El arzobispo de Kirkuk califica la situación de “preocupante”
Este sábado fue hallado asesinado Imad Elia Abdul Karim, enfermero cristiano de 55 años, secuestrado este sábado ante su casa, en el barrio de Mualimin, en Kirkuk, Irak. El arzobispo de Kirkuk califica la situacion de “preocupante”.
Fuentes locales refirieron a AsiaNews que, este sábado, la policía encontró el cadáver del hombre “arrojado” a la calle, entre el barrio de Dumez y Asra Wa Mafqudin. Es el mismo lugar en el que fueron asesinados, anteriormente, Aziz Risqo, un importante funcionario cristiano de la ciudad y otras dos mujeres. Según un primer informe médico, el cuerpo “presenta evidentes signos de tortura”.
El mismo día, monseñor Louis Sako, arzobispo de Kirkuk, había lanzado un llamamiento a las autoridades y a los periódicos locales por la liberación, definiendo la situación de los cristianos como “preocupante” porque en los últimos meses están siendo cada vez más “objetivo de amenazas, secuestros y homicidios”.
El secuestro sucedió en la tarde del 3 de octubre. Durante las agitadas fases del asalto, el grupo –formado por tres personas- abrió fuego hiriendo al enfermero, casado y padre de dos hijos.
Fuentes locales explicaron que Imad Elia Abdulkarim estaba reparando su automóvil cuando llegó un “grupo de tres personas que disparó” en la dirección del hombre. Los asaltantes lo secuestraron, haciendo perder sus huellas.
“Imad –afirma un cristiano- es un hombre muy conocido en el ambiente de la sanidad en Kirkuk. El motivo del secuestro podría ser una eventual petición de dinero, o tener relación con la actividad profesional del hombre”.
La comunidad cristiana confirma el clima de “temor” por los numerosos casos de “secuestros y homicidios acontecidos este año”. Tras el secuestro del médico Samir Gorja, revela una fuente local, algunas familias “dejaron la ciudad. El gobierno no hace nada y los cristianos se han convertido en un objetivo” a atacar.
El mismo día del secuestro la Archidiócesis de Kirkuk lanzó un llamamiento por la liberación del enfermero. En un mensaje a los medios y las autoridades ciudadanas, monseñor Louis Sako confirmaba que “los cristianos son un objetivo de la violencia” y denunció a cuantos “miran a ganancias políticas” o “se aprovechan de una falta de orden” para perpetrar secuestros y pedir “rescates en dinero”.
“Todos saben –recordó el prelado- que los cristianos son ciudadanos de este país y de esta ciudad; nadie tiene dudas sobre su amor a la patria, su sinceridad”. Habló de “actos contra los cristianos que quieren tener un papel en la reconstrucción del país”, de “una cultura de la humillación que rechazamos con fuerza” e invitó “a las autoridades gubernamentales, y a las personas honestas de Irak y de Kirkuk, a hacer de todo para proteger a los ciudadanos, sean quienes sean”.
Renovando la petición de “diálogo y cooperación sincera”, monseñor Sako pedía “a los secuestradores de Imad Elia Abdul Karim temer a Dios” y liberar al rehén para que pudiera “volver con su familia y sus hijos lo antes posible”. Un llamamiento que no fue escuchado.
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