El Papa Francisco ha participado este jueves en el encuentro virtual organizado por la Congregación para la Educación Católica sobre el Pacto Educativo Mundial. Lo hizo a través de un videomensaje en el que ha puesto de manifiesto el valor de la educación para transformar la sociedad actual y «construir nuevos paradigmas capaces de resolver los nuevos desafíos y emergencias del mundo contemporáneo». «Cualquier cambio necesita un itinerario compartido», ha añadido.
En este sentido, ha afirmado que la educación «es una de las formas más efectivas de humanizar el mundo y la historia», una cuestión «de amor y responsabilidad que se transmite de generación en generación» y se propone como «el antídoto natural de la cultura individualista que degenera en un culto al yo y en la primacía de la indiferencia».
«Nuestro futuro no puede ser la división y el empobrecimiento de las facultades de pensamiento e imaginación, de escucha, diálogo y comprensión mutua. Es necesario un nuevo periodo de compromiso educativo que involucre a todos los agentes. Escuchemos el grito de las nuevas generaciones que manifiestan la necesidad y la oportunidad de un renovado camino educativo que no mire hacia otro lado», ha explicado.
Según el Papa Francisco, es el momento de firman un pacto educativo global con las generaciones más jóvenes que involucre a familias, escuelas, gobernantes, religiones… a toda la sociedad.
Un pacto que debe huir, ha continuado el Pontífice, de «las excesivas simplificaciones» sobre la utilidad, el resultado estandarizado, la funcionalidad o la burocracia que confunde educación con instrucción. «Se nos pide que busquemos una cultura integral participativa y polifacética», ha apuntado.
Promotores del cuidado y la paz
Así, ha pedido a los hombres y mujeres de la cultura, la ciencia, el arte, el deporte o los medios de comunicación que firmen este pacto, den testimonio y se hagan «promotores del cuidado y la paz, la justicia, la bondad, la belleza…». Y ha agregado: «No tenemos que esperar todo de los que nos gobiernan. Sería infantil. Gozamos de un espacio de corresponsabilidad capaz de iniciar nuestro procesos y transformaciones. Seamos parte activa en la rehabilitación y auxilio de las sociedad heridas. Estamos ante una la gran oportunidad de mostrar nuestra realidad fraterna».
Al inicio de su intervención, el Papa ha denunciado que la pandemia va a agrandar todavía más la brecha educativa y de los diez millones de niños que podrían verse obligados a abandonar la escuela a causa de la crisis. Una realidad que ha llegado a definir como «catástrofe educativa». Para el Papa, la respuesta a la crisis no pueden ser solo medidas sanitarias, que serán «insuficientes» sino van acompañadas de un nuevo modelo de cultura.
En este sentido, alzó la voz para reclamar que se garantice «el acceso de todos a una educación de calidad a la altura de la dignidad humana y de su vocación a la fraternidad». «Es hora de mirar hacia adelante con valentía y esperanza».
Durante su discurso, Francisco ha realizado siete propuesta para hacer realidad un nuevo modelo educativo.
- Poner en el centro de todo el proceso a la persona
- Escuchar la voz de los niños
- Fomentar la plena participación de las niñas y las jóvenes
- Tener a la familia como primera e indispensable educadora
- Educar y educarnos para acoger, abriéndonos a los más vulnerables
- Comprometernos a estudiar para encontrar otras formas de entender la economía, la política, el crecimiento y el progreso para que estén al servicio del hombre y de toda la familia humana
- Cuidar la casa común
No hay comentarios:
Publicar un comentario