Por lo visto la fe de los cristianos y la religiosidad popular de los españoles (que según el CIS se declaran creyentes y católicos en un 70 por ciento) tienen que ser para algunos tan peligrosos como las radiaciones nucleares. ¿Se acuerdan cuando crearon la Red de Municipios Antinucleares, a la que se adhirieron los ayuntamientos de muchos pueblos, que ponían letreros diciendo que entrábamos en un territorio libre de energía atómica, con lo de «Nucleares, no, gracias»? Pues los mismos andan ahora empeñados en la creación de una llamada Red de Municipios por un Estado Laico. Raro es el día que, con aprobación o sin ella, en algún pleno municipal, de pueblo o de capital, se presenta una moción para que sea declarado Ayuntamiento Laico, iniciativa movida por los que habitualmente, en vez de afrontar los problemas reales de «la gente» como ellos dicen, se dedican a cuestiones tan antañonas y rancias como el anticlericalismo o la mofa de los símbolos católicos. Puro siglo XIX. Pura Desamortización. Pura portada de «La Traca». Si por ellos fuera, volvían a expulsar a los jesuitas. Es lo que parece que les pide el cuerpo, poner a la entrada del pueblo: «¿Iglesias? Ni Pablo; gracias.»
En la ciudad de Sevilla, que entre sus títulos lleva el de «Mariana» por iniciativa de la torera cofradía de San Bernardo, fue rechazada una moción laicista de este tenor. En buen sitio fueron a poner la era los de la Red de Municipios Laicos, que la tienden allá donde estén aunque sea con sólo dos escaños municipales, a ver qué pescan de los bajos fondos de los que ignoran la labor asistencial de la Iglesia y de Cáritas, y miran para otro lado cuando pasan ante los comedores sociales de las Hermanas de San Vicente Paúl o se acercan dos hermanas de la Cruz, de las de Sor Angela, que vienen de cuidar durante toda la noche a un enfermo abandonado por el Estado del Bienestar que tanto malestar causa a los que llaman «dependientes» y que toda la vida de Dios han sido los «impedidos», como los que hoy recibirán en sus casas nada menos que a Su Divina Majestad, llevada solemne y procesionalmente por las hermandades sacramentales para el viejo rito del cumplimiento de la Pascua Florida.
¿Qué le pasa a esta gente con la Iglesia, con el cristianismo, con el catolicismo sociológica y estadísticamente mayoritario entre los españoles? ¿Por qué defienden con tanto ahínco a todos los condenados por burla y escarnio a la religión, a las tetarras asaltacapillas, a los que se mofan de la Semana Santa llevando en andas repugnantes efigies de órganos sexuales femeninos tamaño Lata de Sopa Campbell de Andy Warhol, sin que las feministas profesionales, por cierto, protesten porque no sea un buen ca...rácter tamaño Dinio el que saquen los muy machistas en procesión?
Todos estos laicistas se saltan a la torera el artículo 16 de la Constitución. Y No Passssa Nada. Les importa un bledo que se garantice «la libertad ideológica, religiosa y de culto de los individuos y las comunidades». Les importa un pimiento (naturalmente del piquillo) que «los poderes públicos tendrán en cuenta las creencias religiosas de la sociedad española y mantendrán las consiguientes relaciones de cooperación con la Iglesia Católica y las demás confesiones». Ellos por su cuenta han borrado lo de la Iglesia Católica y han dejado a las «demás confesiones», especialmente la musulmana, en el Estado Aconfesional que quieren Laico. Aconfesional es el Estado, pero España es mayoritariamente católica. Así que no sé a qué viene tanto empeño en esa Red de Ayuntamientos Laicos. Bueno, sí lo sé, pero a ellos no les interesa decirlo. No se trata de aconfesionalidad ni de laicismo. Se trata simplemente de cristianofobia, de odio a la religión católica como símbolo de España. Porque mira cómo no dicen ni palabra sobre las mezquitas, ni que les molesten los burkas en forma de pañuelo. O sobre la regulación de la enseñanza musulmana en las escuelas que acaba de hacer el PP sin que estos laicistas del trasmallo de la red digan ni pío. Será porque lo de Pío les suena a nombre de Papa.
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