Nuria Calduch es una de las 25 mujeres (6 como expertas y 19 como auditoras) que participan en el Sínodo sobre la Palabra de Dios. Catalana, profesora de Sagrada Escritura en la Universidad Pontificia Gregoriana y religiosa de las Misioneras Hijas de la Sagrada Familia de Nazaret, Calduch ha compartido con Vida Nueva, días antes de la inauguración, su ilusión por formar parte del encuentro, una oportunidad que considera “única en la vida”.
¿Cuál será la principal labor de los expertos que participarán en el Sínodo?
Por las noticias que tengo, los expertos estaremos encargados de ofrecer nuestra colaboración, en mi caso concreto como biblista, al Secretario General del Sínodo en la preparación de los documentos sinodales y de las relaciones. Por ahora, no puedo ser más explícita. Todos los expertos tendremos una reunión al comienzo del Sínodo en la que se nos informará más detenidamente sobre nuestra función y la dinámica sinodal.
¿Cuándo le llegó la noticia de la invitación?
La primera llamada la recibí antes del verano, a final de curso. Me llamaron por teléfono mientras trabajaba en mi habitación, concentrada en mis estudios. En principio pensé que se trataba de una petición habitual: escribir un artículo o participar en una conferencia. Luego, cuando me dijeron que el Santo Padre me había nombrado, pensé que se trataba de una broma de mis colegas, pues en una de nuestras reuniones en la sala de profesores había salido el tema del Sínodo y sus posibles participantes. Poco a poco me di cuenta de que la llamada iba en serio. Así pues, me llevé una gran sorpresa y agradecí mucho que se contara conmigo. El nombramiento oficial me ha llegado a principios de septiembre.
¿Qué significa para Vd. la participación en el Sínodo?
Se trata de una oportunidad única en la vida. Participar en el Sínodo representa tomar parte en un acontecimiento de Iglesia de alcance mundial. Constituye también una oportunidad para trabajar con personas de distintas nacionalidades, lenguas y culturas que comparten el mismo deseo de difundir la Palabra de Dios. Será sin duda una experiencia muy enriquecedora a todos los niveles.
¿Cuál será la principal labor de los expertos que participarán en el Sínodo?
Por las noticias que tengo, los expertos estaremos encargados de ofrecer nuestra colaboración, en mi caso concreto como biblista, al Secretario General del Sínodo en la preparación de los documentos sinodales y de las relaciones. Por ahora, no puedo ser más explícita. Todos los expertos tendremos una reunión al comienzo del Sínodo en la que se nos informará más detenidamente sobre nuestra función y la dinámica sinodal.
¿Cuándo le llegó la noticia de la invitación?
La primera llamada la recibí antes del verano, a final de curso. Me llamaron por teléfono mientras trabajaba en mi habitación, concentrada en mis estudios. En principio pensé que se trataba de una petición habitual: escribir un artículo o participar en una conferencia. Luego, cuando me dijeron que el Santo Padre me había nombrado, pensé que se trataba de una broma de mis colegas, pues en una de nuestras reuniones en la sala de profesores había salido el tema del Sínodo y sus posibles participantes. Poco a poco me di cuenta de que la llamada iba en serio. Así pues, me llevé una gran sorpresa y agradecí mucho que se contara conmigo. El nombramiento oficial me ha llegado a principios de septiembre.
¿Qué significa para Vd. la participación en el Sínodo?
Se trata de una oportunidad única en la vida. Participar en el Sínodo representa tomar parte en un acontecimiento de Iglesia de alcance mundial. Constituye también una oportunidad para trabajar con personas de distintas nacionalidades, lenguas y culturas que comparten el mismo deseo de difundir la Palabra de Dios. Será sin duda una experiencia muy enriquecedora a todos los niveles.
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