Desde Bosnia, donde participa en el Festival de Cine de Sarajevo, el famoso actor de Hollywood, Mickey Rourke, dio gracias a Dios y su fe católica por haber recibido una "segunda oportunidad" en la vida para superar las adicciones que casi lo llevan al suicidio.
En declaraciones al diario bosnio Avaz, Rourke aseguró que "Dios me dio una segunda oportunidad en la vida y se lo agradezco".
Rourke alcanzó la fama en la década del ‘80 con películas de acción y cintas polémicas cargadas de erotismo. A principios de los ‘90s cambió el cine por el boxeo y cayó en una profunda adicción a las drogas y el alcohol.
Según explicó al diario, en los momentos más difíciles de su vida, su psiquiatra y un sacerdote fueron sus mejores amigos.
"Cuando te caes, la gente te empuja más. El mundo está lleno de materialismo y envidia. Cuando eres famoso y te caes, la gente no quiere que vuelvas. Es casi imposible volver. Ya es difícil la primera vez, pero la segunda vez es como si no existieras... Dios me dio una segunda oportunidad, el de arriba me ayudó", señaló.
Hace unos años, Rourke empezó su retorno a la pantalla grande y este año ganó su primer Globo de Oro por el filme "The Wrestler" (El luchador) y era el favorito para el Oscar.
Ahora, agregó, no piensa "mucho en Hollywood. No me interesa qué es Hollywood y qué piensa la gente de Hollywood. No pienso en cómo funciona ya que simplemente no me interesa. Ni sueño con ello".
En el año 2005, cuando comenzó a recibir papeles importantes en el cine reveló a una revista que mantenía frecuentes encuentros con su párroco en Nueva York y que estuvo al borde del suicidio.
"Si no fuera católico me habría volado los sesos", recordó.
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