Santiago Agüero, profesor de Religión de Sevilla, ha ganado el tercer premio Educa Abanca 2021 al mejor docente de España. Los “Goya” de la Educación han premiado este año a un profesor que lleva 27 años en el mismo instituto, el IES Salvador Távora en Sevilla
Estos prestigiosos premios ensalzan la figura del buen docente. Una de las bases del concurso es que los profesores no pueden presentar su candidatura individualmente, sino que tienen que ser los alumnos quienes propongan a los candidatos.
La pandemia, una oportunidad para la creatividad
Santiago, apasionado de su tarea como profesor, ha visto en estos meses de pandemia una oportunidad para fomentar la creatividad suya y de sus alumnos y ellos lo han querido premiar tras tantos años de esfuerzo y trabajo
‘Aleluya’ ha podido hablar con Santiago que, entre muchas cosas, ha querido destacar el efecto que hace ganar este premio: “Sobre todo me gustaría hablar del durante. Es un premio que presenta el alumnado, yo llevo 27 años en el mismo Instituto que está situado en una zona muy pobre de España y los chavales decidieron presentarme. Se van enterando poco a poco alumnos de diversos años que iban escribiendo sus testimonios en las redes sociales y eso ha sido lo más bonito”.
"Vamos hacia el buen camino"
“Después de haber recibido el premio llegó para mí el momento de discernimiento. Hemos estado hablando mucho de los profesores de religión durante estos meses y quizás el Señor quería que uno de ellos estuviera entre los 3 mejores. Es un mensaje que vamos hacia el buen camino” subraya Santiago.
El profesor admite que “casi el 100% del alumnado está conmigo en la asignatura de religión. No van diciendo si son creyentes o no, pero se implican en cada proyecto que les planteo y para mí es lo más bonito”
"Lo importante es que sientan los protagonistas"
Sobre su Instituto, el profesor destaca que “sobre todo en el primer ciclo de la ESO destaca un alumnado disruptivo donde hay que enseñar de una forma distinta a lo habitual”.
Y en particular sobre sus clases de religión, Santiago cree que lo fundamental es “que se sientan queridos y nos sentimos queridos mutuamente, hay que respetar al prójimo. En mi caso uno de los dones que me ha dado es el sentido del humor y de la alegría. Cuando entro en clase están esperando esa chispa, esa creatividad que me caracteriza. Lo importante es que sientan los protagonistas dentro del aula y hay que predicar siempre desde el respeto y la tolerancia"
La asignatura de religión, fundamental en tiempos de pandemia
Se ha hablado mucho de la asignatura de religión durante estos meses y Santiago tiene claro que “aporta una formación integral en el alumnado. Sé que puede parecer una frase hecha, pero tenemos la suerte de abarcar la faceta humana del alumnado y hay que aprovecharlo. Estamos además en un momento de pandemia y creo que la clase de religión es todavía más necesaria”.
En los telediarios se escucha mucho la definición de fatiga pandémica: “Se está notando en las clases y por eso he decidido llevar dentro del aula la figura del ayudante universitario. Alumnos de psicología que están acompañando al profesorado y a los alumnos”.
“Nos permiten sacar el alumno del aula para charlar con ellos, que se puedan desahogar si tienen problemas y también el profesorado no se siente solo dentro de la clase”.
La Escuela Cultura de Paz
Las iniciativas de este profesor de religión no acaban aquí. Desde hace unos meses ha podido hacer entrevistas por Instagram con cantantes, futbolistas como Marc Bartra o el ex seleccionador nacional de España, Vicente Del Bosque: “Eso ha permitido elevar la autoestima del alumnado y que no se sientan solos en sus problemas”.
Además, Santiago es el fundador del movimiento civil Escuela Cultura de Paz, que quiere actuar en la prevención y mediación de conflictos, principalmente dentro del aula, como eje de su labor. Pero su trabajo con jóvenes ha llevado a que su sensibilización llegue a toda la comunidad educativa y a los barrios donde están ubicados los centros de trabajo. Formada por profesorado en activo y jubilados, ha seguido y vivido el Decenio de Paz de la UNESCO (2001 – 2010) con la implicación de miles de jóvenes en el trabajo por la paz, los derechos humanos, la tolerancia, el respeto y la democracia.
A partir del año 2011 Escuela Cultura de Paz ha centrado sus esfuerzos en el trabajo exclusivo con y hacia la juventud. Sobre todo, en la educación en los valores del deporte, la música y el voluntariado. Ha tenido tal recorrido, que son Órgano consultivo de la ONU en el tema de la mujer y la juventud.
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