martes, 18 de febrero de 2014

Los jóvenes entonan el mea culpa: tenía que haber estudiado más

Los jóvenes españoles se enfrentan a la peor crisis de la España moderna, con un histórico nivel de desempleo del 26%, que se eleva al55% entre los menores de 25 años. El entorno de falta oportunidades genera incertidumbre y la sensación general entre quienes terminan su etapa universitaria es la de no tener expectativas para encontrar un empleo, mucho menos estable o acorde a su formación. Así, el 81% de los estudiantes de FP y el 80% de los de universidad tiene unas bajas expectativas de ejercer su profesión en España.

Son datos que aparecen en el Informe OIE sobre jóvenes y mercado laboral, realizado por el Observatorio de Innovación en el Empleo, que aglutina a 19 grandes empresas promovido por el grupo de recursos humanos Adecco.

Este estudio se ha realizado mediante encuestas a estudiantes universitarios y de FP, recién graduados que ya han conseguido un empleo en el mercado laboral, profesores universitarios y responsables de recursos humanos de granes empresas y de pymes.

También se han llevado a cabo entrevistas en grupo a los jóvenes, que reconocen que la universidad les ha decepcionado, pero también entonan el mea culpa para reconocer que en parte también se debe a la actitud que han mantenido durante sus años en la universidad.

Cuestión de actitud

Un comportamiento pasivo en general en el que no se han preocupado de mantener una mayor relación con sus profesores a lo largo de la carrera, de conseguir una nota media más elevada, en los que han dejado en un segundo plano su formación en idiomas y en los que no han aprovechado al máximo los recursos de la facultad y de las asignaturas.

"Me arrepiento de varias cosas, básicamente de no haber estudiado más", asegura uno de ellos. "Miras atrás y te sientes bastante decepcionado porque la universidad no era lo que esperabas en cuanto a formación, aunque también nosotros tenemos culpa porque en los años de carrera se vive muy bien y no se piensa en la nota media, por ejemplo", afirma otro estudiante de forma anónima. Y es que, en los procesos de selección de becarios cuando las empresas acuden a las universidades, uno de los criterios de criba es el expediente académico.

Además, los jóvenes consideran la formación complementaria como un valor añadido y un elemento diferencial para competir en el mercado laboral, pero reconocen que sólo comienzan a preocuparse de ella en los últimos años de carrera, por lo que muchos creen que necesitan hacer un máster para especializarse o profundizar en aspectos que en la universidad sólo han visto de superficialmente.

FP, menos formación complementaria

En este aspecto, los de FP lo hacen aún menos que los universitarios. El 67% de los estudiantes de Formación Profesional no se ha preocupadopor formarse por su propia iniciativa más allá de la universidad en capacidades o en habilidades. Ese porcentaje es del 50% entre los universitarios.

Los que sí se han formado por su cuenta lo han hechofundamentalmente en lenguajes y programas informáticos, sistemas móviles, apps, diseño gráfico, márketing y finanzas.

Los profesores tampoco salen bien parados en este informe. En general, no reciben buenas valoraciones de los estudiantes, que les consideran poco competentes, con escasa capacidad para motivar y para transmitir conocimiento.

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