La dedicación total horaria de los funcionarios docentes de Secundaria no ha variado. Continúa siendo la regulada por la Orden 29 de junio de 1994 del MEC sobre la organización y funcionamiento de los institutos de Educación Secundaria: 37 horas y media. Lo que ha cambiado es su horario lectivo, que se amplía en dos horas semanales.
¿Qué dice la Consejería de Educación de Comunidad de Madrid?
El principal cambio que la Consejería de Educación de la Comunidad de Madrid ha llevado a cabo es fijar en 20 horas lectivas el horario de un profesor de instituto de Educación Secundaria, en lugar de las 18 obligatorias que exigía en cursos anteriores.
Esta medida encuentra su fundamento normativo en la orden del 29-6-1994 del MEC (cuando Rubalcaba era Ministro) que en su artículo 77 establece: “Los Profesores de Enseñanza Secundaria impartirán como mínimo 18 períodos lectivos semanales, pudiendo llegar excepcionalmente a 21 cuando la distribución horaria del departamento lo exija”
La misma orden en sus artículos 69 y 70 dictamina que:
-- La jornada laboral de los funcionarios docentes ha de ser la establecida con carácter general para los funcionarios públicos.
-- Los Profesores permanecerán en el instituto treinta horas semanales, el resto, hasta las treinta y siete horas y media semanales, serán de libre disposición para la preparación de las actividades docentes, el perfeccionamiento profesional o cualquier otra actividad pedagógica complementaria.
Por otra parte, en el apartado de ‘Horario de los profesores de ESO’ de las Instrucciones para el nuevo curso se determina que: “Los Jefes de departamento impartirán al menos 18 periodos lectivos de docencia directa a grupos de alumnos. El resto de profesorado del centro, incluidos los tutores, será de 20 como mínimo”.
Según estas instrucciones, la hora de tutoría, que por norma está considerada lectiva, puede ser dedicada a impartir otros contenidos diferentes. Además, también establece que el profesor recibirá una retribución económica por desempeñar sus funciones de tutor.
¿Qué opinan los docentes sobre estos cambios?
Se quejan de que en menos de dos años, el Gobierno ha disminuido sustancialmente los sueldos de los profesores (que se mantenían desde hace más de una década por debajo del IPC), ha congelado sus pensiones y perjudicado sus condiciones de jubilación.
Además, ha recortado una partida enorme en los Presupuestos Generales del Estado, que unido a los ajustes en las cuentas autonómicas alcanza los 2.000 millones de euros, y ha obligado a suprimir importantes programas educativos.
Mientras tanto, ha reformado la LOE sin financiación. Cuando ha llegado su turno, las Comunidades Autónomas han cerrado la puerta de ingreso a la función docente, congelando las convocatorias de oposiciones; han recortado en casi ocho mil efectivos las plantillas; han hecho desaparecer al profesorado de apoyo, y a quienes desarrollan los programas dedicados a alumnos con dificultades; y, por último, ahora aumentan el horario lectivo de los profesores.
¿Pero, entonces, cuánto trabajan los profesores?
El número de horas lectivas que imparten en España supera ampliamente la media de la UE. Un maestro español está 810 horas anuales delante de sus alumnos, seguido de un alemán, 662; y un finlandés, 598, según recoge el Informe Eurydice. La UNESCO ha declarado que una hora de clase con los alumnos equivale a tres de trabajo burocrático.
Los profesores españoles son los que más tiempo dedican a su formación en la OCDE (Informe Panorama de la Educación OCDE 2010). Esta formación se realiza siempre fuera del horario de permanencia en el centro educativo.
Consideran que llevan a cabo un trabajo duro, de enorme desgaste y con escasa consideración social. Casi 15.000 profesores han acudido al Defensor del Profesor desde el año 2005 solicitando soluciones a los conflictos que los alumnos plantean en el aula. Un informe de la Fundación Jiménez Díaz (2005) habla de que el 70% del profesorado se encuentra en riesgo de desarrollar ansiedad y depresión.
Según explica el sindicato independiente de profesores ANPE, lo que se da es un cambio cualitativo: más horas lectivas y menos complementarias (guardias, biblioteca, reuniones de departamento etc.). Sin embargo, este aumento de las horas lectivas supone una reducción de la plantilla de los institutos que dificultará, entre otras cosas, la correcta atención a grupos de refuerzo y apoyo y, en definitiva, provocará el aumento del paro de los interinos: cada nueve profesores que asuman estas dos nuevas horas lectivas, un docente será rescindido.
Creen que se podría reducir el gasto público haciendo recortes valientes que eliminen la duplicidad de competencias que se dan entre la administración estatal, autonómica y municipal, preservando así los destinados a Sanidad y Educación.
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