La vicesecretaria de Estudios y Programas del Partido Popular, Andrea Levy, presenta este lunes la ponencia de Educación y Cultura que se debatirá en el Congreso del partido el próximo mes de febrero. 140 puntos dedicados a la innovación, al fomento de las nuevas tecnologías, a la cultura y a la educación. En este último capítulo, los populares anuncian la defensa de la libertad en el ámbito educativo y recuerdan el “derecho inalienable de los padres a ejercer su labor como primeros educadores de sus hijos” por lo que piden fomentar “la neutralidad ideológica en las aulas”. Una declaración de intenciones que choca frontalmente con las leyes aprobadas recientemente por gobiernos del Partido Popular en materia LGTB. Se trata de Ley de Identidad y Expresión de Género e Igualdad Social y no Discriminación y de la Ley de Protección Integral contra la Discriminación por Diversidad Sexual y de Género que vulneran, y mucho, la libertad de los padres en materia educativa.
Vamos a analizar qué dice el PP y qué dicen las leyes que aprueba el PP.
En el punto 49 de la Ponencia los populares se refieren a la Constitución Española, a la que califican de “base del pacto educativo en nuestro país”, y llaman a “trabajar por un modelo educativo basado en la libertad”. Más adelante, ya en el punto 71, el PP asegura tener como “principio fundamental y vertebrador” de su ideario la defensa de la libertad, un valor imprescindible para la educación. Ya de forma más concreta, el Partido Popular hace una detallada descripción de la aplicación de esa libertad en las aulas: “Nuestro deber es garantizar y ampliar las libertades educativas consagradas en la Constitución Española mediante un desarrollo armónico del derecho a la educación y a la libertad de enseñanza. La libertad es garantía de calidad”.
Y mientras, un repaso al preámbulo de la leyes vigentes en la Comunidad de Madrid evidencia la ausencia de coherencia porque Cifuentes impone en la Comunidad de Madrid un "nuevo marco normativo" y la discriminación positiva para el colectivo LGTB.
¿Y el papel de los padres? También lo tiene claro el PP: “Los padres son los primeros educadores de sus hijos (…) Ninguna administración puede pasar por encima de los padres para imponerles un modelo educativo. Los padres son los primeros responsables de la educación de sus hijos y por ello tienen el derecho a educar a sus hijos conforme a sus propias convicciones, tal y como contempla el texto constitucional”. Pero, ¿qué dice la Ley Cifuentes? Que la "Estrategia integral de educación y diversidad sexual" deberá imponerse "en todos los niveles educativos" y "será de obligado cumplimiento para todos los centros". ¿Libertad?
Más preguntas. ¿Qué dice el PP sobre educación e ideología?: “Desde el respeto al derecho inalienable de los padres a ejercer su labor como primeros educadores de sus hijos, debemos abogar por la neutralidad ideológica en las aulas”. Mientras, la Ley de los populares en Madrid contempla "incorporar la realidad lésbica, gay, bisexual, transexual, transgénero e intersexual en los contenidos transversales de formación de todo el alumnado".
La ‘Estrategia integral de educación y diversidad sexual e identidad o expresión de género’ estipula que los centros educativos deben llevar a cabo “acciones de fomento del respeto de una cultura de la tolerancia y la no discriminación de las personas basada en la orientación sexual e identidad o expresión de género” que incluye, por ejemplo, celebrar fechas conmemorativas como el día del orgullo gay. Además, las leyes llaman a “transformar” los contenidos educativos que impliquen discriminación o violencia física o psicológica basadas en la identidad o expresión de género en los colegios, “tanto públicos como concertados”. La pregunta aquí es la siguiente: ¿Qué se entiende por discriminación? ¿Lo sería una clase de religión?
Y la repuesta la tenemos en la multa con que la Comunidad de Madrid sancionó al directo del colegio concertado Juan Pablo II por criticar la ideología de género. 1000 euros y amenaza de retirar el concierto porque Carlos Martínez escribió “qué barbaridad prescindir de la verdad natural del hombre y del derecho inalienable de los padres a la educación de los hijos! ¡Qué dogmatismo acusar de discriminación a quien piensa diferente! ¡Qué despropósito pretender imponer una ideología a fuerza de sanciones! La mentira siempre tiene miedo a la luz de la verdad y al contraste de las ideas. El parecido con el fanatismo terrorista es inquietante”.
Si por escrito -y en su ponencia- el PP defiende "la libertad de elegir" como "consustancial al ser humano", la consejería de educación de la Comunidad de Madrid opta más por la sanción. ¿Dónde queda la libertad que defiende el PP?
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