentes de su liberación, y este fue un punto que estuvo desde el inicio de la teología de la liberación”.
Si pudiera volver hace cuarenta años atrás, le preguntó ZENIT, ¿haría las mismas cosas o cambiaría algo? “Nunca lo he pensado -respondió Gutierrez, porque las cosas que uno vive no dependen solamente de uno, creo que no haría lo mismo, porque ésto significaría que el ambiente habría sido el mismo”. Y sobre lo hecho concluyó: “Nunca lo he lamentado”.
Interrogado por Angela Ambroggetti, de Korazym, sobre Juan Pablo II y Rátzinger, y cuál tuvo más problemas con la teología de la liberación, el sacerdote peruano calificó el encuentro en Roma con Ratzinger hace siete años atrás, en el 2007, como “muy bueno”.
Añadió que “Ratzinger era más teólogo, comprendía más y eso ha sido muy importante. Yo honestamente puedo decir que su comprensión caminaba porque sabía de que se trata, desde el inicio” porque sabía “que no era la idea del marxismo”.
“Nunca me preguntó nada sobre marxismo -dijo el padre Gutierrez- porque sabía que no tiene nada de eso. Basta tener un poco de cultura para saber que si uno dice que hay conflicto, uno no es marxista, sino que mira la realidad”. Y añadió que el diálogo con el cardenal que estaba a cargo en esos años de la Doctrina de la Fe “era de esa categoría”.
“Con Juan Pablo II --dijo el teólogo peruano-- fue distinto, lo vi una sola vez en mi vida, y fue muy bromista, me dijo que pensaba que yo era más alto (el padre Gutierrez es de estatura pequeña) y al final me puso la mano en el hombro y me dijo 'siga, siga'. Aunque no sé que me quiso decir con eso...”.
“Con Ratzinger --prosiguió el padre de la teología de la liberación-- el diálogo comenzó siendo él cardenal, tengo una experiencia positiva. Luego termina eso con una carta que envía a mis superiores indicando que el diálogo ha terminado de manera satisfactoria”, y quiso precisar que “además era diálogo y no un proceso”.
¿Es este un momento particular en la Iglesia? “Como momento hay que reconocer que no lo habíamos tenido. Solamente los diarios trataban sobre estos temas, depende también de qué medios. Pero un momento de Iglesia como es hoy, eso no lo habíamos conocido”. Con un papa, dijo, “que critica el pensamiento único y todo eso”.
Cuando le indicaron “que usted fue muy útil para que Müller conozca la situación de la pobreza en Perú”, y le interrogaron “pero quizás también Müller le ayudo a limpiar la teología de la liberación”. El padre Gutierez dijo: “Limpiar no, pero muy útil sí, porque la ha puesto en un contexto, ha convertido eso, porque la teología de la liberación tiene un fundamento de espiritualidad muy grande desde el comienzo”. Y precisó que “eso lo debo al teólogo Dominique Chenot, eso lo recibí en mi formación inicial y eso me ha marcado mucho. Porque estoy convencido que la teología nace en la vida diaria de la Iglesia”.
Concluyó indicando que hoy tiene relaciones epistolares y personales con otros padres de la teología de la liberación y que ellos han tomado temas diversos, por ejemplo Leonardo Boff que entró talmente de lleno en el tema de la ecología, que ya no hace ni falta que él entre.
Al concluir recordó que él fue párroco por 25 años y se siente tal, y que “a la vejez viruelas” puesto que está enseñando Perú y en dos lugares en el exterior.
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