La Oficina de Transparencia de la Conferencia Episcopal Española
(CEE) da a conocer los datos recogidos sobre la actividad en
el ámbito educativo de la Iglesia católica en España para la
elaboración de su Memoria anual. Al mismo tiempo
presenta el estudio de impacto socioeconómico de esta
actividad educativa que ha realizado PwC.
En España existen 2.591 centros de educación no universitaria en los que estudian casi 1,5 millones de alumnos, lo que supone que más del 18% de la educación en el nivel no universitaria está atendida por instituciones vinculadas a la Iglesia católica. En estos centros trabajan como docentes 102.476 profesionales.
En el ámbito universitario hay quince universidades vinculadas con la Iglesia católica además de un ateneo, tienen 87.425 alumnos, lo que supone el 69% de los alumnos presenciales de las universidades privadas en España.
Estas universidades son de diversas tipologías: Las dos universidades pontificias (Pontificia de Salamanca y Pontificia de Comillas) tienen 11.164 alumnos; las tres universidades católicas (Murcia, Valencia y Ávila) tienen 19.761 alumnos; las dos universidades eclesiásticas (San Dámaso en Madrid, tiene 3.624 alumnos y Sant Pacià, 1003 alumnos); y otras ocho universidades de inspiración católica (Deusto, CEU-San Pablo, Francisco de Vitoria, CEU-Cardenal Herrera, Abad Oliva CEU, Navarra, Ramón Llull, San Jorge) cuentan con 51.873 alumnos.
Impacto socioeconómico de la actividad educativa de la Iglesia
Para medir el impacto socioeconómico de la actividad educativa de la Iglesia, la consultora PwC ha realizado un estudio utilizando la metodología SROI (Social Return on Investment), que calcula el retorno a la sociedad de la inversión que se realiza. En este caso esta metodología se aplica a la educación.
El estudio pone en relación la inversión realizada en educación en 2016 y el retorno a la sociedad de esa inversión. Para calcular el retorno de la inversión se han analizado tres factores cuantitativos: la contribución a la Seguridad Social que realizarán los ahora estudiantes a lo largo de su vida laboral (en su valor actual), su contribución a la sociedad a través del IRPF, y el salario percibido, que repercutirá también en el desarrollo y la riqueza de la sociedad.
El estudio concluye que en 2016 se invirtieron en los centros de estudios de orientación católica en España 4.866 millones de euros y que la sociedad recibirá en valor actual un retorno de la inversión calculado en 19.735 millones de euros. Esto supone que la inversión en educación de orientación católica se multiplica por cuatro cuando se calcula su retorno a la sociedad. Por cada euro que se invierte en la educación de orientación católica la sociedad recibe 4,1 euros.
En el ámbito no universitario (primaria, secundaria y bachillerato), los centros de orientación católica retornan a la sociedad 14.252 millones de euros, habiendo recibido una inversión (a través de subvenciones públicas, cuotas educativas y otros recursos aportados por los estudiantes) de 4.298 millones de euros. Es decir, por cada euro invertido en estos centros no universitarios la sociedad recibe 3,3 euros.
Por su parte, en el nivel universitario, la inversión realizada en los centros de orientación católica fue de 568 millones. El retorno a la sociedad de esa inversión (atendiendo a la contribución realizada a través de la Seguridad Social, el IRPF y salarios netos) será de 5.483 millones de euros. Es decir, por cada euro invertido en estos centros universitarios de orientación católica, la sociedad recibe 9,6 euros.
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