El Obispo de Kirkuk, Mons. Louis Sako, lamento que continúan las persecuciones contra la comunidad cristiana en Irak. En declaraciones a la agencia Sir, el Prelado señaló asimismo que existe aún mucha inseguridad en el país, en parte porque "los miembros de la policía y del ejército pertenecen a partidos y milicias".
En relación a la vida de la Iglesia en el país, el Obispo de Kirkuk afirmó que en Mossul, "luego de la muerte de Mons. Rahho, prosigue la fuga de cristianos hacia el norte". Incluso denunció que extremistas musulmanes han amenazado a las familias cristianas con la destrucción de propiedades, e incluso la muerte, si no se paga una "tasa de protección". "Afortunadamente -añadió Mons. Sako- hay también muchos musulmanes que han expresado indignación por la trágica muerte de Mons Rahho y manifiestan su aprecio por la obra de reconciliación y de diálogo realizada por la comunidad cristiana".
"Los cristianos son para Irak un gran factor de equilibrio y la muerte de Mons. Rahho es hoy un estímulo para los fieles a permanecer en el país, en el que vivían mucho antes de la llegada de los musulmanes". Por otro lado el Prelado reiteró la responsabilidad de la comunidad internacional para ayudar "en la reconciliación de Irak" y la "supervivencia de los cristianos".
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