NUEVO GOBIERNO EN NAVARRA Y CLASE DE RELIGIÓN
Hace un año, el Parlamento de Navarra rechazó la propuesta de reducir las horas lectivas de religión. Hoy nos encontramos con que los cuatro grupos que apoyan al nuevo gobierno, y que han firmado un acuerdo de legislatura, acuerdan lo contrario y por tanto, apoyan llevar adelante la reducción horaria. De los más de cincuenta puntos del acuerdo programático relativos a Educación, es en el punto 5º donde se habla de reducir al mínimo que permite la LOMCE el horario de religión. Una ley, la LOMCE, que por cierto rechazan, pero que en este caso utilizan sin rubor. Nos llama la atención que sea uno de los primeros puntos del acuerdo, parece que había mucha prisa en acordarlo. Entendemos que lo han firmado no por razones pedagógicas, o por una gran demanda social, o para resolver un problema que no existe, sin duda, son otros los motivos que todos podemos intuir. También es sorprendente el cambio de actitud de uno de los firmantes del acuerdo programático. Hace un año rechazó en el debate parlamentario y con argumentos de peso, la reducción horaria, y ahora firman lo contrario, según nos dicen, por aquello de las negociaciones políticas.
Lo cierto es que hace un año, más de 42.000 firmas entregadas al departamento de Educación pedían no reducir las horas de religión. Que cada año, miles de estudiantes y sus familias, amparados en su derecho constitucional, eligen libremente estudiar religión en los centros públicos de Navarra. Que alrededor de doscientos docentes especialistas en religión imparten esta enseñanza en los centros públicos de nuestra comunidad, y que una vez más se ven envueltos en temas ajenos a su diaria labor docente. Que la enseñanza de religión en la escuela, ayuda, junto con el resto de disciplinas, al crecimiento como personas de nuestro alumnado. Que a nuestro entender, reducir a la mitad la carga horaria de esta asignatura, desprecia su valor académico y a sus profesionales, e impide trabajar en unas condiciones pedagógicamente dignas.
Sin duda, la educación en Navarra tiene retos muy importantes y entre unos y otros tenemos que afrontarlos. Pero creemos que la asignatura de religión y su horario no es el problema. ¿Quiere el nuevo gobierno convertirla ahora en un problema?. Confiemos que no.
La seguridad jurídica de la posible reducción horaria no queda clara. Vemos que en otras CCAA han intentado hacer lo mismo, y se han generado conflictos laborales, sentencias contradictorias, recursos interminables, en definitiva, se ha roto el equilibrio que sobre este tema se había alcanzado. ¿Merece la pena meterse ahora enNavarra en este jardín?. Además, tengamos en cuenta que posiblemente en poco tiempo nos podemos encontrar con otra ley educativa que sustituya a la LOMCE. Insistimos, ¿Merece la pena?.
Nos preocupa seriamente que en el acuerdo programático no se haga referencia al coste laboral que puede tener dicha medida entre el profesorado de religión, por cierto, mayoritariamente femenino y en mucho casos, mirando de cerca la jubilación después de toda una vida docente al servicio de la escuela pública. Posiblemente sea esta medida la única del acuerdo programático que implique directamente la pérdida de puestos de trabajo, o un aumento de las ya precarias condiciones laborales de este personal de la administración pública de Navarra. Aquí incluimos también al profesorado que imparte valores, muchos de ellos interinos.
Deseamos acierto en la gestión al nuevo consejero de Educación, que sepa abordar con ánimo constructivo y contando con toda la comunidad educativa, los verdaderos retos de su departamento. Por eso, esperamos que el Sr. Gimeno, junto con los partidos firmantes del acuerdo, revisen ese punto 5º sobre Educación para no generar un problema donde no lo hay.
Pamplona 09/08/19
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