Entrevista con el secretario general de Escuelas Católicas, José María Alvira. 'Educar en cristiano es evangelizar', subraya el directivo de esta importante organización
El religioso marianista José María Alvira es el secretario general de Escuelas Católicas, una entidad que representa los intereses de 2.081 centros educativos concertados católicos en España. Sus centros - a los que pertenecen 1.177.473 alumnos y más de 97.000 trabajadores - suponen el 15,8% del total del sistema educativo español y el 60,4% de la privada concertada, lo que convierte a Escuelas Católicas en la organización más representativa de este sector. En esta entrevista con ZENIT, José María Alvira aborda los retos y dificultades a los que se enfrenta la comunidad educativa en este país.
Educativamente hablando, ¿cómo se presenta el 2014?
-- José María Alvira: En España tenemos por delante el desarrollo normativo de la nueva ley de Educación. Este va a ser uno de los asuntos que más tiempo nos va a llevar y una de nuestras principales preocupaciones. Es importante la ley, pero también es importante como se desarrollan los reglamentos. Mantendremos conversaciones con el Ministerio y con las diferentes Administraciones.
Otro asunto, que no es nuevo, será continuar con nuestra labor de apoyo a los centros católicos para que puedan seguir siendo coherentes con sus principios, a pesar de las dificultades. Tanto las dificultades que vienen del Ministerio como las económicas.
También tendría en cuenta, entre nuestras preocupaciones, la escasez de religiosos. Que duda cabe que está es una realidad. Este es un tema que se está afrontando desde hace años bastante bien. Lo hacemos formando bien a los laicos que están llevando adelante la tarea. Creo que se está consiguiendo que el carácter propio y el ideario de los centros católicos se mantenga y se refuerce.
Estos serían algunos de los temas que tenemos entre manos.
¿Qué valoración hace de la nueva ley educativa (Lomce)?
-- José María Alvira: Es una ley que tiene aspectos positivos y otros no tanto. Por lo tanto, no todo es blanco o no todo es negro.
El proceso de elaboración de la Lomce se podría haber hecho mejor, es decir, en diálogo con los agentes educativos, las personas y los grupos que tienen importancia y peso en la Educación en España. Se podía haber contado con ellos más. En ese sentido, creo que el diálogo promovido por el Ministerio era mejorable. También es verdad que hay grupos de oposición política y social que tampoco han atendido a razones. Su postura ha sido una negativa frontal que no procedía de un análisis serio del texto.
Legislativamente, ¿qué es lo que piden desde Escuelas Católicas?
-- José María Alvira: Nos gustaría que se llegarán a concretar algunos de los aspectos que no están suficientemente claros y concretos en la ley. Por ejemplo, respecto a los centros concertados, nos parece que ha sido una ocasión perdida para haber resuelto algunos temas pendientes. ¿Quiere ejemplos? La autonomía de los centros, su financiación total y completa... Ya sabemos que los conciertos educativos financian la educación de nuestros centros concertados, pero solo de manera parcial. Siempre resulta una financiación deficitaria. Esta era una buena ocasión para haber entrado en el asunto y haberlo resuelto.
Por otra parte, sería conveniente dejar claro de una vez cuál es el papel del titular. Me parece que el titular o los titulares de los centros desempeñan un papel fundamental y no aparece suficientemente claro su papel en la ley.
También la posibilidad de que un centro que es concertado no pierda unidades concertadas si hay demanda social. Si hay solicitudes. Y que, en este sentido, hubiera una renovación automática si las condiciones que se daban al principio se siguen dando. Que el concierto no dependan de una decisión administrativa, como hasta ahora.
Estos son algunos aspectos que nos habría gustado que quedaran resueltos en al ley. Vamos a ver si pueden quedar resueltos en el desarrollo normativo.
¿Cree que la comunidad educativa es consciente del papel que cumple la escuela concertada de iniciativa social?
-- José María Alvira: Diría que la sociedad española es consciente. Si no de la situación global, sí de la situación en cada localidad. Porque de hecho la escuela concertada sigue teniendo mucha demanda y esto es un reflejo de que la sociedad y las familias valoran la educación de nuestros centros católicos y la elijen para sus hijos.
Otra cosa es que en los medios de comunicación no siempre aparezca reflejada la realidad tal y como es. Muchas veces, quien no conoce a fondo la realidad y quien parte de prejuicios, da una imagen de la educación católica que no se corresponde con la realidad.
Pero, en general, creo que las personas que conocen bien el mundo educativo, para empezar las familias, pero también responsables de distintos grupos, valoran el papel positivo de la escuela católica.
¿Qué buscan los padres cuando llevan a sus hijos a un colegio católico? ¿qué les diferencia?
