Los delegados diocesanos de enseñanza de Vitoria, Bilbao y San Sebastián (España), aclararon a la exconsejera de Educación del Gobierno Vasco, Isabel Celaá, que la asignatura de religión no puede equiparse con la catequesis y rechazaron que la educación religiosa sea tomada como rehén de estrategias políticas cada vez que un partido político llega al gobierno.
Hace algunas semanas Isabel Celaá escribió una carta titulada “Religión entre pupitres” en donde daba algunos argumentos en los que equiparaba la asignatura de religión a las catequesis. Por eso, María Teresa San Martín, Goyo Ponce de León y Esteban Munilla, delegados de enseñanza de las diócesis de Vitoria, Bilbao y San Sebastián, respectivamente, han respondido a los argumentos que la exconsejera en una misiva titulada 'La asignatura de religión no es catequesis'.
En España la asignatura de Religión es optativa en los años bachillerato, por eso la exconsejera afirmó que tan sólo el tres por ciento de los alumnos de bachillerato han elegido clase de religión; pero los delegados de enseñanza advirtieron que "se silencian los motivos, de los que no está exenta de responsabilidad la Consejería".
Y es que, según explicaron, "desde la nueva normativa del Gobierno Vasco de 2008, la asignatura de Religión quedó fuera del horario escolar ordinario sin ninguna alternativa, contrariando la ley vigente como ha sentenciado el Tribunal Supremo. Además de esta situación ilegal, los incumplimientos, manipulaciones y presiones constantes contra la asignatura de religión durante estos años provocaron la caída de alumnado del 24% al 3%. Es decir, 'hirieron de muerte' la asignatura, y ahora alegan que está 'muerta'".
Los delegados de enseñanza recuerdan que "el Tribunal Supremo se encargó de señalar el error y la mala dirección tomada por la Consejería de Educación, con su sentencia de 20 de julio de 2012 que avalaba plenamente la reclamación de los Obispados del País Vasco".
En ese sentido, los delegados diocesanos aseguraron que "no es verdad que la asignatura de religión sea lo mismo que la catequesis, como afirma la exconsejera". Ypiden a Celaá que explique cómo su misma consejería aprobó y publicó en el Boletín Oficial del País Vasco el curriculum de la asignatura de Religión, "y que paradójicamente ahora afirme que sus contenidos no son académicos, sino mera catequesis".
Ante esta situación los delegados de enseñanza denunciaron que "no se puede utilizar la educación religiosa como rehén al servicio de estrategias políticas; como tampoco es aceptable que cada vez que un partido político llega al gobierno, se cambie el plan educativo según su ideología, sin el necesario consenso social (y de esto son testigos la LOGSE, la LOCE y ahora la LOMCE)".
Recordaron que la asignatura de religión ayuda a los alumnos a reflexionar “sobre el hecho religioso cristiano desde una perspectiva confesional", "pero que pretende profundizar en el conocimiento y los contenidos del hecho religioso, así como su influjo social”.
“No en vano la asignatura de religión católica puede ser elegida por alumnos no creyentes o miembros de otras religiones (y de hecho, se dan no pocos casos)", explican, mientras que "la catequesis tiene como finalidad el encuentro con Dios en la fe de una manera principalmente experiencial".
Asimismo, indicaron que el estado laico incluyente es respetuoso con todas las religiones sin asumir ninguna como propia. "Es precisamente esto lo que defendemos. Que cada uno pueda ser educado según sus propias convicciones y creencias, sin que el Estado se extralimite en su obligado servicio a la sociedad civil y subordinado a ella, haciendo pasar a todos por el prisma ideológico, monocolor y no exento de ideologización, cuando precisamente la sociedad es plural”, indicaron.
Además, advirtieron que los Acuerdos del Estado Español con la Santa Sedeen 1979 en temas de enseñanza “están para cumplirse. Y la sentencia dictada por el Supremo desautoriza el modo en el que ha sido tratada la asignatura de Religión por parte de la Consejería de Educación en los cuatro últimos años en el Bachillerato de la Comunidad Autónoma Vasca".
“La Constitución protege de modo explícito la educación plena de la persona, derechos y libertades, y la educación religiosa y moral, de acuerdo con las propias convicciones (Art. 27.2 y 27.3). Pero la experiencia e historia reciente nos van mostrando que en muchas ocasiones se toma la educación, de modo particular en los aspectos antropológicos, morales y religiosos, como elemento ideológico", expresaron.
La clase de religión, señalaron, “ofrece verdades y valores que dignifican a la persona y educan ciudadanos capaces de convivir y comprometerse con la sociedad de su tiempo”. "Precisamente esta asignatura que se pretende expulsar del sistema educativo, contribuye de modo eficaz a que la educación sea eso, educación; a que ayude a las personas a crecer, a comprender la realidad, a integrarse en la sociedad como servidoras del bien común", finalizaron.>>>
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