Katarina Pajchel es física y trabaja para recrear el Big Bang, esa gran explosión en la que los científicos sitúan el origen del universo. También es una religiosa dominica. Esta combinación no es habitual, pero ella cree que no entraña contradicción. En la actualidad, es uno de los mil investigadores de 27 países que colabora en lo que algunos ya han calificado como el mayor experimento científico de la historia, el que se puso en marcha el pasado día 10 de septiembre en las afueras de la ciudad suiza de Ginebra para tratar de recrear, mediante el Gran Colisionador de Hadrones (LHC), el Big Bang (enlazar con el otro artículo).
En esta entrevista, realizada por Didrik Soderlind y publicada en el International Dominican information (IDI), esta joven religiosa aborda la relación entre ciencia y fe, y cómo la vive ella misma.
En principio parecería haber una contradicción entre querer recrear el Big Bang (para muchos investigadores es el equivalente científico de la Creación) y, al mismo tiempo, rezar a Dios. Sin embargo, para Katarina, ambos caminos son paralelos. “Mi interés por la ciencia llegó primero, pero la idea de la vida religiosa apareció al mismo tiempo en que decidí el área de mis estudios universitarios. Me pregunté a mí misma si mis estudios en Física podrían, de alguna manera, ser de utilidad a mi servicio a la Iglesia y a los seres humanos.
Después de todo, la elección de una vida religiosa nace de una sed de Dios. Quizá podía haber elegido estudiar Teología o Humanidades, o trabajar en el campo humanitario. Sin embargo, decidí estudiar un ámbito que toca la Naturaleza, ya que creo que ésta es tan importante para la Iglesia como para la Cultura”, señala.
Físicos y creyentes
No es raro que muchos científicos sean también gente de fe. Lo que lo hace más interesante es que sean tan numerosos en el área de la Física. ¿Acaso a la gente de fe le atrae más la Física, o es que hay algo en la Física que hace que resurja lo religioso en ellos? Katarina, que no es exactamente una investigadora al uso, ve similitudes en ambas búsquedas: la de la Física y la de la Fe, pues ambas intentan explicar el “cómo” de las cosas. Esta religiosa sostiene que sería mucho más difícil para un católico investigar en el campo de la Biotecnología, por ejemplo. Y también cree que el trabajo científico ha reforzado su fe: “No diría que en la Física he encontrado la prueba de la existencia de Dios, pero la organización que uno encuentra en la Naturaleza y su belleza viene a reforzar la idea que yo tengo de Dios y mi relación con él, que es la de una criatura con su Creador. Esta relación fue vital para la mística santa Catalina de Siena. La naturaleza es fascinante y a mí, como creyente, me habla del Creador. Enriquece mi profesión de fe y mi oración”, afirma.
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