-- José María Alvira: Creo que las motivaciones son variadas. Es difícil encontrar una única motivación. Los padres buscan un colegio que ofrezca calidad, y calidad no solo académica sino también en cuanto a la atención a cada alumno, un formación integral que no solamente se preocupa de lo académico sino también de otros aspectos del desarrollo de una persona. Los padres valoran también los valores que se intentan inculcar en la escuela católica. Y también se busca esa educación en la fe. No digo que todos los padres lo hagan, pero, en mayor o menor medida, todos están abiertos a la posibilidad de que sus hijos reciban una propuesta de fe. Aunque ellos mismos se sientan alejados de las creencias religiosas.
Creo que los centro católicos tenemos un campo inmenso de trabajo con los alumnos y también con las familias, porque un buen contacto y, a veces, el único contacto de las familias con la Iglesia y con lo católico es el que tienen en el centro educativo de sus hijos. Esta es una gran responsabilidad para nosotros.
¿Cuáles son los principales retos que enfrenta la escuela católica hoy?
-- José María Alvira: Uno de los retos con los que se encuentra es la identidad de los propios centros. Queremos que los colegios sigan manteniendo y reforzando la identidad católica que tienen. Creo que de cara al futuro hay que ver cómo seguir manteniendo esa identidad y, por tanto, formar a los profesores y a los directivos. Profundizar en el ideario de tal manera que se traslade al proyecto educativo. Este es un reto permanente. Creo que hasta ahora se está haciendo bien, pero hay que estar atentos de cara al futuro.
Otro reto tiene que ver con la cuestión económica. Los centros concertados tienen dificultades económicas y nos gustaría asegurar que, desde el punto de vista económico, no hay dificultades para continuar con la obra que están realizando. Los centros católicos no buscan hacer negocio. Creo que quien conoce la educación lo sabe, a pesar de lo que digan algunos. Los centros buscan simplemente asegurar que se pueda mantener el funcionamiento y que los profesores y directivos estén bien valorados y pagados. Que el centro pueda funcionar. Esto es lo importante.
Digan lo que digan algunos, los padres tienen derecho a elegir el centro que consideren más adecuado para sus hijos. ¿No le parece?
-- José María Alvira: La libertad de enseñanza es un principio consagrado en nuestra Constitución y que, por su puesto, nosotros defendemos. Los padres tienen que poder elegir un centro acorde a sus convicciones. Como digo, este es un principio que establece la Constitución. Y los centro concertados, la concertación, lo que permite es que no haya dificultades económicas, para que esa libertad sea real. Ósea, que este no sólo sea un derecho formal que reconoce la ley sino que puedan ejercerlo realmente. Es decir, que los padres puedan elegir un centro sin estar condicionados por el precio que tengan que pagar. La financiación pública debería permitir que los padre elijan libremente. Este es el papel que desempeña precisamente el concierto educativo.
¿Cuál es el futuro de la educación en este país? ¿Seguirá habiendo una cierta confrontación ideológica entre los diferentes grupos?
-- José María Alvira: Empezaría por recordar que, hace más de treinta años, cuando se redacto la Constitución hubo un esfuerzo por parte de todos los grupos por llegar a un consenso en todos los asuntos y uno de ellos fue el de la educación. Fue uno de los más difíciles, pero al final se llego a un acuerdo en el artículo 27 de la Constitución. En este se reconoce el derecho de todos a la educación y el derecho a la libertad de enseñanza. Después también se habla de que las Administraciones ayudarán económicamente a los centros, para que esa libertad sea real, etc. Pero, por desgracia, me parece que ese espíritu de consenso se ha perdido un poco últimamente. Y hay grupos que vuelve a plantear, y a veces en la calle, esta guerra educativa que todos creíamos que estaba superada. Es una pena, porque muchas veces la defensa de la escuela pública en la que estamos todos, para algunos supone el ataque a la enseñanza privada y, en particular, a la concertada. Esto nos parece que no es respetar los grandes principios de la libertad de enseñanza ni la Constitución. En este sentido, se ha enrarecido el ambiente en la sociedad española respecto a esta cuestión. Lo que nos gustaría es volver a ese espíritu de consenso y que se admita la complementariedad de las dos redes: la red pública y la red concertada.
¿Qué mensaje le gustaría trasladar a la sociedad española?
-- José María Alvira: Querría reafirmar que nosotros estamos comprometidos con hacer una educación de calidad, una educación católica, y ofrecer a nuestros alumnos y a sus familias una propuesta católica, que luego ellos libremente pueden aceptar, asumir en su vida.
Nosotros vamos a seguir incansables en esta tarea, sabiendo que no todo el mundo va a responder a esa propuesta de fe, pero para nosotros educar en cristiano es evangelizar. Esto lo tenemos muy claro.
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