domingo, 6 de julio de 2008

"La política, forma exigente de caridad"

...la política está al servicio del bien común de la sociedad, es decir, debe ayudar a garantizar "el conjunto de las condiciones de la vida social que hacen posible a las asociaciones y a cada uno de sus miembros el logro más pleno y más fácil de la propia perfección" (GS n.26). La Iglesia enseña que el ser humano es por su propia naturaleza un ser social, cuya vocación es participar de la comunión con Dios y en Dios, que se ha revelado intrínsecamente como una comunión de personas, como también, participar de la comunión con los demás seres humanos que han sido llamados a idéntica vocación. Por ello, la perfección del ser humano no representa solamente un bien individual, del cual cada persona es responsable, sino también un bien para todas las comunidades en que él participa, las cuales se hacen así co-responsables del bien compartido. El bien común de las personas, de las sociedades intermedias y de la sociedad en su conjunto tiene así tanto una dimensión transitiva como una intransitiva. Por la primera, procura garantizar el bien personal de cada uno de los seres humanos ayudándoles a su perfección. Por la segunda, valora en sí misma esta sociabilidad que hace posible a los seres humanos vivir en la verdad y en la caridad, es decir, en comunión.

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