martes, 20 de noviembre de 2018

La asignatura de Religión: alternativa y alternativas


Sabemos por los medios de comunicación que con fecha 3 de diciembre de 2018 (festividad de san Francisco Javier), se reunirán el que será nuevo secretario general de la Conferencia Episcopal e Isabel Celaá, ministra de Educación y Formación Profesional, a petición de los primeros, tras conocer por los medios de comunicación la reforma que prepara el ministerio y que afecta, entre otras, a la asignatura de Religión.


Se desconoce quién será el elegido en la calle Añastro —puesto que la elección será en los próximos días—, pero no parece que sea el movimiento más adecuado el acudir a dicha negociación con un inexperto en el cargo. Claro que, ¿inexperto para qué y para quién

Se habla de la asignatura de Religión, y de la propuesta del ministerio de eliminar su espejo o alternativa, de que no sea evaluable o, cuanto menos, que no cuente para la nota media. Sin embargo, no se habla tanto de los presumibles damnificados como consecuencia de esta situación, de las miles de familias cuyo trabajo y/o salarios quedan comprometidos…

 Pero también están sobre la mesa otros temas, tan aireados en los últimos tiempos, que podrían modificarse por ley, y que son de máxima importancia para la jerarquía católica o el gobierno: la prescripción de delitos sexuales, el impuesto de bienes inmuebles (IBI), las inmatriculaciones, la enseñanza concertada, la enseñanza diferenciada por sexos, la exhumación de Franco y su posible traslado a la catedral de La Almudena, etcétera.

a) Eliminar la prescripción por delitos sexuales, es decir, que este delito pueda ser perseguido en cualquier momento, sin que importe el tiempo transcurrido.

b) El impuesto de bienes inmuebles. Respecto a la Iglesia, el Tribunal Supremo, en su sentencia de 4 de abril de 2014, aboga por la exención total del pago del IBI por todos sus inmuebles, salvo los afectos a explotaciones económicas, y no únicamente a aquellos destinados a actividades de culto.



c) Las inmatriculaciones, que ya en el año 1998, cuando se promulgó la Ley, permitía que la Iglesia pudiera inmatricular (poner a su nombre) algunos edificios; en el 2014 se reformó la Ley Hipotecaria eliminando la posibilidad de inmatricular bienes de la Iglesia a través del artículo 206, entendiendo que ya ha habido tiempo más que suficiente para inmatricular todos aquellos bienes sin título escrito.

d) La enseñanza concertada, con una mayoría de ideario católico, el gobierno podría eliminar el principio de «demanda social», y priorizar la enseñanza pública sobre la concertada.

e) La financiación pública de la educación diferenciada por sexos, cuyos centros están vinculados a la Iglesia católica, y pese a que el Tribunal Constitucional ha sostenido su constitucionalidad, si se cambiase la norma, probablemente volvería a pronunciarse.

f) La exhumación de Franco y su posible traslado a la catedral de La Almudena.
Es la joya de la corona en cualquier negociación presente. Es evidente que si se trasladan los restos de Franco a la catedral de Madrid, el ridículo para el gobierno sería espantoso.

De entre todos estos temas, ¿qué lugar ocupará el referido a la asignatura de Religión? ¿Será realmente prioritario para la CEE? ¿Qué argumentos negociadores, más allá de los jurídicos, propondrá el nuevo secretario general de la CEE? ¿Defenderá la asignatura y con ella a miles de familias y a los profesores que la imparten? ¿Será un plato principal, un segundo plato o un refrito? No aceptaremos ser moneda de cambio. Estaremos atentos.

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