jueves, 24 de noviembre de 2011

¿Se avecinan tiempos mejores para la enseñanza de la religión?

INVITADO: Antonio Salas Ximelis

"Los profesores lo dan todo y los alumnos son héroes"

¿Se avecinan tiempos mejores para la enseñanza de la religión?

"Legislaturas perdidas para una real integración de la Religión en nuestro sistema educativo"

Tras tantos años de legislaturas perdidas para una real y plena integración curricular de la Religión en nuestro sistema educativo, ¿tiene sentido y merece la pena albergar la esperanza de que se avecinan tiempos mejores para esta área? Con el cambio de Gobierno hay cambio de Ministro de Educación. Y de nuevo, como siempre, ¿dependerá esa integración del pensamiento, del bagaje cultural y de los prejuicios -malditos prejuicios- del nuevo ministro o ministra?

¿Se hará eco, a diferencia de sus predecesores, de lo que aporta la enseñanza de la Religión a la formación integral de nuestros alumnos? ¿O seguirá primando el no cumplimiento de la Constitución, de los Acuerdos entre estados e incluso de lo que todas las leyes de Educación dicen acerca de la misma?

Las Comunidades autónomas que, en teoría, ven bien y sin prejuicios esa integración, afirman y se justifican diciendo que el mal planteamiento en los Reales Decretos de enseñanzas mínimas no les permite maniobrar para legislar en positivo. Y así, el deterioro del área es evidente.

Los profesores lo dan todo, los alumnos que la eligen -sobre todo en niveles superiores- manifiestan un plus de heroísmo al elegirla. La Administración es la que no está a la altura y, a su vez, desatiende ese referéndum anual de petición de la misma.

La cifra de más de tres millones de alumnos que eligen esta asignatura, es un dato que tener en cuenta.

La primera ley que por vez primera plantea una solución integradora, y con la que habríamos salido ganando todos, es la LOCE (Ley Orgánica de Calidad de la Educación). Se impidió su puesta en marcha por medio de una sibilina estrategia de modificación del calendario de aplicación, que contó con la ayuda de los tribunales. ¿No habrá llegado ya el momento de retomar esa propuesta plenamente curricular?

Propuesta que dotaría a las futuras generaciones de un saber acerca de lo religioso que, lejos de "castigar" a los hijos de quienes siguen considerando "progre" de no saber nada acerca de la religión y de lo religioso, les abriría horizontes y les mostraría una humanidad que, desde sus orígenes, siempre se ha hecho preguntas de sentido y que ha intentado buscar respuestas en las religiones.

Un área de Religión, con el nombre que se le quiera dar, con dos modalidades de estudio: la confesional y la cultural, pues sigo creyendo que esta sería una buena solución a esta cuestión no resuelta en nuestro sistema educativo, por trasnochados prejuicios o por escrúpulos de creer que el estudio de la Religión en la escuela es cosa del pasado.

Animamos al nuevo o a la nueva Ministra de Educación a que se atreva sin miedo, sin complejos y por el bien de las futuras generaciones a modificar lo legislado respecto a la Religión de forma que todos los alumnos salgan de nuestra enseñanza básica siendo ilustrados acerca del fenómeno religioso.

Les vendrá bien en cuanto adquirirán unos criterios para vivir, para relacionarse con los demás y con la sociedad. Y descubrirán un horizonte de sentido y unos conocimientos con los que entender mejor la historia, el arte, la música, la literatura, las tradiciones..., en definitiva, nuestras raíces.

No hay comentarios: